Los clubs Coding Dojo o talleres de programación en la biblioteca se enmarcan en la tendencia de integrar en los espacios bibliotecarios una variada gama de propuestas de acción y creación, en la línea abierta por el movimiento maker y los makerspaces.
Es una muestra de cómo hoy la biblioteca pública va más allá de los propios recursos que selecciona y a los que da acceso y se convierte en una plataforma de participación. A través de una amplia paleta de servicios, programas y actividades se busca sintonizar con todos los públicos y lograr una mayor implicación de los usuarios en el día a día de la biblioteca, incluso en su gestión.
Las bibliotecas públicas proporcionan así un espacio, físico y virtual, para desarrollar una amplia gama de actividades orientadas a la formación y capacitación de las personas, a generar puntos de encuentro, a facilitar el acceso a distinto tipo de servicios locales, a la promoción laboral o la inserción social. La biblioteca así, busca crear vínculos en un nuevo modelo de relación horizontal en la que prima el intercambio, se promueve la innovación y se desarrolla la creatividad.
En esta línea encajan los denominados coding dojo, básicamente concebidos como espacios de encuentro entre personas que quieren trabajar de forma colectiva sobre algún aspecto relacionado con la programación. En su origen se trataba de reuniones de programadores que abordaban un determinado reto frente a una audiencia que observaba el proceso de trabajo. En el caso que nos ocupa, las bibliotecas de Glasgow adaptan la propuesta a un segmento particular de la población, el público infantil y articulan su propuesta adoptando el formato de club o taller.
El término dojo tiene origen japonés y hace referencia a un lugar de meditación y práctica del Budismo zen. Por extensión se aplica actualmente en diversas disciplinas para evocar la idea que late en el concepto inicial de práctica y aprendizaje conjunto con la asistencia de un guía.
Esta iniciativa de las bibliotecas públicas de Glasgow se desarrolla concretamente en la Mitchell Library y forma parte de la programación de actividades que ofrece a través de su Digital Making Space. Estos clubes son, por otra parte, fruto de la política de alianzas y colaboraciones que entreteje la biblioteca y que en este caso cuenta con la colaboración de Glasgow Life, CoderDojo Scotland y Virgin Media.
Entre esos tres compañeros de viaje que suman sus esfuerzos a la labor de la biblioteca está la red escocesa del movimiento CoderDojo, que parte de una iniciativa irlandesa que tuvo su origen en 2011 y que en la actualidad está presente a nivel internacional en más de veinte países. También en España existe una red de clubes de programación, “donde niños y jóvenes aprenden a programar y a investigar sobre tecnología de acuerdo a sus intereses, en un entorno informal y creativo, con el apoyo de mentores voluntarios”, como se indica en la página web de CoderDojo Spain.
Desde el Digital Making Space de la Mitchell Library se realizan las convocatorias de las sesiones. En ellas pueden participar los niños y niñas con edades comprendidas entre los 8 y los 11 años, que pueden inscribirse de forma gratuita en la actividad.
¿En qué consiste?
De forma periódica y regular se convocan las sesiones de estos clubes de programación para niños y jóvenes. A través de ellos se facilita a los participantes un espacio de aprendizaje y los medios necesarios para convertirse en programadores. En estos talleres los usuarios se familiarizan con distintos lenguajes de programación, como el Scratch, HTML, Javascript o Processing, y entornos como Arduino o Android.
El objetivo de estos clubes es que los participantes pongan en práctica en ellos los conocimientos abordados, que el aprendizaje emane de la experiencia y de que los niños y niñas participantes en cada sesión sean capaces de llevar a cabo sus propios desarrollos. Los proyectos que se abordan giran fundamentalmente en torno a:
- La creación de aplicaciones para distintos dispositivos: teléfono móvil, tableta u ordenador.
- La construcción de páginas web.
- La creación de juegos y videojuegos.
- Primeros pasos en robótica.
Así, mediante la resolución de casos prácticos, estos talleres de programación estimulan el desarrollo de habilidades relacionadas con la tecnología y la computación, capacitan a los jóvenes en esta área y les abren puertas hacia su futuro.
En este sentido, María Moloney, directora general de CoderDojo, cifra el valor del Digital Making Space en que «va a dar a los niños, que no son naturalmente expertos en tecnología, la oportunidad de ver lo fácil y gratificante que puede ser programar y construir objetos digitales.”
¿De qué recursos dispone?
El Coding Club cuenta con un buen equipamiento tecnológico, ordenadores portátiles y tabletas. Proporciona acceso gratuito a internet a los usuarios a través de conexión Wifi. Virgin Media Digital ha dotado este espacio de la biblioteca Mitchell que se percibe acogedor y luminoso, con un ambiente propicio para trabajar en grupo.
En general, en los CoderDojo se potencia el software abierto y se trabaja con herramientas de programación libres.
¿En qué principios se asienta?
Como los aspectos más destacables que caracterizan esta iniciativa la biblioteca señala que en los clubes los niños pueden encontrar:
- Un ambiente seguro, colaborativo y no competitivo.
- Un espacio de colaboración y trabajo en equipo.
- La satisfacción de superar retos a través de desarrollos concretos.
- Unas propuestas de aprendizaje divertidas para pasar un buen rato.
- Oportunidades de socialización.
En un artículo del blog de Virgin Media algunos de los representantes de las entidades que han sumado sus esfuerzos para sacar adelante esta iniciativa manifiestan su satisfacción al contribuir a la capacitación de los ciudadanos a través de un servicio que “tendrá el poder de transformar la vida de las personas», como afirma Archie Graham, concejal del Ayuntamiento de Glasgow y presidente de Glasgow Life.
Tal y como se recoge en el citado artículo, se trata, en definitiva, de apoyar a estos jóvenes lectores y de invitarles a que asuman responsabilidades en el entorno digital para que no se limiten a ser espectadores del acontecer tecnológico sino que, por contra, sean partícipes activos de las transformaciones de la era digital.
Kaitlin Hockham, un niño de 10 años, verbalizaba así sus impresiones tras participar en una de las sesiones de los talleres de programación: «Fue muy inspirador escuchar que yo podría construir mi vida en torno a la creación de videojuegos cuando sea mayor. Me encanta el deporte, por lo que me gustaría hacer juegos de deportes, o incluso un juego de carreras para escabullirme de poner en orden mi habitación. Seguro que volveré a la biblioteca para ir a más clubes de programación».
Una muestra más de la capacidad de las bibliotecas para generar alianzas y de su renovado empeño por reforzar su complicidad con el desarrollo integral y la capacitación de las personas, en este caso, niños y niñas, a los que la biblioteca ayuda a trazar su futuro.
Interesante, sí! Gracias por tu post.
Más experiencias y bibliotecas que lo están haciendo: #codeclub http://codeclubcat.org/biblioteques/index.html
Gracias, Sofía, por tu aportación, no conocía la experiencia y está muy bien que aflore y demos a conocer el buen hacer de nuestras bibliotecas y secciones infantiles y juveniles, tomo buena nota del codeclub, ¡genial!