Me animo a repetir experiencia sobre arquitectura de bibliotecas. Si hace ya un tiempo os hablé de una Biblioteca gran reserva, hoy os traigo un ejemplo soberbio de biblioteca nórdica de diseño. La Biblioteca Viipurii está situada en la localidad de Vyborg (Finlandia), que se hallaba bajo dominio ruso en 1933, cuando el proyecto fue concebido por el arquitecto finlandés Alvar Aalto (Kuortane, 1898 – Helsinki, 1976). En Biblogtecarios mi compañera Manuela Gil ya se ha ocupado de su obra. El autor, encuadrado en la segunda generación del llamado Movimiento Moderno, dio a luz uno de los proyectos arquitectónicos de bibliotecas más originales y que más influencia ha tenido en la construcción de bibliotecas a lo largo de la segunda mitad el siglo XX. Las soluciones que propuso hoy son ya habituales en cualquier biblioteca del mundo, pero fueron muy innovadoras en su momento: el edificio, la concepción y distribución de los espacios, el mobiliario, la decoración y el estudio de los condicionantes medioambientales. El proyecto de restauración del edificio original se extendió casi veinte años y concluyó en 2013, con financiación procedente de Finlandia, Rusia y aportaciones particulares de organismos y personas de otros países (fundamentalmente de EE.UU).
Las formas rectilíneas completamente blancas del exterior se contraponen por una serie de elementos elípticos, curvilíneas, a partir de los 58 tragaluces de la sala de lectura, que crea un elegante barrido de luz sobre la mesa de circulación y las escaleras centrales que van ascendiendo gradualmente. La biblioteca también cuenta con un auditorio, con muebles originales y techo de madera ondulada, muy del gusto estético nórdico.
Construida en la era pre-digital, la biblioteca demuestra su vocación de adaptarse al futuro en algunos detalles realmente rompedores para un edificio inaugurado originalmente en 1935. Por ejemplo, ha conservado algunas de las características de ahorro de espacio proyectadas en aquel tiempo, incluyendo estanterías móviles ajustables por palanca de rotación. En aquel momento fue una solución innovadora que hoy ya es casi común para cualquier depósito de biblioteca, mediante el extendido sistema de compactus.
En las fotos que ilustran este post podéis ver la sala de lectura y mostrador de circulación. Su autor es Denis Esakov. Una auténtica maravilla: ¡dan ganas de irse a vivir allí!
PARA SABER MÁS: Fuentes Romero, J. J. (2000). El edificio de la Biblioteca de Viipuri: Alvar Aalto, el humanismo innovador de un hacedor de bibliotecas. Anales de documentación vol. 3, pp. 67-79. Disponible a texto completo en este enlace.