El secreto para sobrevivir a un TFG está en la biblioteca

La primavera es tiempo de alergias, días largos, más luz solar  y… trabajos académicos. Estamos en  período crítico para muchos estudiantes, que deben enfrentarse a la redacción de sus TFG o TFM. Ya hemos hablado aquí sobre la selección de información y sobre las citas bibliográficas. En esta ocasión vamos a ver cómo puede ayudar la biblioteca universitaria a los principiantes a superar el reto de finalizar con éxito su TFG.

Estudiante-comicMi experiencia como correctora de textos me ha mostrado que, en realidad, pocos estudiantes conocen bien qué recursos de investigación puede ofrecerles la biblioteca de su Facultad. Así que mi primer consejo es precisamente ése: antes de empezar, ve con tiempo a la biblioteca y curiosea todo lo que puedas. Va a ser tu amiga íntima durante el proceso; merecerá la pena que la conozcas a fondo. Puedes empezar localizando libros de la bibliografía recomendada por tu tutor/a. Pero pregunta además por las bases de datos, los recursos online y los repositorios, entre otros recursos. Si no sabes exactamente cómo buscar, el personal bibliotecario te ayudará encantado y habrás ganado un tiempo precioso para cuando empieces tu búsqueda. Investigar sobre tu TFG en la biblioteca también te aportará otros beneficios: te ofrece un entorno tranquilo y ordenado en el que desarrollar una rutina disciplinada y te permite tener a mano información con la que a lo mejor no contabas a priori. La serendipia también puede darte alguna grata sorpresa durante el proceso de investigación.

Una vez acumulada la información, llega el momento de trabajar con ella. ¿Cómo hacerlo? Tómate tu tiempo y sigue un buen método. Unos consejos:

  • Oriéntate a objetivos. Hacer un plan de investigación previo te ayudará a manejar lo que quieres buscar y a no irte por las ramas. La lectura recreativa se hace por placer, pero la lectura con fines académicos nunca puede ser ingenua. Tienes que leer siempre con un objetivo.
  • Márcate prioridades: lectura selectiva. En la lectura recreativa el texto se despliega ante ti, pero en la lectura académica debes ir tú al texto. En función de los objetivos que te hayas marcado, decide qué vas a leer y en qué orden. Vete relacionando las lecturas con lo que te interesa contar o resaltar en tu TFG. La técnica se mejora con la práctica: cuanta más lectura selectiva hagas, más rápido y más eficaz serás.
  • Mantén siempre la información en límites que puedas controlar. A veces, la producción de artículos sobre un tema es inmensa. En caso de sobreabundancia de información, elige criterios válidos para seleccionarla. Ejemplos: año de publicación, idioma o cobertura (nacional, internacional, europea, mundial…).
  • Anota y ordena. Es importante que cuentes con una estructura personal y propia que otorgue lógica a toda la información que resumas y analices. Cualquier método de organización es válido, siempre que te resulte útil y esté ordenado de acuerdo a un criterio (temático, alfabético…). Debes usarlo de manera continua y coherente durante todo el proceso. Es básico para poder trabajar cómodamente con mucha información sin tener que memorizar todo. ¡No tiene sentido que hagas anotaciones si luego no sabes dónde están o cómo relacionarlas entre sí!
  • Sé meticuloso/a. Debes perseguir la calidad y la adecuación a tu tema en todo el material que utilices. Desconfía siempre de fuentes anónimas, sin bibliografía final  o cuya procedencia no puedas comprobar. Extrema la atención con los fragmentos que copies literalmente para hacer citas (autor, procedencia y página). Si lo haces mal, puedes cometer plagio por descuido. Al redactar, siempre tiene que quedar muy claro cuándo habla otro autor o tomas prestadas ideas de otros. Hay muchas formas de hacerlo: comillas, doble sangrado, tamaño de letra diferente o tipografía distinta. Plagiar es un delito y no se admite en ningún caso. Huye de esta práctica si no quieres arruinar tu TFG.
  • Añade valoraciones personales. Investigar es un proceso que debe dejar en ti alguna huella personal, sea cual sea el resultado. El tribunal espera que interpretes lo que autores y documentos dicen y sus implicaciones. No te limites solo a reproducir, deja tu impronta personal: plantea problemas, haz preguntas o establece tus propias conclusiones. Puede que no ganes el Nobel, pero estás demostrando madurez y un aprendizaje competente de todo lo que has leído.

La investigación académica es algo apasionante, pero también complejo. La biblioteca universitaria está ahí para ayudarte. Lánzate a conocerla y no te arrepentirás del resultado.

Laura Novelle

Documentalista, consultora, formadora e investigadora. Licenciada en Historia y Especialista en Gestión documental. He ejercido como docente en universidad pública y como documentalista (tanto en centros públicos como privados). Nací con discapacidad, por eso en este blog encontraréis aspectos relacionados con la accesibilidad, pero también sobre el libro y las bibliotecas, el proceso de edición, las fuentes de información y en general, sobre todas las implicaciones sociales de esta maravillosa profesión.

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