Niñ@s y lectura: asegurando el éxito de la ecuación

El hábito lector es una herramienta básica en el desarrollo integral de los niñ@s. Pero sí que es cierto que vivimos en un mundo lleno de presiones, donde la competitividad por conseguir determinados logros es muy alta. Como bien indica Dorothy H. Cohen: “Así como los padres amorosamente buscan unos zapatos cómodos para sus hijos (y dentro de un grupo de edad hay distintas medidas), así también deben tener en cuenta, con no menor cuidado, las diferencias de ritmo y tiempo con que los niños normales llegan a los niveles adecuados para el logro académico”.

Parece demostrado que inculcar hábito lector es un proceso lento, y que dicho hábito no se mantiene constante a lo largo de la vida. Un estudio referido al Reino Unido publicado en 2015 arroja conclusiones interesantes: un tercio de los niñ@s de 6 a 17 (34%) informan que son lectores frecuentes de libros por diversión 5-7 días a la semana. Los niñ@s de 6-8 años son más proclives a ser lectores frecuentes (54%) en comparación con el 17% de los chic@s de entre 15-17 años. A medida que crecen, la competencia con otros dispositivos y pantallas también lo hace exponencialmente: cuando empiezan a usar un teléfono inteligente u otro dispositivo online, menos de un tercio de los niños menores de 12 informaron leer entre 5-7 días a la semana. Esto aumenta al 62% de los niños de 12-14, llegando al 80% entre los adolescentes de 15-17 años. Sin embargo, la conciencia de la importancia de la lectura persiste: 9 de cada 10 padres de niños y jóvenes de entre 6 y 17 años (88%) dicen que es extremadamente o muy importante que sus hijos lean libros por diversión, y el 75% prefiere que sus hij@s hagan alguna actividad diferente a estar frente a una pantalla. Podéis consultar el informe original a texto completo al final de este post.

Bebé leyendo HTMLLa influencia de los padres en la calidad del hábito lector de sus hij@s está fuera de discusión. Un niñ@ que encuentra el gusto por leer amplía sus posibilidades de comprender mejor el mundo, a los demás y a sí mismo. De ahí que el compromiso de los padres y por extensión, de la familia sea una pieza fundamental para establecer una relación sana y duradera con la lectura. Aquí van algunas pistas útiles, graduadas por edades, para ayudar en la tarea:

  • En bebés menores de un año, puede ser útil elaborar un álbum de fotografías familiares, de aquellas personas que conoce. También hay que dejarle sostener el libro, sujetando el adulto todas las páginas ya leídas con una mano y dejando libre solamente la que cambiaremos enseguida para que el bebé nos ayude a pasar la página. ¡Estará aprendiendo a manejar un libro sin darse cuenta!
  • Los libros siempre tienen que estar en un lugar accesible de la habitación, para que el niñ@ se habitúe a verlos y manipularlos.
  • Leerles en voz alta con frecuencia y asignar un tiempo específico a la actividad es fundamental. Si conseguimos convertirlo en una costumbre, estarán motivados y expectantes, además de ayudarles a relajarse. Mientras son pequeños es normal que les cueste mantener la atención, pero es importante adaptarse a ellos y centrarnos en la historia por medio de distintas voces, efecto sorpresa… No hay que desanimarse, es algo pasajero que se corrige a medida que avanza el desarrollo evolutivo del niñ@
  • El niño@ debe identificarse con los personajes de las historias. Con frecuencia le gustarán aquellos que experimentan lo que él o ella siente: alegría, miedo, satisfacción, reto, desconfianza, cariño, tristeza…
  • Con niñ@s más mayores, hay que tener presentes sus gustos y elegir juntos los títulos que se van a leer.
  • Leer por diversión es importante. La lectura debe convertirse en un momento de placer, que puede mantenerse toda la vida. Los padres deben alentar y estimular esta creencia, sobre todo en la adolescencia.
  • Alimentar la cotidianeidad de la lectura en el hogar es tan vital como atender a las demás necesidades. No se puede despreciar utilidad pedagógica de la conducta imitativa: un niñ@ reproduce lo que ve. La frecuencia de lectura de los padres y su participación en los hábitos de sus vástagos determinan una parte muy importante del hábito lector. Dad ejemplo y relacionaos constantemente con los libros. Porque, como dijo Cicerón: Casa sin libros es cuerpo sin alma.

PARA SABER MÁS:

Consejo Nacional de la Cultura y las Artes: Leer con los más pequeños. Estrategias para propiciar el acercamiento de los niños menores de seis años a la lectura. Manual editado en México muy útil para padres y pedagog@s, disponible aquí.

Girbés, J.C. El método definitivo para tener hijos lectores: consejos y recetas milagrosas que garantizan el éxito escolar. Barcelona, Fundación La Caixa y  Fundación Jaume Bofill, disponible aquí

YouGov: Kids & Family Reading Report (5th ed.). Informe en inglés sobre lectura y familia en el Reino Unido en 2015, disponible aquí.

The Iowa ReviewA Manifesto for Children’s Literature, 2015 Edición original en inglés disponible aquí.

Laura Novelle

Documentalista, consultora, formadora e investigadora. Licenciada en Historia y Especialista en Gestión documental. He ejercido como docente en universidad pública y como documentalista (tanto en centros públicos como privados). Nací con discapacidad, por eso en este blog encontraréis aspectos relacionados con la accesibilidad, pero también sobre el libro y las bibliotecas, el proceso de edición, las fuentes de información y en general, sobre todas las implicaciones sociales de esta maravillosa profesión.

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