Cuando hablamos de obras de arte a precios estratosféricos, lo primero que se nos viene a la cabeza son pinturas: Greco, Velázquez, Turner… Caprichos al alcance de muy poc@s. Pero los libros también pueden alcanzar cifras mareantes. El mundillo bibliófilo es codiciado y selecto. Tanto, que much@s de quienes pueden permitírselo repiten, como si de un vicio librario se tratase. Hoy vamos a confeccionar un particular ranking de las joyas impresas más caras del mercado.
A finales de 2013, la casa Sotheby’s sacaba a subasta The Whole Booke of Psalmes Faithfully Translated into English Metre, conocido por el título abreviado de Bay Psalm Book (1640). Los especialistas hablan de él como el primer libro impreso en las colonias y también el primero impreso en inglés en el Nuevo Mundo (por residentes de la colonia de la bahía de Massachusetts), en lo que por aquel entonces eran tierras británicas. Se imprimieron 1.700 ejemplares y solo han sobrevivido 11. En la puja alcanzó un precio de venta final de 14.2 millones de dólares (10.48 millones de euros).
Este es el ejemplo más reciente. Sorprendentemente, ocupa solo el 4º lugar en nuestro ránking. He aquí los libros por los que se ha pagado más dinero a lo largo de la Historia reciente:
- Codex Leicester, de Leonardo da Vinci (22.4 millones). Se trata de un documento científico de 72 páginas acerca de astronomía, meteorología, hidráulica, cosmología, geología y paleontología. Su comprador fue el empresario y filántropo Bill Gates en 1994.
- Magna Carta (15.5 millones). Es una copia de 1297 de este documento histórico, escrita a mano y con el sello del Rey Eduardo I. Adquirida en 2007 por el empresario estadounidense David Rubenstein (el mismo que se ha hecho ahora con el libro de salmos).
- Evangelio de San Cuthbert de Lindisfarne (10.7 millones). Es el libro europeo más antiguo que haya sido conservado en perfectas condiciones. Una copia manuscrita y en latín del Evangelio según San Juan, descubierta en la tumba de San Cuthbert al abrirse en 1104. Lo adquirió la Biblioteca Británica en 2012.
- Bay Psalm Book (10.5 millones). Se trata del libro subastado en noviembre de 2013 del que hablamos líneas arriba. Adquirido también por David Rubenstein.
- The Birds of America, de John James Audubon (8.4 millones). Hasta la subasta del Bay Psalm Book, era el libro impreso por el que se había pagado más dinero. Una obra de la que sólo se publicaron 120 copias completas entre 1827 y 1838; un total de 435 impresiones distribuidas en cuatro volúmenes. Todas las ilustraciones están hechas a mano por su autor (Audubon) a escala natural, algo que complicó mucho la posición en la que debían ser representadas las especies. El comerciante de arte londinense Michael Tollemache lo compró en 2010.
- Evangelios de Enrique el León (5.9 millones). Son 800 páginas manuscritas y encargadas por el príncipe de Sajonia y Baviera que ilustran el arte medieval (a la izquierda de estas líneas). Adquirido en 1983. La propiedad del manuscrito la comparten actualmente el Estado germano federal, los Estados federados de Baja Sajonia y Baviera, y la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano, que se ocupan con esmero de su conservación. Dada su extrema fragilidad, solo se exhibe 6 semanas al año.
- Comedies, histories and tragedies (first folio). (3,94 millones). Primera compilacion de obras de teatro de Shakespeare. El libro tiene 36 folios con 11 tragedias, 15 comedias y 10 obras históricas. Fue editado en 1623. Pese al precio al que se adjudicó, su valor actual se estima en 16 millones de euros. Una versión más sencilla de esta obra puede descargarse en la web a través del Proyecto Gutenberg.
- Biblia de Gutenberg (varios ejemplares de precio dispar). Se trata del legendario incunable realizado por Johannes Gutenberg alrededor de 1455. Su creación dio comienzo a la producción impresa de libros en Occidente. Diversas instituciones (entre ellas dos españolas, en Sevilla y Burgos) custodian distintos ejemplares, a veces incompletos. No hay datos fiables sobre los precios de compra, que distintas fuentes sitúan entre los 2.2 y los 5.4 millones de euros.
Un ramillete de joyas, sin duda. Queda por abordar una última cuestión. Cuando son instituciones las que los adquieren, su difusión está asegurada. No así cuando van a parar a manos privadas. Es de suponer que quien tiene dinero para pagar una compra de estas características, lo tiene también para asegurarle correctas condiciones de conservación, guarda y cuidado. Con todo, la competencia que se abre cada vez que hay noticia de una puja, induce a pensar que no son tratados como símbolos culturales, sino mayoritariamente como objetos de lujo que marcan estatus. Tal vez, uno de los grandes dilemas que envuelven al libro antiguo.