El 10 de diciembre de 2014, Malala Yousafzai es condecorada con el Premio Nobel de la Paz, junto con el activista indio Kailash Satyarthi por los derechos de los niños. Históricamente, se convierte en la ganadora más joven con tan solo 17 años pero ya desde su niñez y debido a sus circunstancias comprende el poder del activismo, el poder de la palabra y el de la comunicación. Ella transmite un mensaje claro: «un grupo de personas comprometidas puede cambiar el mundo» y «el acceso universal a la educación para aprender no sólo conocimientos de materias sino igualdad y a respetar la cultura».
¿Por qué dar armas es tan sencillo, pero dar libros tan duro?, se preguntó en la ceremonia celebrada en el Ayuntamiento de Oslo.
Malala nace en 1997 en la localidad pakistaní de Mingora y durante el 2007 se toma el control de la zona en el valle de Swat, hasta que en el 2009 se recupera por el ejército pakistaní. Previamente tuvo que exiliarse junto a sus padres y sus hermanos. El 9 de octubre de 2012 es atacada por un terrorista, teniendo que ser intervenida quirúrgicamente en el Reino Unido. Con tan solo 11 años comienza a escribir en un blog para la BBC explicando su vida bajo el régimen. Bajo el seudónimo Gul Makai cuenta que se prohibió la educación entre el 2003 y 2009 y cómo el 70% de sus compañeras había dejado de acudir a clase por miedo pero ella acudía de manera casi clandestina, sin uniforme, escondiendo sus libros. Su historia se puede leer en el libro Yo soy Malala.
Un niño, un profesor, un libro, un lápiz, puede cambiar el mundo. ( Discurso ante la Asamblea general de la ONU)
En el 2009 el documental Pérdida de clases, la muerte de la educación de la mujer dirigido por Adam Ellick del New York Times, muestra cómo la educación de las mujeres es difícil en esas áreas.
Sentía aversión por la forma en que el sistema premiaba la obediencia por encima de la curiosidad y la creatividad.
Algunos de los premios recibidos son: el Premio Nacional por la Paz (2011), el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia (2013), el Premio Embajador de Conciencia por Amnistía Internacional (2013), etc.
Teníamos 2 opciones, estar calladas y morir, o hablar y morir, y decidimos hablar. (Premios Convivencia de Valencia, España)
La debilidad, el miedo y la desesperanza murieron, la fortaleza, el poder y el coraje nacieron, el derecho a la educación es de cada niña y niño. (Mensaje en la ONU)
Hacen falta más Malalas en este mundo y hay quién hace más por los demás con 16 años que 16 años de su vida…