Propaganda

El mundo está convulso. Los ordenes establecidos se tambalean (para bien o para mal). Cada día en las noticias se puede leer algún acontecimiento bélico en el mundo. Me parece bastante preocupante como se desarrollan los hechos. España también convulsiona, pero de otra forma. Ciertamente está llegando un importante momento: elecciones. Dadas ambas situaciones, veo muchos movimientos sociales, algunos más raros que otros, y sinceramente, de alguno no logro comprender la naturaleza de su éxito. Me da cierto miedo pensar que lo que realmente está pasando es un deja vu, que la historia se repite y que no hemos aprendido nada. Y esto, como profesional de la información y la documentación, me hiere.

Creo que en algunos de estos movimientos sociales (si no en todos) hay mucho esfuerzo en materia propagandística. Cuando aislas ciertas partes de un todo para analizarlas socialmente te das cuenta que las raíces de algunas formas de pensamiento no son tan profundas: “Me convertí en nacionalsocialista porque me motivó la idea de la Comunidad Nacional. Lo que nunca había imaginado es la cantidad de alemanes que no eran considerados dignos de pertenecer a esta comunidad.” Extremecedor comentario, ¿verdad? ¿Acaso no encontrais paralelismos como éste, pero más actuales, ahora en nuestra época? Yo sí.

Un factor esencial en la creación de un grupo cohesivo es definir quién estará excluido del grupo. Y esto me hace pensar. ¿Como afecta la propaganda a las personas, en sus decisiones mas importantes? Siento defraudar al estimado/a lector/a, pero desgraciadamente desconozco la respuesta. Sin embargo, si que haré algo: repasaré algunos casos de como tan poderosa herramienta es utilizada «contra» nosotros (y no para o por nosotros, los ciudadanos).

Veámoslo…

Y lo sabesPropaganda, del latín “propagare”, que significa difundir o multiplicar, la propaganda es un mensaje que tiene una finalidad de persuasión o convencimiento del público al que se dirige, que a veces puede ser a la población en general, y en otros casos a un sector particular. Se utilizó en sus comienzos en la agricultura, luego en las guerras de conquistas, y a posteriori lo usó la iglesia católica para imponerse al avance de las ideas protestantes. La aparición de la imprenta facilitó la propaganda, que a partir del siglo XVIII fue utilizada políticamente tanto por regímenes liberales como autoritarios.

La comunicación persuasiva es inherente a la propia evolución del ser humano. Desde siempre estuvo presente en las sociedades, en diversas formas, con la intención de transmitir ideologías u opiniones con objetivos claros y determinados. A veces con objetivos ocultos. La aparición de religiones y sociedades organizadas favoreció la proliferación de las primeras formas de propaganda.

En el entorno bélico siempre se han usado los últimos avances tecnológicos en comunicación para optimizar su capacidad persuasiva. Así, el principal vehículo propagandístico durante la Primera Guerra Mundial fue la prensa escrita; durante la Segunda Guerra Mundial, la radio y el cine; tras 1945, la televisión; y en la actualidad…. ¿esta claro no?… los medios digitales.

Aquel que se interese por la propaganda ha de conocer como funcionaba la maquinaria propagandística del III Reich. Los propagandistas nazis colaboraron con las políticas del régimen identificando públicamente a los grupos que había que excluir, incitando el odio o cultivando la indiferencia, y justificando la condición de parias de estos grupos ante la población. La propaganda nazi desempeñó un papel crucial en vender el mito de la “Comunidad Nacional” a los alemanes que anhelaban la unidad, la grandeza y el orgullo nacional, y la ruptura de la estratificación social rígida del pasado. Pero un aspecto secundario y más siniestro del mito nazi era que no todos los alemanes eran bienvenidos en la nueva comunidad. La propaganda ayudó a definir quién estaría excluido de la nueva sociedad y justificó las medidas tomadas contra los marginados: judíos, sintis y romaníes (gitanos), homosexuales, disidentes políticos y alemanes considerados genéticamente inferiores y peligrosos para la “salud nacional” (personas con enfermedades mentales y discapacidades físicas o intelectuales, epilépticos, personas sordas o ciegas de nacimiento, alcohólicos crónicos, drogadictos y otros).

En la Segunda Guerra Mundial se asistió a un uso continuado de la propaganda como un arma. Tras el fracaso alemán en entender la propaganda como un aliado esencial, Hitler se preocupó por crear un cargo en su gobierno exclusivamente dedicado a la propaganda del partido. Paul Joseph Goebbels, figura intelectual, doctorado en Filosofía en Heidelberg en 1921, fue el escogido. En 1929, sería el jefe de la propaganda del partido nazi y desde 1933 a 1945, Ministro de Propaganda del régimen.

Una de las medidas iniciadas de inmediato por el ministro fue el absoluto control de todos los periodistas, escritores, artistas y medios de comunicación, para que se registrasen como subordinados y apenas publicasen información debidamente autorizada. Comparada con los regímenes soviético y fascista, la propaganda nazi no formaba parte de un todo, sino que era en si misma el todo. El füher se reunía casi diariamente con Goebbels para enterarse de las novedades y transmitir su opinión personal.

El esquema de proliferación de información falsa en el régimen nazi pasó a la Historia como “la gran mentira”. La propaganda hitleriana se centraba en un tipo de mensaje emocional que se dirigía, sobre todo, a un público poco educado políticamente, susceptible de interiorizar la emoción y no la racionalidad. Interesante, ¿verdad? ¿Qué me diría, Sr/a lector/a, si le dijera que, bajo mi perspectiva, este ultimo comentario está a la orden del dia? ¿Por qué digo esto? Nuestros politicos nos dominan, nos mienten, nuestro nivel emocional esta gravemente mermado debido a la basura existente en las programaciones de los mass media, y no me cabe la menor duda de que la información que se nos disemina no es contrastada y por lo tanto es susceptible de haber sido previamente manipulada (digamoslo así para no herir sentimientos).

Dejeme, estimado/a lector/a que le cuente por qué hablo de manipulación abiertamente, sin tapujos: a diferencia del III Reich, durante la primera Guerra del Golfo se demostró bien la falsedad de la comunicación propagandística americana. El primer caso fueron las fotos de satélite que el Pentágono afirmaba poseer, en las cuales se podría confirmar la presencia de 250.000 unidades militares preparadas para invadir Arabia Saudita. Pronto las fotos comerciales captadas por un satélite demostraron que las afirmaciones americanas no tenían fundamento.

En el inicio de la guerra, los espectadores mundiales se quedaron con la idea de que era un conflicto sin mentira, toda vez que el conflicto se transmitió en directo (vamos, un Gran Hermano, para ir lanzando paralelismos). Pero no podían estar más equivocados. Las imágenes fueron controladas integralmente, y se asistió casi a una película de guerra realizada en directo. En el final, se constató que más de 90% de las imágenes mostraban el poderío bélico americano, y que jamás se pudo ver un soldado estadounidense herido o muerto (de nuevo igual que Gran Hermano… ¿acaso alguien duda de que realmente nunca se ha llegado a ver todo? :).

En Kosovo, las partes enfrentadas percibieron que la manipulación de las noticias a su favor era algo fundamental. Se asistió a una maniobra inteligente por parte de Slobodan Milosevic: permitió a las cadenas internacionales CNN y BBC continuar emitindo desde Belgrado. Así, consiguió usar los medios de comunicación extranjeros para transmitir imágenes de supuestos civiles muertos en los ataques de la OTAN. Esta maniobra fragmentó la opinión occidental y llevó el OTAN a reconocer algunos de sus errores en los bombardeos aéreos. ¿Interesante verdad?

Como siempre digo, se debe de ser sumamente critico con toda la información que se obtiene, asi como de dónde se obtiene. Los métodos de difusión más habituales siempre han sido las imagenes, la voz y el texto. La imagen vale más que mil palabras; un buen discurso, una imagen, o las dos cosas combinadas en un cartel (de propaganda) han sido y serán las mejores armas de disuasión, o persuasión, según se necesite.

Dependiendo de la fuente la podemos clasificar la propaganda en:

  • propaganda blanca, cuyo origen proviene de una fuente abierta, transparente y bien identificada, y cuyo contenido es claro y
  • propaganda negra, cuyo origen confuso pretende pasar por amigo sin serlo realmente
  • propaganda gris, cuyo origen pretende hacer ver su neutralidad a pesar de provenir de fuentes «enemigas» y cuyo contenido pretende precisamente desinformar con informaciones dificilmente de validar o falsas

Sr/a lector/a, ¿no cree que estamos inmersos en una dinámica de propaganda gris en cada periodico, radio y canal de televisión? Al menos a mí me lo parece. Idem de nuestros políticos y de sus analistas, y si no vayamos a la hemeroteca y constatemos los movimientos ideológicos en el seno de un mismo partido desde unas post-elecciones hasta las pre-elecciones siguientes (3 años y medio de estudio).

Al final me quedo con varios comentarios, de Edward Bernays, de Noam Chomsky y del mismísimo Adolf Hitler, para reflexionar (o mejor dormir):

La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienens manipulan este mecanismo oculto de la sociedad consitituyen un gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino del pais. Quienes nos gobiernan moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oido hablar. (2)

Los medios de comunicación de masas actúan como sistema de transmisión de mensajes y símbolos para el ciudadano medio. Su funcion es la de divertir, entretener e informar, asi como inculcar a los individuos los valores, creencias y códigos de comportamiento que les harán integrarse en las estructuras institucionales de la sociedad. En un mundo en el que la riqueza está concentrada y en el que existen grandes conflictos de clase, el incumplimiento de tal papel requiere una propaganda sistemática. En los paises en donde los resortes del poder estan en manos de la burocracia estatal mediante el control monopolistico sobre los medios de comunicación, a menudo complementado por la censura oficial, resulta obvio que dichos medios estan al servicio de los fines de una determinada elite. Sin embargo, resulta mucho mas dificil advertir la actuación de un sistema propagandístico cuando los medios de comunicación son privados y no existe una censura, al menos no de manera formal. En particular cuando tales medios compiten activamente, atacan y exponen con cierta periodicidad los errores del gobierno y de las corporaciones, y se autocalifican enérgicamente de portavoces de la libertad de expresión y de los intereses generales de la comunidad. Lo que ya no es tan evidente (y sigue sin discutirse en los medios de comunicación), es la naturaleza limitada de tales críticas, asi como la inmensa desigualdad de los recursos de que disponen y el efecto que tal desigualdad produce tanto en el acceso a una organización a los medios de comunicación privada como en su funcionamiento y actuación. (3)

Estos niños y niñas ingresan a nuestras organizaciones [a los] diez años, y a menudo por primera vez respiran aire fresco. Después de cuatro años de estar en la categoría Jóvenes pasan a la Juventud Hitleriana, donde permanecen cuatro años más… Y aunque aún no son nacionalsocialistas completos, pasan al Servicio de Trabajo y son preparados durante otros seis o siete meses… Y si les llega a quedar algún rastro de conciencia de clase o estatus social… las Wehrmacht [Fuerzas Armadas alemanas] se encargarán de que desaparezca. (4)

Inquietante….

Referencias

(1) Memorias de posguerra de una mujer alemana que participó activamente en los programas de la juventud nazi (Desconocido)
(2) Edward Bernays en «Propaganda», Ed. Melusina. ISBN: 9788496614420
(3) Noam Chomsky en Los guardianes de la libertad, Ed. Crítica. ISBN: 9788484320982
(4) Adolf Hitler, Memorias (1938)

Jonathan González Fernández

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