Salir de la biblioteca

BibliotecariaComo siempre ha sucedido a lo largo de la historia, al mismo tiempo que el entorno social evoluciona, así también lo hacen los roles de los individuos componentes de la sociedad, las profesiones y las instituciones que le dan forma a la organización social.

En la denominada “Sociedad de la información”, caracterizada por transformaciones extraordinarias en el campo de la tecnología y el ámbito organizacional, el rol del bibliotecario esta cambiando.

Aclararemos que para el propósito de este trabajo me enfocaré en el perfil documentalista del bibliotecario. Por lo cual, de ahora en más le llamaré bibliotecario-documentalista o B/D.

Según Da Cunha (2003) Las profesiones están compuestas por personas que aplican conocimientos abstractos a casos particulares con el objetivo de solucionar problemas específicos de un grupo de personas. Cada grupo profesional define sus reglas y las relaciones que establece con la sociedad y con las demás profesiones.

El conjunto de profesiones forman un sistema, el cual es definido como una estructura que relaciona las profesiones entre ellas de tal forma que la evolución de unas afecta a las otras. Teniendo en cuenta el contexto en el que estamos inmersos todo indica que están emergiendo nuevos conceptos de organización de trabajo y de comportamiento con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación. Los cambios relacionados con nuestra profesión son el resultado de la diversidad de soportes, de las funciones, de los roles, de los usos y de las expectativas de los usuarios en relación con el tratamiento de la información.
Haciendo uso de la denominación de Abbott (1988) “jurisdicciones profesionales” podemos afirmar que las mismas, entendidas como campos de competencia laboral, están sufriendo cambios para el B/D. La explosión de la comunicación esta llevando a más profesionales de distintas áreas a ser sus propios documentalistas, estableciendo esto un peligro latente para el B/D que ve invadida su “jurisdicción” por otros que, sin estar lo suficientemente capacitados y formados para la tarea, resuelven sus problemas de búsqueda, clasificación y recuperación de información.

Ante esta situación se plantea la posibilidad de establecer alianzas profesionales con el fin de, por un lado mantener claros los limites de qué le compete al B/D, qué habilidades ha desarrollado a través de su formación y por el otro, dejar una zona- la que podríamos llamar “gris”- donde interactúa y se relaciona con profesionales de otras áreas a quienes les es útil (en el sentido mas pragmático de la palabra).

También estas alianzas dejarían en evidencia que el B/D esta aptamente capacitado para recuperar, clasificar y distribuir información pertinente en, prácticamente cualquier área del conocimiento, siempre que se encuentre asesorado en aspectos técnicos por profesionales del las distintas áreas temáticas o, a su vez, por bibliotecarios especializados.

Lo que es importante dejar claro es que el concepto que el bibliotecario tiene de trabajo y por sobretodo el concepto que la sociedad tiene del trabajo del bibliotecario esta cambiando.

Dependerá en gran parte de los propios bibliotecarios el interiorizarse de los nuevos campos de acción laboral y demostrar hasta donde se puede llegar con la formación recibida. Algo a tener en cuenta es que para sobrevivir en este mundo cambiante, para continuar estando en acción es imperioso el continuo perfeccionamiento como también es muy útil llegar a un punto de especificidad de nuestra labor particular de manera tal, que cada B/D sea irremplazable y su actividad no se vea absorbida.

Perfil del documentalista

El término acuñado en las últimas décadas “gestor de información” representa un conjunto de competencias relacionadas con el manejo de la información, su distribución, clasificación y recuperación dentro del ámbito empresarial. Entre otras, funciones del “gestor de información” son: la comunicación social, empleando para este fin las nuevas tecnologías, y ampliación del acceso a la información desde distintos sectores de la sociedad; debe a su vez tener amplios conocimientos de otras áreas temáticas tales como la informática, la lingüística, etc. Para Pérez Pullido (2006) el bibliotecario…“se configura en nuestro días con un perfil multidimensional, pues va a realizar tareas distintas según los tipos de bibliotecas, y también la practica profesional puede variar según forme parte de equipos (sistemas o redes) o trabaje en pequeñas bibliotecas.”

Según Codina (2002) en el futuro de la profesión se perciben dos campos:

  • El sector clásico de la documentación (lo que en América latina llamamos bibliotecología) bibliotecas y centros de documentación.
  • El sector de la empresa.

Dentro del cual se definen los siguientes campos:

  • Gestión integral de la documentación.
  • Gestión del conocimiento.
  • Arquitectura del conocimiento.
  • Vigilancia tecnológica / Inteligencia competitiva.

Competencias profesionales

Para redefinir el marco de actuación de una profesión es necesario delimitar cuales son las competencias necesarias y esperables de determinado grupo de personas que dicen estar capacitados para brindar un servicio a la comunidad.

Ahora bien, ¿qué entendemos por competencias?

Buscando una definición simple podríamos decir que las competencias son determinadas habilidades prácticas que se adquieren por formación y se demuestran en un campo de acción definido y especifico relacionado, generalmente, con el ejercicio de una profesión, diferenciándolas así de un talento natural, como podría ser la capacidad de recordar datos o fechas. La competencia es “la capacidad de actuar frente a una situación” (Handengue-Dezael, 2003) y relaciona tres tipos de saberes: los conocimientos teóricos (saberes), capacidades para actuar (saber hacer) y comportamientos (saber estar).

En lo relacionado con las competencias propias de nuestra profesión podemos decir que: “se tratan de un conjunto de actitudes, habilidades, valores, y conocimientos que han de tener los profesionales de la información para realizar su trabajo de forma efectiva y contribuir positivamente a sus organizaciones, clientes y profesión” (Serra-Ceña, 2003).

En lo que respecta a este trabajo es oportuno importarte remarcar que estas competencias no son en absoluto estáticas ni se adquieren de una vez y para siempre. Dentro del contexto en que nos hallamos inmersos, cambiante hasta el cansancio en aspectos socio-económicos, es de vital importancia seguir formándonos y establecer relaciones interdisciplinarias, las cuales dotaran a nuestra profesión de la visibilidad necesaria para que desde otros ámbitos sociales se nos tenga en cuenta. Esta en nuestras manos que la sociedad deje de relacionar al bibliotecario únicamente con la biblioteca, los libros y el silencio.

Jessica Soledad Castaño

Me centraré en dar a conocer algunas bibliotecas de Argentina, principalmente las hospitalarias y tambien un poco de populares, públicas, etc. Publicaré algunas entrevistas de personajes del ámbito de la documentación en mi país y veremos como es la enseñanza de la bibliotecologia por acá.

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