…o cómo hacer de las bibliotecas espacios seguros para las personas trans todo el año
“Nosotros, nosotras, nosotres, los maricas, las bolleras, las personas bi, trans, no binaries, de género fluido, queer, los viciosos, la aberración del sistema, los enfermos, quienes estamos al margen, quienes no somos tan importantes, quienes somos la mierda para muchos, quienes recibimos palizas en la calle, a quienes nos insultan en el colegio, a quienes nos echan de casa, a quienes medicalizan sus cuerpos, a quienes aún nos someten a terapias de conversión, a quienes nos hacen sentir vergüenza, a quienes aún nos persiguen, asesinan y torturan. Nosotros también somos literatura.” Rubén Serrano.
Este extracto del periodista, escritor y activista Rubén Serrano forma parte del prólogo maravilloso de “Asalto a Oz”, uno de los libros que los bibliotecantes de Nou Barris (Barcelona) podrán encontrar en su biblioteca pública, gracias a la labor del staff bibliotecario, liderado por Eric Sancho — bibliotecario que, por cierto, ha inspirado este post.
Eric Sancho y Emília Sánchez -anterior directora de la biblioteca Nou Barris- analizan en el imprescindible paper “LGBTQ+ Librarianship in the 21st Century: Emerging Directions of Advocacy and Community Engagement in Diverse Information Environments” cómo las bibliotecas públicas del siglo XXI se enfrentan a múltiples desafíos: el seguir siendo relevantes frente a las nuevas tecnologías; los recortes neoliberales post-crisis 2008 y los diferentes cambios de las realidades sociales que les rodean. Uno de estos cambios sociales que ha crecido más rápido está asociado a las comunidades trans. Y a cómo las representaciones positivas, el acceso a la información y el diálogo entre las comunidades locales y los colectivos trans, tradicionalmente, han brillado por su ausencia.
Ayer fui a la biblioteca a buscar libros de historia LGTB, y el gaycentrismo sigue imperando y lo LGTB parece que solo es G.
Pero entre enfado y enfado, me encontré con tres libros de mi querido @Nando_Lopez_ y me alegró la tarde, para que mentir.— Jules (@hermidajg) March 24, 2021
Pero vayamos por partes. Vamos a ver qué pasa el 31 de marzo, qué se está haciendo en bibliotecas y algunos consejos que nos dan bibliotecarixs trans y queers. Como persona cis que soy, esto va a ser una una curación de contenidos, es decir, un post lleno de citas y de links, escrito desde la humildad y las ganas de desaprender para que dejemos de tener que incluir y, quizás algún día, dejemos de tener que hablar de diversidad. Vamos a ello.
31 de marzo: Día de la Visibilidad Trans
Hoy, 31 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Visibilidad Trans. Un día señalado para reivindicar la dignidad y los derechos de las personas trans (transgénero, transexuales, travestis, no binarias o de género fluido) y sensibilizar en contra de la discriminación hacia esta comunidad en todo el mundo. Se celebra desde 2009 gracias a la activista estadounidense Rachel Crandall, que lo propuso para poner el acento en celebrar a las personas trans vivas y para concienciar acerca de la vulnerabilidad y precariedad en la que se encuentran estas vidas.
Como sabréis, la comunidad trans sufre discriminación estructural, múltiples violencias y la exclusión en diferentes ámbitos de su vida y, en muchos casos, se enfrentan a obstáculos para acceder a derechos fundamentales y servicios básicos como la vivienda, el empleo, etc. Además y como es lógico, las personas trans también pueden vivir atravesadas por otras opresiones relacionadas con el racismo, edadismo, clasismo, capacitismo, etc. Cada persona es un mundo o, como titula Noemí Trujillo su artículo de hoy: «No hay una sola manera de ser trans«.
¿A cuántas personas trans conoces?
Si la respuesta es pocas o ninguna, puedes preguntarte por qué y también escuchar algunos testimonios, puedes empezar con este reportaje de RTVE “Vidas en trans”. Escuchar estas historias reales es, quizás, una gran forma para humanizar, para aclarar conceptos, para derribar estereotipos y fobias:
Dignidad para personas trans en bibliotecas públicas
Como ya sabemos, la inclusión no es sólo una creencia o un conjunto de valores inherentes a las bibliotecas públicas. La inclusión real la conforman acciones que requieren una base de conocimientos y habilidades practicadas. Parafraseando este tweet de Amelia Gibson, se necesita más que buenas intenciones para tener una biblioteca inclusiva.
Explorando diferentes guías y artículos sobre inclusión de la comunidad trans en bibliotecas, recomiendo especialmente la que elaboraron Brett D. Currier y Tessa White: “Creating the Trans-Inclusive Library: A Practice Guide” por su bella introducción y por parecerme muy completa (podéis descargar aquí el PDF). Traduzco y resumo a continuación alguno de los puntos que me parecen extrapolables a las bibliotecas públicas españolas.
Recopilación de datos administrativos
Debemos preguntarnos si es necesario recopilar información sobre género. Frecuentemente, la información de género se incluye de forma predeterminada, pero puede que no sea necesaria. ¿Lo es para tu biblioteca?
Si decidimos incluir preguntas sobre género en encuestas debemos de explicar a los participantes de la encuesta por qué se recopila información sobre género, quién tendrá acceso a la información recopilada y cómo.
La manera en la que hacemos preguntas demográficas sobre identidad de género también importa, Currier y White recomiendan hacerlo a través de dos preguntas:
- La primera pregunta sería «¿Cuál es su identidad de género?» dando las opciones: Masculino / Femenino / No binario / Género no conforme / Otro.
- La segunda pregunta es: ¿Te identificas como trans?» dando las opciones: Sí / No / Prefiero no responder
Nombres y pronombres
Nombres preferidos. Debemos plantearnos si es realizable el implementar una política de cambio de nombre preferido que incluya todas las etapas de la interacción de un individuo con la biblioteca. Sí, esto tiene que ver con el nombre del documento de identidad Vs el nombre por el que deseamos que se nos llame. Esto puede resultar complejo, lo ideal es que nos informemos de cómo funciona en la comunidad autónoma y hasta dónde podemos llegar como biblioteca. Una vez lo tengamos claro, debemos de escribir y publicar unas instrucciones claras sobre cómo staff y usuarixs pueden cambiar su nombre en la base de datos.
Pronombres. El staff bibliotecario puede llevar una etiqueta indicando su nombre y pronombre como una declaración de intenciones inclusiva.
Preguntar a pronombres preferidos o pedir que nos los pregunten es útil también. Por ejemplo, el auxiliar de biblioteca Hal Patnott vio la oportunidad de iniciar conversaciones sobre la identidad de género con las familias del modo que vemos en la foto:
Como hombre transgénero a menudo se le etiquetaba erróneamente como «ella» y lo agotador que esto puede llegar a ser, colocó un letrero en el mostrador de servicio que decía «Pregúntame mis pronombres» como una invitación a aprender y evitar situaciones incómodas (fuente).
En los talleres o conferencias (presenciales o por Zoom) se le puede pedir a las personas que asisten que añadan sus pronombres junto al nombre.
Baños
Podemos referirnos a “baños para todos los géneros” de diferentes maneras: inclusivos, neutros, sin género, etc. Aunque muchas bibliotecas no sean lo suficientemente grandes como para tener diferentes baños, deberíamos de tenerlo en mente para incluirlo, si es posible. En Library Journal publicaron este artículo sobre diseño de los baños inclusivos en bibliotecas, remarcando cómo la arquitectura es política y también os recomiendo este otro post de Taylor Reich en el que explica cómo los baños neutros en espacios públicos benefician a mucha más personas de las que imaginamos. Además, también es recomendable:
- Redactar una declaración pública sobre los baños para todos los géneros que explique por qué la biblioteca contempla el tener baños para todos los géneros.
- Crear y usar letreros consistentes para baños de todos los géneros. Conversando con Alejandra Quiroz, mencionaba esas bibliotecas en las que sólo hay un baño para todxs, sin especificar género y cómo el nombrarlo como “baños para todos los géneros” en cartelería puede ser una declaración política de inclusión. Ya sabemos que lo que no se nombra, no existe.
- Algunas bibliotecas y sistemas bibliotecarios han desarrollado letreros iguales (iconos, tipografía, terminología) de baños inclusivos para todos los géneros, que crean coherencia en toda la red.
- Crear un inventario de todos los baños para todos los géneros y publicar un mapa de esos baños, si es posible.
Colecciones
Por supuesto, tener una colección LGBTQ+ y, además, otra especializada en comunidad trans. Destacarla en Centros de Interés o exposiciones, establecer lazos con la comunidad local, educativa y universitaria es algo que merece la pena destacar del trabajo de la Biblioteca Nou Barris y su colección Identidad Trans y Género que mencioné al inicio del post.
La Biblioteca Nou Barris es una de las pioneras en tener una colección colección de materiales sobre comunidad trans y de género no binario de todo el país. Como decía, esta iniciativa surge cuando Eric Sancho, que estaba realizando su transición de género, detecta que en la biblioteca donde trabajaba no había mucho material de consulta sobre personas trans. Algo que es bastante habitual, pues ya vemos cómo se trata de un colectivo invisibilizado y marginalizado.
En la Nou Barris realizaron la compra de colecciones para elaborar el fondo Identidad Trans y Género (comenzaron con 150 documentos: novelas, libros, películas que cuestionan la construcción del género clásica) y actualmente cuentan con más de 700 documentos de consulta que siguen dando respuesta a las dudas y preguntas sobre diversidad de género de lectores de todas las edades. Me cuentan que los préstamos no dejan de crecer. Si quieres saber por dónde empezar a seleccionar documentación, te invito a leer en la bibliografía final*.
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Establecer relaciones con el entorno
Como ya sabemos, limitarnos a comprar libros no es suficiente, siguiendo con el caso de la Nou Barris, planificaron actividades para utilizar la biblioteca como un punto de encuentro entre la biblioteca, los autores trans, la comunidad trans y el público en general. Además de incorporar esta línea de acción a su plan estratégico de trabajo para los siguientes años.
En este vídeo podéis ver en qué consiste el proyecto y la “maleta pedagógica” que viaja por colegios e institutos. Nada me gusta más que ver las alianzas entre bibliotecas e instituciones de enseñanza donde comenzamos a aprender los valores del sistema al que pertenecemos y siguen siendo tan frecuentes los problemas de ‘bullying’ por cuestiones de diversidad de género.
«Queremos formar al personal de la biblioteca en el que es temas de género y que se creen visitas escolares para todos los ciclos. También para ir a los institutos y establecer diálogo con los jóvenes. Siempre con la idea de dar a conocer este fondo específico en la biblioteca», explica Anna Cabré, la directora de la Biblioteca Nou Barris. Las visitas escolares para tratar temas de género también son muy recomendables para normalizar, visibilizar y generar interés sobre ello.
Formar en la diversidad
Como vemos, organizar una charla/conferencia LGBTiQ+ es una de las acciones que proponen la mayoría de autores. Algunos consejos para realizar conferencias y talleres:
- Cuando organicemos una conferencia, solicitaremos pronombres de género a todos los asistentes.
- Tener o habilitar un baño para todos los géneros.
- Tener un Código de Conducta que incluya identidad de género, expresión de género y estatus trans.
- Si realizamos unas jornadas sobre diversidad, debemos realizar presentaciones trans inclusivas.
- Un congreso o taller sobre diversidad puede adoptar muchas formas, incluidas jornadas sobre diversidad general para estudiantes, staff y usuarixs. Además, de realizar talleres de desarrollo profesional para staff, que incluyan talleres sobre cómo servir a los miembros de comunidades marginalizadas, incluida la comunidad trans. Bonus extra: facilitados por talleristas trans, generando empleo.
Protocolos ante delitos de odio
¿Qué hacemos cuando en la biblioteca se dan escenas de LGTBIfobia? Debemos de crear protocolos para que si se produce un incidente de discriminación o de acoso en la biblioteca se puedan denunciar y tengamos algunos recursos para responder.
Debemos proporcionar servicios de asesoramiento para staff y usuarixs, y asegurarnos el cumplimiento de la ley. Podemos empezar creando una cuenta de correo electrónico o un número de teléfono para que las personas informen de los incidentes si no se sienten cómodos identificándose o hablando en primera persona.
Generando empleo
Tener en mente contratar a personas trans para las bibliotecas es algo importante, especialmente, teniendo en cuenta las escandalosas cifras de desempleo de la comunidad trans.
Algunos ejemplos pueden ser: contratación de talleres (¡no necesariamente sobre género, pueden ser de cualquier cosa que necesitemos ofrecer en la biblioteca), cuentacuentos y otras actividades que realicemos con personal externo.
Visibilizar y comunicar con lenguaje inclusivo
Ya hemos visto cómo crear un centro de interés o una exposición es una gran idea para destacar la colección dentro de la biblioteca:
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Además de incluirla en los canales de comunicación tradicionales: redes sociales, newsletters o prensa.
No hemos llegado hasta aquí para descuidar el lenguaje inclusivo, ¿verdad? Citando la maravilla de artículo de Jorge Carrión en el New York Times:
“Para que las políticas de la inclusión sean efectivas en el mundo, primero tenemos que aceptar en nuestro lenguaje poéticas inclusivas […] No creo que importe si estás a favor o en contra del uso cada vez más común de palabras neutras. Lo importante es que nadie olvide que la inclusión sigue pendiente.”
Si quieres saber más, Ana Ordás ha escrito este post con tips para comunicación inclusiva en bibliotecas. No hay excusas.
Bibliografía
Acabo el post como lo empecé, con otro interesante paper de Eric Sancho: “La Literatura como afirmación de una existencia. Cómo leer cuando las personas trans se escriben” donde Sancho nos plantea diferentes cuestiones: ¿Cómo abordar la literatura escrita por personas trans? ¿Qué factores hay que tener en cuenta cuando leemos textos escritos sobre el vacío cultural que silencia un colectivo subalterno? Puedes leer más aquí.
Sobre la diferencia entre identidad sexual, orientación sexual y el Unicornio del género: https://transstudent.org/gender/
Para preparar este post también escuché esta charla de la Asociación de Bibliotecas de Washington que os animo a ver (es en inglés con subtítulos):
Si no le tienes miedo al inglés y quieres seguir leyendo más bibliografía, puedes consultar este SÚPER listado de artículos curado por: Sunny Kim, Teen Services Librarian, Seattle Public Library; Reed Garber-Pearson, Integrated Social Sciences & Online Learning Librarian, University of Washington; Micah Kehrein, Library Associate IV, Seattle Public Library; Bean Yogi, Library Associate II, Seattle Public Library. Que hicieron para la reunión anual de 2017 de la Asociación de Bibliotecas de Washington.
Y, cómo no, los siempre recomendables recursos de la American Library Association (ALA): Libraries Respond: Protecting and Supporting Transgender Staff and Patrons
Acabo el post dándote las gracias por haber llegado hasta aquí, por atrevernos a incomodarnos, a inspirarnos y a seguir repensando las bibliotecas para que sean lugares, efectivamente, para todas, todos y todes. Te invito a que sigas investigando, hablando con personas trans, leyendo libros de autores trans, viendo cine LGTBiQ+, visibilizando en redes, no callando ante injusticias.
Para celebrar este 31 de marzo, no puedo dejar de recomendar “Las Malas” de Camila Sosa Villada, que me ha acompañado en este #InternationalWomensMonth y que es lo mejor que he leído en mucho tiempo. En este TEDx su autora cuenta su historia de vida que desarrollaría años más tarde en la mencionada novela y que, por cierto, está en eBiblio:
Feliz 31 de Marzo, #VivasNosQueremos.