¿Cómo comenzar con el SEO de mi biblioteca?

Hace unas semanas lanzamos una encuesta sobre aspectos SEO del sector, ¡muchas gracias a todas las bibliotecas que participaron! Muchas respuestas fueron variadas, pero una mayoría aplastante está interesada en que su biblioteca apareciese posicionada en Google y, además, un 27% de los encuestados ya están trabajando el SEO:

Resultados encuesta SEO

Si te encuentras leyendo este post quizás es porque te interesa el SEO para aplicarlo a tu biblioteca, o quizás buscas unos consejos para posicionar tu web entre los primeros resultados de Google, como ya están haciendo algunos compañeros, o porque quieres saber más sobre este mundo del marketing para buscadores. Por ello, te doy la bienvenida a este artículo introductorio, que va a ser el primero de una serie de posts dedicados a la visibilidad en buscadores de las bibliotecas (ya sabes, se podrá aplicar también a archivos y centros de documentación también, aunque centraré el estudio en las bibliotecas), con foco en las respuestas recibidas en la encuesta. Espero que sea de vuestro interés, no olvidéis dejarme un comentario con cualquier sugerencia.

Qué el SEO y cómo funcionan los buscadores

Como vimos en el anterior post, el SEO son las siglas de Search Engine Optimization que en español traducimos como “optimización para motores de búsqueda” o, más habitualmente, “posicionamiento en buscadores”.

Para entender bien qué es el SEO, es recomendable entender cómo funciona un buscador – como Google- que puede parecernos similar a cómo funciona un catálogo de la biblioteca.

Google tiene un robot, Googlebot, que va descubriendo URLs siguiendo enlaces en sitios web o a través de los sitemaps en xml que le indicamos, como si fuera una araña en la red, por eso se les dice spiders. Una vez rastrea estas páginas, las incorpora a su índice y es cuando decimos que “la URL está indexada”. Como es lógico, es imprescindible que una URL esté indexada para que aparezca entre los resultados de búsqueda.

Cuando un usuario hace una búsqueda en Google, el buscador activa su famoso algoritmo y nos muestra unos resultados basados en lo que se denomina “relevancia”. Al hablar de relevancia en SEO, nos referimos a la relación que debe existir entre:

  1. Las palabras clave que escogió el usuario a la hora de hacer un consulta en el buscador.
  2. La autoridad del sitio web posicionado. Basada en la popularidad y la relevancia del contenido -y otros aspectos como el código, la velocidad, el diseño adaptado, etc.- de la página web a la que accede a través de los resultados de búsqueda.

¿Cómo saber si mi web está indexada?

Muy fácil, basta con hacer una búsqueda por tu marca, si apareces en Google, es que lo estás. Si además quieres saber cuántas URLs tienes indexadas en Google, puedes usar el comando site:midominio.com para averiguarlo.

Si eres administrador de la web, lo ideal es que la des de alta en Search Console, una herramienta gratuita de Google gracias a la cual podemos conocer “la salud” del sitio web: su rendimiento, cobertura, inspeccionar URLs para conocer si están indexadas, si existen errores de rastreo (como los famosos errores 404) y otros aspectos muy interesantes, como la usabilidad móvil o los enlaces externos que recibe la web.

Como conclusión, cuando nos preocupamos por el SEO, debemos de asegurarnos que las URLs que queremos posicionar sean rastreables, estén indexadas y sean relevantes para el usuario. Trataremos por tanto de optimizar nuestra web a nivel onsite y offsite, pues cuanto más relevantes seamos para las búsquedas interesantes que hace el usuario, más presencia tendremos en las páginas de resultados de Google. Con una mayor visibilidad, crecerán las visitas a la web de nuestra biblioteca.

¿Cómo saber qué palabras clave son más relevantes para mi biblioteca?

Una vez tenemos las URLs que queremos posicionar, tenemos que hacerlas relevante para las palabras clave que consideramos importantes para nuestra actividad. 

Dichas palabras clave deberán de cumplir tres importantes requisitos:

  1. Que sean buscadas: que nuestros usuarios usen esas keywords, no que nosotros las supongamos.
  2. Que sean asequibles: que el nivel de competencia sea asumible. Por ejemplo, será complicado posicionarnos por “biblioteca” o “lectura”, pero no lo será tanto por las palabras clave como “biblioteca murcia”, “club de lectura murcia” y otras variantes menos competidas de cada una de las palabras clave que nos interesan. Es lo que se conoce como “long tail”, y son palabras más largas que son menos competidas y, además, nos darán un tráfico más cualificado.
  3. Que sean atractivas: que nos aporten un tráfico de calidad, que esté interesado en los servicios de nuestra biblioteca. Por ejemplo: “Cuentacuentos en Cartagena”, “talleres de poesía”, “último libro de Isabel Allende”.

Este punto de investigación de palabras clave (o keyword research) es imprescindible para localizar aquellas palabras clave genéricas y específicas que usan nuestros usuarios. Es el punto de partida para cualquier proyecto SEO y será lo que marque nuestra estrategia global.

Algunas herramientas para comenzar un estudio de palabras clave, lamentablemente, casi todas son de pago o tienen una versión gratuita limitada:

  • Keyword Planner de Google. Hace unos años era gratuito, ahora es una herramienta para los anunciantes de Adwords.
  • SEMRush, Keywordtool.io o Sistrix. Tienen una versión gratuita, pero será en la premium en la que veamos más datos.
  • Answer the public. Recomendable para conocer combinaciones de palabras clave y también es muy interesante para crear contenidos en el blog de la biblioteca.

Answer the public

Comenzando con la optimización onsite

Esto sería como rellenar los campos de un OPAC, más o menos 😉 Una vez tengamos claras las palabras clave por las que apostamos, deberemos de incorporarlas en las diferentes URLs que queramos posicionar, mirando con especial interés:

  • En la URL. Lo más próximo al dominio principal.
  • Etiqueta <title>. Es la que aparece en la barra del navegador y la que suele aparecer en azul en los resultados de búsqueda.
  • Título y subtítulo. Usaremos los encabezamientos Hx para incluir las palabras clave en las diferentes secciones.
  • A lo largo del texto, además, es importante que el texto sea original, con una extensión que supere las 500 palabras (aproximadamente, para evitar penalizaciones, es importante que Google no considere tu contenido débil o copiado). También podemos marcarlas como negrita o incluirlas en listados.
  • En las imágenes. Las imágenes son “invisibles” para los buscadores, por lo que hay que dotarlas de descripción en: el nombre del archivo, la etiqueta title y ALT.

Finalmente, es interesante usar esas palabras clave en el enlazado interno de la web. Esto es, si tengo una sección que sea midominio.com/cuentacuentos el texto del enlace que usemos (o anchor text) deberá de ser esa palabra clave “cuentacuentos” o sus relacionadas, “cuentacuentos para niños”, “cuentacuentos en Madrid”, etc.

Además de optimizar los contenidos, estas son otros aspectos de los que nos ocuparemos al comenzar con el SEO de nuestra web:

  1. Tener una arquitectura web lógica, que tenga el SEO en mente, de modo que cada URL esté optimizada para una familia de palabras clave y esté correctamente relacionada con el resto de las URLs (ya sea a través de una arquitectura jerárquica u otra más horizontal).
  2. Hacer un sitemap en xml (o varios, dependiendo de la complejidad del sitio web) y enviarlo a Google a través de Search Console, como hemos mencionado anteriormente.
  3. Tener una web adaptada a dispositivos móviles. Esto es indispensable, lee más sobre el diseño web adaptable.
  4. Que el rendimiento de la web sea óptimo. De nada nos vale tener una web preciosa y optimizada, si tarda mucho tiempo en cargar. Muchos estudios aseguran que el usuario medio de Internet no espera más de 3 segundos en que cargue una web, ¡somos unos impacientes! Si quieres probar cómo funciona tu web en este sentido, te recomiendo que pruebes esta herramienta gratuita de Google.
  5. Solucionar errores de rastreo. Todas las URLs deben dar como resultado un código 200. A nadie nos gusta caer en un error 404 y menos a Google.
  6. Contar con un certificado https, que garantice una navegación segura al usuario.

Comenzando con la optimización offsite

Es cierto que los contenidos, la programación y el rendimiento de la web son muy importantes, pero no debemos de olvidar cuidar la popularidad de un sitio web, pues es otro de los factores que Google tiene en cuenta a la hora de posicionarnos entre los primeros resultados.

Esta parte está relacionada con el número de enlaces que recibe la web de la biblioteca, si una web tiene enlaces que apuntan hacia ella desde otros dominios de calidad, Google lo considerará como algo positivo, casi como cuando recibimos una cita a un trabajo científico.

Como consejo, si viene alguien de prensa a hacer un reportaje a la biblioteca, pídele que en el artículo ponga un enlace a la web 😉  Así mejoramos la reputación, ganaremos autoridad en buscadores y conseguiremos mejores rankings. 


Hasta aquí una breve introducción al SEO para bibliotecas. No olvidéis dejarme un comentario con cualquier sugerencia o tema que queráis profundizar. ¡Gracias!

Irene Blanco

Codirectora de BiblogTecarios. Irene Blanco es documentalista, especialista en transformación digital y activista bibliotecaria. Escribe desde 2010 en Biblogtecarios sobre bibliotecas, comunidades e Internet.

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