Laboratorios Bibliotecarios con Personas que Cuentan

“Amor por la lectura, pasión por la inclusión” era el nombre del proyecto en el que tuve el gusto de estar colaborar en los pasados Laboratorios Bibliotecarios, celebrados en Medialab la pasada semana.

Liderado por la Biblioteca Pública de Carabanchel y el Centro de Rehabilitación Psicosocial Los Cármenes, formamos un equipo interdisciplinar y diverso integrado por bibliotecarios, educadores sociales, psicólogos, artistas y vecinas del barrio de Carabanchel.

Nuestro objetivo era aterrizar las ideas que el proyecto desarrollado se convertir en un prototipo, describiendo las etapas y el proceso de ejecución de actividades con marcado carácter comunitario, con el fin de que esta experiencia pueda ser transferida a otros contextos y bibliotecas. Laboratorios Bibliotecarios con Personas que Cuentan

Y lo hicimos, aunque lo más bonito fue pasarnos más de 25 horas reflexionando sobre las bibliotecas públicas, entramados vecinales, estereotipos, vulnerabilidad, escucha y la vida en los barrios de la periferia. Aquí va un pequeño resumen de esas reflexiones.

Convivencia sin miedo en bibliotecas y barrios

El arranque del proceso de trabajo fue tan sencillo como definir qué es la biblioteca para cada uno de los integrantes del grupo. Algunas personas confesaron que las primeras veces que se acercaban a una biblioteca les imponía miedo, con “tantas normas y tanta cultura”.  

Es interesante que saliese esa emoción tantas veces no verbalizada porque, quizás, nos da vergüenza reconocer que tenemos miedo. Porque es esa misma emoción muchas veces sucede en las calles del barrio cuando nos cruzamos con personas de otras comunidades. Miedo a algunas personas que consideramos “diferentes” -por ser migrantes, trans, racializadas, refugiadas, etc.- que, quizás, no nos reconocemos ni verbalizamos directamente.

Nos gustaba la idea de prototipar un proceso de transformación de esas emociones y que la biblioteca se convirtiese en un laboratorio de experimentación, en un lugar de convivencia real, de encuentro y seguro, que luego se pudiese replicar a las calles del barrio.

¿Cómo?

Obviamente, la parte de las alianzas del entramado vecinal del barrio es imprescindible, partimos de la base de que para llevar hacia delante un proyecto de esta envergadura es necesario tener relaciones sólidas entre las bibliotecas, asociaciones y demás colectivos del barrio. En nuestro caso, esto era algo ya hecho, Carabanchel tiene mucho power.

Las herramientas con las que arrancar el proyecto serían las llamadas “Bibliotecas humanas” y los paseos literarios. Que también nos trajeron mucho que reflexionar.

Bibliotecas Humanas

Son una potente herramienta a través de la cual fomentar la convivencia, la escucha y el diálogo. La biblioteca humana es una experiencia que inició la ONG Stop the Violence en Copenhague, en el año 2000, momento en el que en Dinamarca ocurría una enorme confluencia de personas de distintas culturas, religiones y razas, creándose un “sentimiento de invasión” entre algunos daneses (¿os suena?). Para suavizar esta situación se crearon estas “bibliotecas humanas” como una plataforma para fomentar el diálogo entre personas que en condiciones normales no hablarían jamás, consiguiendo poner en entredicho prejuicios y estereotipos, y ayudando a afianzar la cohesión social.

La dinámica es sencilla: el lector llega a la biblioteca y en lugar de coger un libro en préstamo, selecciona un “libro humano”. Diferentes personas narran su historia de vida -normalmente son historias invisibilizadas por no formar parte de la llamada “normatividad”, esto es, personas LGTBiQ, migrantes, sin hogar, etc. y se establece un proceso de escucha y diálogo, que suele resultar transformador.  Podéis ver este vídeo para terminar de entenderlo: 

«No juzgar un libro por su cubierta» es la frase que abandera la iniciativa y suena bien, pero en nuestro grupo quisimos matizar algunos aspectos en primer esbozo de manifiesto:

  • Proponemos que sean historias de todas las vecinas y vecinos del barrio, independientemente de la exclusión o privilegio en el que vivan. 
  • No tenemos por qué centrar el relato en aquello que nos hace “diferentes”, ni asumir la responsabilidad de hacer más “tolerantes” a aquellos que se presuponen “normales”. 
  • Queremos intentar romper los estigmas de la otredad, no ponerles una lupa ni explotarles en un afán de “integración” o ponerles la responsabilidad de cambiar los sesgos ajenos.
  • Queremos que todas las historias del barrio se vean reflejadas, las de la panadería, las del Centro de Rehabilitación Psicosocial Los Cármenes, las de la biblioteca, las de la radio comunitaria o las del bar de la esquina. 
  • Creemos que todos somos artistas, todos tenemos una historia que contar y que, además, nuestras historias cuentan, importan y serán narradas por nosotras, si nos apetece.
  • Los libros humanos tienen que sentirse seguros antes de exponer su historia. Para ello se realizarán dinámicas para llegar a un relato que nos haga sentir cómodos y talleres teatrales donde trabajar la expresión corporal, el tono, la respiración y la gestión de emociones durante nuestra narración.
  • Se definirán las normas del libro humano: cuánta gente lo escuchará, cómo será la dinámica de preguntas y los tiempos. 
  • La Biblioteca Humana será fruto de un proceso participativo y de creación colectiva, por lo que cualquiera de estos puntos puede sufrir cambios.  
  • Además, del proceso se harán talleres de diseño de cubiertas, se intentarán catalogar esos libros humanos y grabarlos en forma de podcast -usando la radio comunitaria del barrio, aliada en el proyecto-, de modo que la memoria del barrio esté documentada y disponible para cualquiera que la quiera consultar.

Paseos Literarios

Hablar de paseos es hablar de mapas, de calles, de identidad de barrio. Hablamos mucho de Carabanchel, de sus estereotipos y sus realidades.

Porque en los barrios más céntricos de cualquier ciudad son habituales los paseos literarios dedicados a Cervantes, Lope de Vega o Jacinto Benavente. Pero, ¿cómo trasladamos estos paseos literarios a la periferia? Nos preguntamos si tenía sentido replicar estos paseos más típicos, seguir mirando a esta “alta cultura”, a esas calles de literatos de renombre y -aunque no lo descartamos y serán los participantes los que elijan cómo enfocar esta actividad de forma participativa-  nos gustaba la idea de imaginar cómo sería hacer este paseo con las historias del barrio. Cómo sería crear nuestros mapas de los afectos y trazar cartografías, a veces invisibilizadas por la historia oficial, esa marcada por señores importantes que han hecho grandes cosas.

Algunos proyectos para seguir inspirándonos:

Una notas a añadir…

Nos gusta pensar en que la biblioteca pública puede albergar un espacio de preparación a las Bibliotecas Humanas y Paseos Literarios, sin olvidar usar los fondos en la documentación y proceso de creación.

Productos derivados del proyecto serían podcasts, fanzines y otras publicaciones que documenten la experiencia y tengan una segunda vida digital. 

Mezclando todo…

Podría ser una buena idea que, después de evaluar la primera Biblioteca Humana, se pudiesen ubicar esos libros humanos en su contexto, haciendo de Carabanchel Alto un gran “site specific” de las historias de las vecinas y vecinos.

Poner códigos QR en la calle con un enlace al podcast del libro humano, podríamos hacer paseos literarios con las personas que viven en el barrio. Porque sus historias merecen ser contadas, escuchadas y formar parte de la memoria local. Porque en el momento en el que le damos valor, hacemos barrio, empoderamos a las vecinas y vecinos, nos convertimos en “Personas que cuentan”. Generando en el espacio de la biblioteca un lugar de experimentación, creación y convivencia, donde podemos sentirnos escuchados, donde pertenecemos, seamos como seamos, vengamos de donde vengamos, contamos. 

Por eso decidimos cambiarle el nombre al proyecto por “Personas que cuentan”, porque esto va más allá de la lectura y de la inclusión, esto va de personas con mucho que contar, personas con historias que nos importan, porque nos cuestionan miedos, porque hacen que  la biblioteca y el barrio se puede convertir en un espacio un poco más seguro y aquel vecino extraño quizás no me resulta tan extraño, porque sabe mi historia, o porque escuché la suya.

Resultados…

Daniel Goldin visitó nuestro laboratorio y -creemos que acertadamente y con la sabiduría que le precede- nos sugirió que pusiésemos el acento de todo el prototipo en el proceso, entendiendo que es lo que será realmente transformador, y no tanto el éxito o el fracaso con el que, convencionalmente, se evalúan estas acciones. Es decir, no es tan importante que no salga cómo esperábamos el recorrido o la lectura del libro humano, sino disfrutar de su preparación. Nos lo quedamos también.

Ya sabéis, cuando vayas a Itaca, pide que el camino sea largo. Y mejor si vais bien acompañados.

 

(Sí, aprovechamos el encuentro para hacer una pequeña quedada BiblogTecaria con Ana Ordás, que estaba colaborando en el interesantísimo proyecto 9BJoven, que tenéis que leer, Julián Marquina y Rebeca Hernández.)

Irene Blanco

Codirectora de BiblogTecarios. Irene Blanco es documentalista, especialista en transformación digital y activista bibliotecaria. Escribe desde 2010 en Biblogtecarios sobre bibliotecas, comunidades e Internet.

3 respuestas a «Laboratorios Bibliotecarios con Personas que Cuentan»

  1. Muy grande tu articulo, tu comentario. Me encanto que coincidieramos en ese grupo. Gracias por tus aportaciones y queremos contar contigo para este proceso.
    Koldo.

    1. ¡Millones de gracias, Koldo! Un lujazo aprender tanto de vosotr@s, sois geniales. Amenazo con plantarme en Carabanchel muy pronto. Un abrazo para tod@s, especialmente para Paquita, Ana y Merche <3

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