Me estreno en esta interesante sección de EPItecarios de la mano de la doctora en Bellas Artes Bibiana Crespo-Martín y sus libros de artista en la era digital, que podemos encontrar el el último número de El Profesional de la Información.
Antes de entrar en materia, aclaremos que se entiende por como libro-arte a aquellas creaciones artísticas que mantienen algún tipo de relación con la idea de libro, de códice.
La irrupción de las tecnologías digitales ha provocado en el arte contemporáneo el nacimiento de una nueva corriente artística: el e-libro-arte y el hiperlibro-arte.
Bibiana Crespo-Martín establece así las diferencias entre dos tipos de libro-arte digitales:
- El e-libro-arte (libro-arte electrónico) es un libro-arte servido en un soporte electrónico que precisa para su visualización de una pantalla textual, una pantalla gráfica, y/o unos dispositivos de emisión de audio, video, etc.
- El hiperlibro-arte es un libro-arte producido exclusivamente mediante estructuras tecnológicas digitales interactivas, sumergiendo tanto al artista como al lector en el particular lenguaje del arte digital. Dichos libros están mayoritariamente formalizados como screen based books para especificar aquellos libros de concepción y ‘consumo’ en pantalla (fundamentalmente pantallas táctiles), cuyo uso del texto se fundamenta en el hipertexto y el del contenido visual en el hipermedia gracias a la interacción, que es navegable y que se pueda leer de forma no necesariamente secuencial.
Estos dos libro-arte digitales se han propagado con bastante facilidad gracias a su propia condición de documento digitalizado -de sencilla difusión- y gracias a la aparición de software para su realización y distribución. Esto ha propiciado una mayor autonomía del artista que, en ocasiones, digitaliza sus libros-arte y los exhibe directamente en internet. Esta autoedición artística se da gracias a herramientas como Adobe Indesign, iBook Autor o Turning The Pages.
También ha propiciado el nacimiento de proyectos editoriales alternativos que ofrecen a los artistas una plataforma en internet donde publicar estos trabajos. Algunos ejemplos que cita Bibiana Crespo-Martín serían Bside Books o CrossMedia Publishing.
En el caso del hiperlibro-arte también es representativa la nueva figura del “lector-espectador” que tiene un rol más participativo al manipular la obra de arte, no únicamente leyéndola. Ello ha llevado a algunos pensadores a pensar que el lector es a la vez creador análogo o coartista de la obra.
En este interesante artículo, la autora comparte uno de los debates más candentes que cuestionan si la tradicional forma códice ha sido superada por la introducción de las estructuras electrónicas. Desde mi punto de vista, el hecho de poseer enlaces navegables, que las obras sean fácilmente actualizables o que las percepciones del lector se sumerjan en realidad virtual, no hace que “se supere” al libro de artista tradicional, sino que lo complementa. La experiencia en papel puede ser muy enriquecedora y creo que no es necesaria ponerlas a competir.
En este punto, es interesante la corriente de hibridación de medios que podemos ver en la propuesta A narrated portrait 2008-2011 (2013) de Eileen Hogan, una obra digital interactiva screen-based que incluye dibujo, pintura, grabación de voz y video.
Por otro lado, también es interesante el debate en torno a la obra original Vs copia en el contexto digital, donde todos libros-arte digitales son originales y todos los usuarios/lectores acceden al libro original, sin que ello suponga un detrimento de su valor.
Para finalizar, se destacan también las nuevas incertidumbres que nacen dentro nuestra profesión archivera y catalogadora cuando hablamos de cuestiones como ¿cómo se deben catalogar, compilar, archivar y conservar? ¿Nos debemos de desprender de este espíritu conservador testimonial cuando se trata de arte electrónico?
Crespo-Martín, Bibiana . “El libro-arte/libro de artista en su dimensión digital: el e-libro-arte y el hiperlibro-arte”. El profesional de la información, 2016, v. 25, n. 5, pp. 822-830. http://dx.doi.org/10.3145/epi.2016.sep.13