La primera vez que visité Manhattan tenía claro cuál era mi destino principal: la Biblioteca Central de Nueva York. Quería contemplar ese edificio majestuoso, sus leones en la puerta y sus salas de lectura abarrotadas de gente, como había visto tantísimas veces en el cine.
Al bajar en Grand Central, una siente una emoción que ensancha el pecho por la belleza de esta estación de trenes, por el ajetreo de los cientos de personas que recorren su vestíbulo y sus sus avenidas colindantes (Lexington o Madison) por la belleza de los rascacielos (ahí está el precioso Chrysler, que creo que es mi favorito de entre todos los que le dan entidad a ese skyline que representa esta ciudad) y porque poco a poco vas sintiendo la fuerza de la biblioteca central de NY, un paraíso para todos los que amamos las bibliotecas.
Mi sorpresa al llegar a la 41th street, entre las avenidas Park y Fifth, fueron las numerosas placas que van allando el camino hacia la biblioteca, poniendo en contexto a caminante, diciéndole que siga, que va por buen camino. Todo un desafío para esta ciudad en la que todo el mundo parece tener prisa, hablando por el teléfono móvil mientras van bebiendo un café y diciendo un fuerte “Excuse me” a cualquiera que ose pararse. Así que si tenemos el privilegio de parar y fijarnos en el suelo, veremos unas plaquitas de bronce con frases míticas que diseñó un artista llamado LeFevre, citando e ilustrando a 45 escritores (11 mujeres y 34 hombres) de 11 países, que abarcan 20 siglos. La Grand Central Partnership (GCP), una organización sin fines de lucro comprometida con la revitalización del vecindario alrededor de la Terminal Grand Central, concibió el proyecto a principios de los años noventa. Las citas se enviaron por bibliotecarios de Nueva York e hicieron la selección final expertos literarios convocados por el GCP, la Biblioteca Pública de Nueva York y la revista New Yorker. Después de 10 años y más de $100,000, este Library Way se inauguró en mayo de 2004.
A continuación, voy a compartir las 16 últimas frases, del total de 95 placas, que vemos desde Grand Central hasta una de las bibliotecas más impresionantes del mundo. Espero que las disfrutéis tanto como yo en estos paseos otoñales que me estoy regalando por la Gran Manzana.