Libraries Against Racism – #BibliotecasAntirracistas

Hace un año me preguntaba cómo el racismo ha impactado históricamente en las bibliotecas públicas a través de mi corresponsalía desde NYC, en el blog de Infobibliotecas. En ese post contaba la historia de dos bibliotecarias negras ejemplares de la ciudad de Nueva York, Regina Andrews y Jean Blackwell Hutson, activistas por los derechos humanos, intelectuales y pioneras de muchos servicios que ahora son bandera de la NYPL. Compartir historias de lucha con final feliz, al más estilo “The green book”, sienta bien. Pero también deja un regusto amargo cuando miramos al mundo y vemos cómo siguen sucediendo estas realidades, cómo en plena pandemia se están dando estas oleadas de violencia en las calles, cómo el racismo impacta en las vidas de tantas personas, cómo se sigue reivindicando algo tan sencillo como #BlackLivesMatter.

Hoy escribo estas líneas desde NYC, conmocionada y sobrepasada por estos días de protestas que han seguido al brutal asesinato racista de George Floyd, que hemos presenciado en bucle, en todos los medios del mundo. En estos días en los que el racismo es trending, se ha hecho viral la brutalidad policial, nos unimos al #BlackoutTuesday y no paran de salir en prensa historias como la del profesor de la Universidad de Maryland, Rashawn Ray, que a sus 40 años, ha sido detenido por la policía más veces que cumpleaños ha celebrado:  “Me han parado mientras conducía, estaba sentado en el parque, iba en autobús o en tren, caminaba, corría, estudiaba, comía o estaba de bares. He sido insultado, lanzado contra la pared y detenido por la policía”. Nos damos cuenta de que no son casos aislados, que vivimos en un mundo injusto y se está dando un momento épico de “despertar antirracista” global.

También publicaba The New York Times este artículo “No sólo marchan por el racismo, también leen sobre racismo”, donde detallan cómo han subido las ventas de libros antirracistas durante estas semanas de protestas. Necesitamos desaprender y escuchar las voces que gritan en las calles, examinarnos para ver cómo contribuimos en nuestro día a día a hacer una sociedad más justa. Y sí, nos vamos acercando a las bibliotecas, como puedes intuir.

Combatir el racismo desde las bibliotecas

Libraries Against Racism #BibliotecasAntirracistasEn estos momentos convulsos, las bibliotecas de Estados Unidos no quedan al margen. Como decía Soledad O’Brien en el encuentro de Nashville PLA2020, “las bibliotecas se encuentran en el sector de la justicia social”. 

En la newsletter que envió recientemente el director ejecutivo de la New York Public Library, Anthony Marx, manifestaba su dolor a los usuarios por la brutalidad policial y cómo la biblioteca está lista para seguir “luchando contra la ignorancia, proporcionando a los neoyorquinos las herramientas que necesitan para fomentar una mejor comprensión de los demás y de las divisiones raciales”. Este correo enlazaba con una serie de recursos electrónicos y con la lista que ha realizado en el Schomburg Center for Research in Black Culture, división de la NYPL:

Black Liberation Reading List

Si vamos a los perfiles sociales de cualquiera de las bibliotecas públicas de los 50 estados, podremos leer cómo se han unido al movimiento #BlackLivesMatter y cuáles son sus interesantes recomendaciones.

Es cierto que como bibliotecarios, la respuesta que damos de forma automática ante estas cuestiones suele estar relacionada con nuestras Colecciones.  Pero creo que las bibliotecas deberíamos ir más allá del “Centro de interés” y revisar cómo ofrecemos nuestros servicios, asegurándonos de que se cumple la premisa de inclusión que debe de asumir toda institución pública. Podemos inspirarnos en el Manifiesto de la IFLA/UNESCO, donde afirman que «somos una fuerza viva para la educación, la cultura y la información y agentes esenciales para el fomento de la paz y del bienestar espiritual a través del pensamiento de hombres y mujeres.» Especificando concretamente que debemos «fomentar el diálogo intercultural y favorecer la diversidad cultural». 

Por parte de la American Library Association, recogen la postura de diferentes líderes de sus divisiones en este artículo de su revista. Traduzco una parte de lo que dice en el mismo Tracie D. Hall, directora ejecutiva de la ALA:

El futuro de las bibliotecas se basa en la capacidad de frenar el racismo y las divisiones que crea y fomenta. El futuro de ALA, entonces, se basa en su capacidad para guiar al sector en la construcción de instituciones y políticas que promuevan la equidad racial, confronten el racismo y reconozcan plenamente que el futuro de nuestra nación descansa en la verdad fundamental de que las vidas negras importan (Black Lives Matter). Sólo entonces podremos honrar y expiar la memoria de George Floyd, Breonna Taylor, Ahmaud Arbery y el resto de nombres, demasiados, que siguen a los suyos.

Os recomiendo mucho que le echéis un ojo a este completisísisimo documento de Recursos para servir a comunidades diversas de la ALA.

Pensar que esto debe preocupar únicamente en Estados Unidos es, quizás, estar algo desconectado de la realidad de tantas personas racializadas y/o migrantes de España. Si indagamos un poco, veremos cómo dentro de nuestras fronteras ocurren diariamente estas violencias y otras desigualdades ante derechos tan básicos como vivienda o trabajo. No son pocos los artículos en los que personas afrodescendientes españolas ponen de manifiesto el racismo e invisibilidad que sufren en su día a día, reivindicando la inclusión social y política. Vivimos en un sistema racista (aunque nos cueste aceptarlo, podemos empezar por hacer este fast check) y eso se refleja también en los lugares públicos que deben de ser inclusivos y con tan noble misión como las de las bibliotecas.

Parece lógico, entonces, que como bibliotecarios/lectores/personas españolas hagamos el ejercicio de cuestionar nuestros sesgos y prejuicios. Podemos comenzar con algo tan sencillo como preguntarnos cuántos libros escritos por personas racializadas hemos leído. ¿Os salen más de dos o tres? Eso mismo se viene preguntando desde hace más de un año, la periodista y escritora Lucía Asué Mbomio en sus redes.

Por eso, comparto aquí y con su permiso (gracias, Lucía… aquí estamos, un año más tarde), parte de su lista de lecturas de autores negros, en su mayoría de España y Guinea Ecuatorial para salirnos un poco de la literatura estadounidense y escuchar también otras realidades más cercanas. Veo con gusto que algunos de estos libros ya están  incorporados en los catálogos de bibliotecas, otros de editoriales más pequeñas que merece la pena descubrir:

  1. “El viaje de Ilombe”. De Alejandra S. Ntutumu. Lydia Mba. [LIJ]
  2. “Los cuentos de la abuela chioma”, de Fumilayo Johnson Sopale. [LIJ]
  3. “Y tú, ¿por qué eres negro?” de Rubén H. Bermúdez. [Fotolibro]
  4. “Las voces del impulso” de Yeison F. García López. [Poesía]
  5. “Voces mudas”, de Lilián Pallares. [Poesía]
  6. “Las españolas afrodescendientes hablan sobre identidad y empoderamiento”, de Odome Angone (coord.) [Ensayo]
  7. “Juntos Antes que Anochezca”, de Chris Ada. [Novela]
  8. “La única esperanza”, de Danielle Nicole MBoume. [Novela]
  9. “Las almas de Brandon”, de Cesar Brandon Ndjocu Davies. [Relatos]
  10. “Toda la felicidad del universo”, de Cesar Brandon Ndjocu Davies. [Relatos]
  11. “Las mujeres hablan mucho y mal”, de Melibea Obono.
  12. “Ser mujer negra en España”, de Desirée Bela-Lobedde. [Ensayo]
  13. “Viviendo en modo Afroféminas”, de Antoinette T. Soler. [Ensayo]
  14. “Fútbol B: Lo que me habría gustado saber cuando era futbolista, y nadie me contó”, de Jacinto Ela. [Ensayo]
  15. “Barbarismos queer y otras esdrújulas” de Lucas Platero, María Rosón, Esther “Mayoko” Ortega. [Ensayo]
  16. “A las 15.00 h” de Mamadou Dia. [Ensayo]
  17. “El Diario de Marc”, de Edjanga Jones. [Novela]
  18. “Partir para contar. Un clandestino africano rumbo a Europa”, de Mahmud Traoré , Bruno Le Dantec. [Ensayo]
  19. “Biyaree (Estrellas)”, de Ángela Nzambi. [Novela]
  20. “El punto ciego de Cassandra”, de O’sírima Mota Ripeu. [Novela]

Podéis ver la lista entera en su Instagram, tomar nota de sus siempre interesantes recomendaciones y, por supuesto, leer sus libros “Las que se atrevieron” o “Hija del camino”, disponibles en la selección de literatura antirracista que han curado desde la revista Afroféminas, que os invito a explorar, y también en novela gráfica y cómic.

Como decía recientemente el periodista Moha Gerehou “el racismo no es una opinión”, hablamos de derechos humanos, de inclusión y de responsabilidad pública de no excluir a ningún usuario. Pero, ¿cómo se traduce esto en la realidad? ¿Escuchamos a los usuarios racializados? ¿Encuentras referentes en nuestras colecciones? ¿Qué necesidades tienen? ¿Qué relación tenemos con diferentes comunidades? ¿Tenemos recursos para formarnos? ¿Cómo son recibidos cuando entran a la biblioteca? ¿Vienen a nuestras actividades? ¿Hay cartelería traducida? ¿Hay staff racializado?

Acabo con este artículo de Desirée Bela, donde propone un Decálogo para ser Aliado Antirracista y te doy las gracias por llegar hasta aquí.

Si eres bibliotecario, te invito a que compartas acciones con las que trabajas el racismo desde tu biblioteca en un comentario o en redes y de te doy las gracias por realizar ese trabajo justo, urgente y necesario, desde el mostrador de la biblio <3

Irene Blanco

Codirectora de BiblogTecarios. Irene Blanco es documentalista, especialista en transformación digital y activista bibliotecaria. Escribe desde 2010 en Biblogtecarios sobre bibliotecas, comunidades e Internet.

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