Pilú de los bosques

Willow es una niña que adora salir con su padre a recorrer los bosques e identificar en su cuaderno las especies de flora que lo constituyen. Sin embargo, no todo es siempre tan feliz. En el colegio los niños se meten con ella y se encierra en el cuarto de baño a llorar. En casa discute con su hermana y rememora  constantemente una pelea con su madre.

Tras un mal día en el cole al llegar a casa, salta la chispa y le grita a su hermana. Sale corriendo al bosque y mientras deambula se encuentra con un pequeño espíritu de los árboles que se ha perdido al salir sin permiso de su arboleda. Willow sabe dónde se encuentra el hogar del espítitu y se ofrece al llevarla a casa. Por el camino se cuentan sus historias y juntas aprenden que no se puede huir de las situaciones pues siempre van contigo y que ignorar los problemas y los miedos los hace más grandes y fuertes.

A nadie le gusta ser ignorado… ¿Me lo prometes?
Que siempre mostrarás fortaleza a través de la amabilidad y la empatía.

Con un dulce candor, un lenguaje sencillo y una historia tierna y sensible para el público infantil (aunque la obra bien se podría catalogar para todos los públicos) este cuento con tintes de realismo mágico ofrece herramientas emocionales para que los niños comprendan cómo se sienten y cómo gestionar las emociones que surgen cuando te sientes ignorado, desplazado, atacado o incomprendido. Las partes más dolorosas de la historia se dejan caer de forma sutil para que sean aprehendidas según la madurez del lector.

No creo que las cosas puedan desaparecer tan fácilmente. Solo porque algunas no puedas verlas, no significa que no sean importantes… y que y no estén.

La aparente sencillez de la narración, que entremezcla realidad y fantasía de una forma maravillosa, se acompaña de expresivas ilustraciones con poco texto y en color pastel que crean un mundo ficticio (el bosque) y enfatizan las emociones que van surgiendo a lo largo de la historia.

Tenemos que ser muy cuidadosos con no hacer daño a las cosas de nuestro alrededor, porque esa herida nunca se va… Las palabras… Las cosas… Las personas… Todo deja una pequeña marca.

Es una obra ágil, inteligente, llena de emociones y belleza que también transmite el amor por la naturaleza, la necesidad de observarla, conocerla, preservarla y disfrutarla, de respetarla y entenderla.

Los cuentos clásicos incluyen siempre un aprendizaje. Además de disfrutar de las historias, los niños se encontraban con una moraleja. Los libros nos ofrecen un marco para comprender el mundo y comprendernos a nosotros mismos. Por eso, la literatura tiene un papel vital en el crecimiento y desarrollo emocional de los más pequeños ya que desde una forma lúdica se ofrece una enseñanza (aunque ese no sea el objetivo perseguido).

Pilú de los bosques ayuda a entender y superar las emociones negativas, a ofrecer y recibir ayuda, a escucharnos y a escuchar al otro, a compartir con los seres queridos cómo se siente uno y a aprender a saber cuándo hay que pedir perdón.

SOBRE LA AUTORA

La historietista asiático-americana Mai K. Nguyen adora los helados. Su primer cómic, cuyo protagonista era su perro, lo escribió cuando estaba en el instituto. Sus anteriores obras (Coral & the King, en 2011, y Little Ghost, en 2015) fueron autopublicadas.

 

 

Inma Herrero

Documentalista, lectora voraz, curiosa empedernida. Intento aprender algo nuevo cada día y me encantan los retos. Mis áreas de interés crecen porque no hay nada que me guste más que el mundo en el que habito.

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