Obsidian: tu segundo cerebro

No sorprendo a nadie si digo que diariamente nos llegan multitud de estímulos, ya no sólo por la ingente cantidad de datos, información y conocimiento sino por la variedad de herramientas y aplicaciones diseñadas para gestionar tal avalancha. Algunos me diréis que con el método que tenéis os va bien, ¿para qué cambiarlo? Máxime cuando os voy a hablar de una aplicación  que para sacarle todo el provecho requiere cierto aprendizaje. Sin embargo, creo que merece la pena el esfuerzo.

Obsidian es una aplicación con Markdown para tomar notas, enlazarlas, representar mediante gráficos tus pensamientos e implementar el método zettelkasten. Es gratuita, aunque dispone de planes de pago con funcionalidades colaborativas por si se quiere usar en el ámbito empresarial. Está disponible para PC (Windows, Linux, macOS)  y móvil (Android e iOS). La base de la que parte es proporcionar un sistema funcional para capturar ideas, ordenarlas, procesarlas y darlas forma de distinta manera según lo que quieras expresar. Las personas que llevan tiempo usándola hablan con frecuencia de construirse un segundo cerebro (su página web también lo dice).

Su interfaz es aparentemente muy sencilla – un panel con notas, escritas casi en texto plano – pero se trata de una herramienta muy completa y con grandes funcionalidades, ya no sólo las que ofrece sino que existen muchos plugins gratuitos creados por sus usuarios más avezados (desde grabar audios que se puedan reproducir dentro de la misma nota o transformar las notas en un modelo kanban, por ejemplo).

¿Ventaja? Es una aplicación, no un servicio. Es decir, a diferencia de la gran mayoría de las aplicaciones existentes no es una aplicación web sino que hay que descargarla y ejecutar en local. No estarás pendiente de cierres, compras por otra empresa o cambios en las condiciones del servicio o las condiciones de privacidad. Serás propietario y la herramienta no desaparecerá de un día para otro. Tampoco sufrirás caídas de servicio. Sin embargo, su conservación depende de ti mismo. Por otro lado, permite almacenar las notas en línea y sincronizarlas entre múltiples dispositivos (si te preocupa la seguridad las notas se guardan de forma encriptada) por lo que ante un problema se puede migrar fácilmente de una plataforma a otra aunque no se puede consultar de una forma tan sencilla como si se tratase de una aplicación web. La sincronización se puede hacer con repositorios de Git usando aplicaciones móviles como GitJournal.

¿Desventaja?  Con sintaxis de Markdown. Hay que introducir códigos para dar el formato (que no te eche para atrás, para lo más básico es sencillo. Luego ya, lo que uno quiera complicarse). Esto te permite poder llevarte la información a cualquier parte y te asegura que a medio largo plazo va a ser compatible. Además Obsidian combina la vista de código con la lectura en formato final por lo que resulta más amigable que otras aplicaciones. Si, aun así, te sigue asustando existen plugins para instalar una barra de herramientas con botones de formato. También es compatible con las sintaxis CommonMark y GitHub GFM.

¿Ventaja? Todo está conectado y su funcionamiento se adapta a nuestra forma de pensar. No pensamos linealmente y nuestro cerebro va saltando de una cosa a otra pero establece conexiones para dar una estructura. Así, las notas se guardan en bóvedas y dentro de estas en carpetas. Se interconectan con [[enlaces]] (esta opción también la ofrece Notion), se pueden organizar mediante etiquetas o estrellas y hay una función de búsqueda. Se puede crear enlaces a notas que todavía no existen y crearlas en el mismo momento y establecer notas destacadas. Para visualizarlas se pueden ver en formato lista, tabla, gráfico o realizar esquemas (Outlining) de una forma similar a Workflowy.

Si quieres tener en cuenta otras opciones existen muchas aplicaciones que permiten tomar notas con Markdown: Bear (macOS e iOS) o Airsend (macOS, Windows, Linux, Android e iOS) son buenos ejemplos. No obstante más parecida a Obsidian, por sus funcionalidades colaborativas, es Boostnote (Windows, Linux y macOS). Si no te quieres complicar y prefieres aplicaciones más sencillas, siempre puedes usar Simplenote, Ulysses, Notability, o Collected Notes.

 ¿Qué aplicación es mejor? No lo sé, dependerá del tiempo disponible, los objetivos perseguidos, cómo te gusta trabajar y qué información deseas guardar.

Inma Herrero

Documentalista, lectora voraz, curiosa empedernida. Intento aprender algo nuevo cada día y me encantan los retos. Mis áreas de interés crecen porque no hay nada que me guste más que el mundo en el que habito.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *