La biblioteca de Las Naves, conjunto de antiguos almacenes abandonados junto al puerto de Valencia transformados en un moderno centro de creatividad, instalará un nodo de salida de TOR entre el 1 y 6 de marzo de 2016, días en los que se desarrolla el Internet Freedom Fest. Es un encuentro de encuentros internacionales sobre derechos humanos, nuevas tecnologías y periodismo que celebra su segunda edición (el año pasado se denominó Circumvention Tech Festival) y que aboga por un internet sin vigilantes ni censura.
El director del evento, Pepe Borrás, se fijó en la biblioteca pública de Kilton, en la ciudad estadounidense de Lebanon (New Hampshire), que se ofreció, ya que a diferencia de la gran mayoría de las bibliotecas estadounidenses sus ordenadores utilizan Linux, a ser la primera en acogerse al programa Library Freedom Project en julio de 2015 (aquí nos cuentan el principio del proceso —en inglés—).
Este proyecto en colaboración con TOR Project y la financiación de la Knight Foundation persigue hacer de las bibliotecas lugares públicos democráticos abiertos al intercambio de conocimiento de forma libre y privada. Más info
La activista y bibliotecaria Alison Macrina (@flexlibris), que ayudó a la biblioteca de Kilton junto con Tor a instalar el nodo e impartió la formación para su uso, explica en este vídeo sus motivaciones.
El proyecto generó controversia (como se puede leer aquí y aquí) y, de hecho, fue paralizado durante unas semanas tras reunirse el director de la biblioteca con la policía local, que había recibido un correo del Departamento de Seguridad Nacional en el que le informaban de que TOR podía ser utilizado con fines delictivos. Más info
TOR (The Onion Router) es un complejo sistemas de capas que permite que la identidad de la fuente se pierda y que, por tanto, forma parte de la Web Profunda o Internet Invisible —páginas que no son indexadas por las arañas de los motores de búsqueda de los buscadores—. Por ello es utilizada a menudo por disidentes, activistas, periodistas y otras personas que necesitan proteger su anonimato pero también por delincuentes, por los mismos motivos. Esto está magníficamente explicado por nuestro compañero Paul Tarín hace un año en Infotecarios.
Tras una campaña de apoyo iniciada por la Library Freedom Project a la que se sumó la Electronic Frontier Foundation, que le dio mucha más visibilidad y atrajó la atención de los medios de comunicación, el servicio se reestableció en septiembre de 2015.
Javier Borrás es muy consciente de la problemática pero no quiere que la instalación del nodo sea meramente simbólica y desea que sea permanente. De hecho, según declaraciones hechas en el periódico Levante pretende aprovechar la asistencia del conceller de Transparencia, Manuel Alcaraz, para proponerle extender la iniciativa a todas las bibliotecas públicas valencianas.
¿Contaremos con la primera biblioteca con nodo TOR en Europa aquí en España? Si alguna biblioteca más se anima los requisitos imprescindibles son 10 MB/s y una dirección IP dedicada. Si no están disponibles se puede montar un puente o nodo intermedio.
Y nos lo contáis, claro.