Interpretar y capturar información es mucho más difícil de lo que parece. Tomar notas es una actividad que muchos hacemos a diario: leyendo, reunidos, en charlas o conferencias o clases,… Sin embargo, no siempre lo hacemos eficientemente. Es raro que nos hayan enseñado y cada cual se ha buscado sus propios métodos o ha buscado desarrollar velocidad manual o de tecleo para no dejarse nada en el tintero.
Tomar buenas notas requiere tres habilidades esenciales: atención/comprensión, la capacidad de síntesis y la capacidad de codificación.
Antes de hablar de los diferentes métodos existentes es bueno saber que escribir a mano tiene enormes ventajas frente al ordenador según los neurocientíficos y psicopedagogos. El cerebro se activa más cuando se escribe que cuando se pulsa una tecla. Hay un aprendizaje más profundo de los conceptos (cuando se teclea hay una memoria más literal) porque no se puede escribir todo lo que se escucha por lo que hay sintetizar y reelaborar la información que se está recibiendo lo que fomenta la retención y la comprensión. Además, las anotaciones a mano permiten crear diagramas, flechas, agrupaciones, dibujos, esquemas, etc.
No obstante, si esas notas las vas a tener que consultar frecuentemente o en distintos lugares o compartir con otras personas o modificar varias veces resultará más útil hacerlo desde un ordenador o tableta ya que esa información puede ser consultada en cualquier momento si sincronizas tus dispositivos.
Uno de los puntos clave a la hora de elegir que plasmar en la notas es no olvidar que la persona que está compartiendo sus ideas o conocimientos va a marcar lo importante con sus gestos o inflexiones de voz. De ahí la enorme importancia de prestar atención a qué dice, cómo lo dice, en qué hace hincapié y sobre qué pone más ejemplos.
No hay que olvidar indicar siempre al principio de la hoja la fecha; el título o materia o propósito de la reunión; ponente y asistentes (en caso de una reunión; si se usan siglas para identificarles más adelante no habrá dudas de a quién hacemos referencia). También hay que dejar márgenes amplios para comentarios, acotaciones o anotaciones posteriores. Es importante separar las ideas para facilitar su consulta posterior y utilizar abreviaturas (no tienen por qué ser las oficiales a menos que vayamos a compartir las notas; todos hemos desarrollado las nuestras propias).
La forma de implementar la información habla mucho de nosotros. Refleja nuestra forma de pensar, nuestro estilo creativo y nuestros hábitos.
Los sistemas de tomar notas pueden ser lineales o no lineales.
- El método Cornell o de las 5R es el método más conocido para tomar notas. Consiste en dividir la hoja de tomar apuntes en tres zonas. La parte inferior de la hoja se reserva para hacer un resumen mientras que la superior se divide en dos columnas: a la izquierda se incluyen las ideas claves y a la derecha (el doble de ancha que la anterior) las notas. Aquí irán los gráficos, dibujos, esquemas y ejemplos que surjan y sean importantes.
- El método enunciado. Es el más utilizado ya que no requiere ningún sistema. Se anotan las ideas más importantes según van surgiendo y posteriormente se trabaja en ellas.
- El método fluido. La información se organiza espacialmente con flechas que conectan las ideas utilizando tus propias palabras.
- El método de la página dividida es una simplificación del Cornell. Se elimina la parte inferior de resumen y en la columna de la izquierda se indican las ideas generales y en la derecha las secundarias.
- Las supernotas. Se usa en conferencias o charlas para registrar las ideas más importantes y la relación entre ellas. Se representa la información mediante viñetas y gráficos secuenciales independientes que se relacionan entre sí.
- El método Outline, de esquema o resumen organiza las ideas de forma jerárquica o estructurada. Se divide la información en secciones, siendo cada sección un tema principal. Los puntos que apoyan a ese tema se colocan debajo dejando un sangrado hacia la derecha. Los subtemas dentro de los subtemas se irán indicando con sangrados a la derecha. Es un método a emplear para lecturas o conferencias en las que vayan a estar muy claros los temas a tratar.
- El método de mapas conceptuales. Es muy útil para organizar ideas, información o hechos tras una reunión, lectura o discusión de grupo. También se puede utilizar para diseñar un primer esquema de escritos o preparar conceptos a tratar en una reunión o brainstorming pues aporta una visión general de un tema y todo lo relacionado a él. En una hoja en blanco se indica en el centro el tema central y a su alrededor los conceptos claves que se irán uniendo a ese tema central mediante líneas.
- Cuadro PNI (Positivo, Negativo e Interesante o Plus, Minus, Interesting). Es un sistema para valorar los aspectos positivos o negativos de una idea así como de los aspectos que no correspondan a ninguno de esos dos grupos. Permite no dar como buena o rechazar de antemano ninguna idea.
- Sistema de cuadrantes. Se divide la hoja en cuatro espacios bien definidos. En el primero se recogen las ideas, en el segundo las tareas relacionadas, en el tercero a quién se asigna y en el cuarto la investigación que se tiene que realizar.