Las bibliotecas han tenido que actualizar sus métodos de captación de usuarios en los últimos años. Esto incluye todo lo que sea movilización para que las colecciones lleguen a cualquier sitio y el usuario pueda disfrutar de la lectura esté donde esté, véase el bibliobús por ejemplo: un sistema de acceso a la biblioteca móvil que, en los casos en que al usuario le es imposible desplazarse hasta la biblioteca convencional, resulta ventajoso y ¿por qué no decirlo? beneficioso para el fomento de la lectura.
Sin embargo, hay un tipo de biblioteca que a mí especialmente me llama mucho la atención, y más ahora con la llegada del verano, se trata de las llamadas “bibliopiscinas”.
Éstas consisten en, como su nombre bien indica, desplazar hasta las piscinas públicas o municipales parte del fondo de una biblioteca para que el usuario también haga uso de la lectura a la vez que disfruta de un baño, un tándem perfecto.
Normalmente, dependiendo de cada biblioteca o Ayuntamiento, las bibliopiscinas se nutren de la biblioteca convencional, correspondiendo del total del fondo asignado un 80% a la edad infantil/juvenil y un 20% a la adulta. Esto tiene una sencilla explicación: los niños y jóvenes tienen más tiempo libre en la época estival y esto la bibliopiscina quiere aprovecharlo.
A continuación presento iniciativas, en diferentes ciudades, que tienen ya un largo recorrido y que pueden mostrarnos de mejor manera cómo la combinación biblioteca+piscina puede hacer que el fomento de la lectura en verano (sobre todo en edad ifantil) sea todo un éxito:
- Murcia: una de las más veteranas en este sentido, hace unos ocho años que el Ayuntamiento de este municipio junto con la Red de Bibliotecas Municipales, crearon el PAC (Programa de actividades culturales y de Ocio) el cual, incluye la bibliopiscina como iniciativa.
- Cataluña: también propulsora de las bibliopiscinas, se encuentran localizadas en todas sus provincias y, en esta Comunidad concretamente, son todo un éxito.
- Bilbao: se sumó a esta iniciativa tan original, y no sólo en piscinas, el plan incluye plazas y parques también. Para que todo el mundo pueda disfrutar de una agradable lectura.
- Alcobendas (Madrid): me llama la atención la propuesta de este Ayuntamiento, el cual mediante la bibliopiscina, ofrece el servicio de préstamo todas las tardes hasta el fin del verano en las piscinas de la localidad.
- Burgos: se cumplen ya 10 años desde que la Biblioteca Municipal de Burgos implantó el programa de los Puntos de Lectura de Verano, que este año se concreta en tres casetas ubicadas en el principal complejo de piscinas municipales y en los dos mayores parques de la ciudad.
Existen muchos ejemplos más, de hecho, Cataluña también cuenta con el servicio “biblioplaya” que cuenta con las mismas características que las bibliopiscinas, sólo que la ubicación es diferente y los perfiles de usuarios también.
Se podría decir entonces, que, mediante este servicio tan original, miles de personas pueden (mientras que se dan un “chapuzón”) hacer uso de un servicio muy importante y rico en conocimiento como es la lectura.
Para bibliopiscinas veteranas, la de Tordesillas (Valladolid), cumplimos 23 años.