A raíz de la noticia que ha saltado en los medios, tanto locales como nacionales, de que la empresa «Alquibla S.L.» ha presentado un ERE (expediente de regulación de empleo) y que por tanto afecta a más del 70% de las Bibliotecas Municipales del Ayuntamiento de Murcia, me pregunto si realmente es beneficioso para el usuario (y para el profesional) que una subcontrata gestione este tipo de recursos públicos.
Si bien, cabe destacar que, normalmente, el personal de este tipo de subcontrata está sobradamente cualificado para llevar a cabo los procesos técnicos de una biblioteca (la mayoría son Diplomados en Biblioteconomía y Documentación o Licenciados en Documentación).
Pero el problema no es que la gestión la lleve personal externo cualificado, que a mi entender, si está capacitado, el trabajo puede llevarse a cabo perfectamente, si no que se le de potestad semi-absoluta a una empresa privada que ni tiene nada que ver con la gestión bibliotecaria (Alquibla S.L. organiza congresos) ni tenga la estabilidad financiera que, como ya se ha demostrado estos días, impida que se cierren «temporalmente» bibliotecas municipales.
El Ayuntamiento de Murcia ha asegurado a los medios que en febrero se reabrirán las bibliotecas y todo volverá a la normalidad… ¿normalidad? Lo normal sería que convocasen oposiciones y no dependiesen de una subcontrata que por lo que tengo entendido paga una miseria a sus empleados. Lo normal, si es que se le puede denominar así, es que no tenga que estar a la expectativa de si la biblioteca de mi pedanía va a abrir hoy o mañana. Hombre, por favor, que este servicio lo pagamos todos, que está en la Constitución. Y no me indigno porque me afecte directamente, que me afecta, si no porque la privatización de lo que tanto, tanto, nos ha costado conseguir es, en mi opinión, volver hacia atrás, a los tiempos en los que sólo unos pocos tenían derecho a la educación y a la cultura.
Y con esto no quiero, ni mucho menos, desprestigiar a las empresas que, mediante concurso, presentan proyectos fiables a la Administración Pública y que se lo toman en serio de verdad. Conozco bibliotecas que trabajan conjuntamente con empresas privadas expertas en gestión bibliotecaria, y es una delicia verlos trabajar. Pero de ahí a que cualquier empresa pueda meter mano en una biblioteca, oiga no.
O se cuidan los servicios públicos que disfrutamos y pagamos todos religiosamente, o esto va a acabar muy mal. Me veo prestando libros a escondidas o haciendo talleres de lectura en el garaje de mi casa.
Ya está bien de desprestigiar lo público, que se valore más y no se deje en manos de cualquiera una cosa tan valiosa como es la cultura y el saber.