La importancia de los «usuarios mayores»

Si entrásemos en una biblioteca, en una cualquiera, podríamos observar  que existen muchas clases de usuarios. Los hay muy exigentes, con mucha impaciencia, los que sólo hojean, el indeciso, el  “suscriptor a revistas”, el estudiante, el investigador, el devora –libros…

Pero hoy no voy a hablar de ninguno de ellos, si no de uno un poquito más especial, el usuario mayor de sesenta y cinco años o como yo lo llamo cariñosamente, el usuario mayor.

Este tipo de usuario se caracteriza normalmente por ser una persona jubilada o prejubilada, es decir, ya no está en activo. Lo cual, la hace perfecta para visitar la biblioteca habitualmente.

Son personas que, si bien durante su vida en activo no han tenido tiempo, quieren disfrutar al máximo del ocio y tiempo libre, y esto, para una biblioteca, es un filón bastante importante en cuanto a demanda de usuarios se refiere.

En cuanto a lo que ellos exigen, en resumidas cuentas, es lo que exigiría cualquier adulto. Pero con algunos matices aplicados a su edad. Por ejemplo, una búsqueda en el OPAC hecha por un usuario mayor normalmente debe estar asesorada en todo momento por un profesional de la biblioteca, aunque en algunos casos os sorprendería lo que pueden llegar a saber.

Con respecto al contenido de las monografías o revistas, es preferible que sea de contenido ágil y  la letra debe ser de un tamaño más bien grande, ya que, a estas edades se suele tener presbicia o “vista cansada” y les cuesta más leer letras de tamaño estándar. Y si existe un servicio que lleve la lectura a domicilio a los usuarios mayores más dependientes, mejor que mejor.

Si nos centramos en los proyectos específicos sobre el tema por parte de la Administración pública, poco he encontrado, aunque sí existen clubes y talleres de lectura de mayores bastante interesantes y que, de alguna manera fomentan este tipo de usuarios. He aquí algunos ejemplos:

De algún modo en la lectura han encontrado un modo de entretenimiento y por qué no decirlo, en muchos casos de evasión. En casos más graves, como personas mayores dependientes, la lectura o participar en un evento de este tipo, puede fomentar que el usuario mayor llegue a olvidarse incluso de su enfermedad.

Si bien, no es un usuario potencial, como lo puede ser el niño, está ahí, y requiere de nosotros igual que en su día los necesitamos a ellos. Son una fuente de conocimientos muy rica que, de algún modo, se está desaprovechando.

 

 

Fuensanta Martínez

En este blog pretendo dejar mis inquietudes sobre la que viene siendo mi profesión actual, documentalista web, sin embargo trataré otros temas dentro de la rama de la Biblioteconomía y la Documentación, basándome tanto en las opiniones de usuarios como de profesionales de la información, además de añadir mi opinión sobre nuevas perspectivas que vayan apareciendo.

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