BIBLIOCATESSEN, ideado, coordinado y organizado por FÉLIX ALBO, es un “exquisito” encuentro profesional de bibliotecarios que pretende extender y fortalecer redes y proyectos entre bibliotecas muy pequeñitas, medianas o más grandes, animadas por apasionados e inquietos profesionales bibliotecarios. Porque lo que caracteriza más a los participantes y ponentes es la pasión por su trabajo.
Félix Albo, artista de la narración oral, es difícil de presentar en unas pocas líneas, está tan imbricado ya en la vida bibliotecaria española que es gritar FÉLIXXXX ALBOOOO y se levantan las antenas colectivas de bibliotecarios y escuchantes de sus historias en cualquier rincón dentro y fuera de España. Podría armarse una revolución si se alzaran sus fans. Es un maestro en el arte de narrar historias, propias y ajenas; recorre festivales muy relevantes de narración oral nacionales e internacionales; va inventando continuamente nuevos espectáculos y nuevas historias; y, por si no le quedara aún tiempo, ha invertido muchas de sus preocupaciones, publicaciones y actividades en las bibliotecas públicas, familias y centros escolares; actúa también en muchas localidades rurales olvidadas de la vorágine cultural, ayudando a bibliotecarios y docentes a conocer mejor la literatura infantil y juvenil, el mundo de los álbumes (no os perdáis el PIPIRIPAO) y el del contador de historias.
Entrevista a Félix Albo
Y en esta línea suya tan personal y apasionada de colaboración con el mundo bibliotecario se le ocurrió el BIBLIOCATESSEN, que, como todas sus propuestas, provoca reflexión, debate y sonrisas.
Y nada mejor que preguntarle a Félix algunas cuestiones al respecto de esta feliz iniciativa para bibliotecarios:
- ¿Por qué el nombre de Bibliocatessen?: “Soy de comer bien, admiro el trabajo que se realiza en las Bibliotecas y me encanta jugar con las palabras, así que el título es una combinación lúdica de estas tres circunstancias”.
- ¿Qué objetivos tenías en mente cuando lo pusiste en marcha?: “Por mi trabajo como narrador tengo el placer de conocer muchas bibliotecas (no sólo de nuestro país); y me maravilla la ilusión, compromiso y esfuerzo que sus bibliotecarias y equipos realizan en muchas, muchas de ellas. Así que el Bibliocatessen nace con el objetivo de poner en contacto a profesionales con inquietud, ganas y cosas que contar; extender y re-fortalecer la red profesional, la lectora y de recursos de lectura; intercambiar y conocer recursos, herramientas y métodos/modelos de gestión, ampliando las perspectivas y posibilidades. Y ensanchar la comunidad generando sinergias productivas”.
- ¿Por qué elegiste ese formato de rapidez expositiva?: “El formato es una propuesta densa y ágil. Se trata de tres tandas de microponencias en la que cada microponente dispone de quince minutos de intervención: ocho de exposición y siete de preguntas.
En el programa siempre se proponen quince microponencias, doce de las cuales son personal de Bibliotecas de todo el estado, y tres son ponencias expuestas por personas que no pertenecen a las Bibliotecas pero desarrollan su actividad o propuesta en ellas. Siempre resultan experiencias enriquecedoras, refrescantes y sorprendentes. Este año hemos contado con tres microponencias de ‘perspectiva’ con dos personas jubiladas y una que puso en marcha una biblioteca desde cero y cambió de municipio cuando ya estaba rodando, con lo que en realidad lo que ofrecen es una mirada llena de conclusiones, emotividad y empuje (una maravilla).” - ¿Cómo eliges la temática de las ponencias?: “La temática es bien diversa y las experiencias las selecciono de entre lo que voy conociendo tras 30 años viajando por Bibliotecas, y cada participante de alguna edición anterior puede ‘amadrinar’ a otras microponentes. Este año teníamos dos micros ‘amadrinadas’. Lo interesante es que el conjunto resulte diverso y poliédrico.”
- Y tienes también tu propio sistema de ordenar las presentaciones: “El orden este año lo hemos realizado teniendo en cuenta la demografía de los lugares de origen, este año siete provincias distintas, desde el municipio más habitado, cerca de 800.000, al más chiquito, de 20 personas.”
Como nos indica Félix, este formato permite una gran agilidad y rapidez expositiva, lo que nos obliga a algo muy importante, dada la habitual verborrea de los apasionados bibliotecarios: resumir en unos minutos toda nuestra pasión gestora. Y eso es un buen autoejercicio de síntesis y análisis: la brevedad de la exposición y de la fase de preguntas contribuye a centrar los aspectos realmente importantes, proporcionando las suficientes claves para ampliar posteriormente más informaciones o curiosidades en los tiempos más informales del encuentro. Porque se trata de establecer redes y conexiones entre las bibliotecas y entre los bibliotecarios.
Esos tiempos informales son momentos lúdicos, paseítos, comilonas con exquisiteces locales o maravillas culinarias que llevan los asistentes, música, baile, historias, cuentos, intercambios personales y muchísimas risas. Y camaradería. Siempre necesaria. ¿Frío?: bastante, porque parece que a Félix le va el invierno. ¿Calidez humana?: al máximo.
Como apunta Félix Albo: “Lo efectivo es la cercanía en la que se desarrolla todo el fin de semana. Se preparan dinámicas y espacios para el intercambio relajado, el contacto, el diálogo y debate y, por ende, el crecimiento y el impulso.”
Se lleva a cabo un fin de semana, en una zona rural olvidada del mundanal ruido y llena de cielos y estrellas que sólo se pueden ver si vas allí. Hasta el momento se han hecho 2 ediciones.
BIbliocatessen
La primera edición de Bibliocatessen fue en marzo de 2016 en la Casa Literaria de “La Querida” en Rodas Viejas (Salamanca), un encuentro delicioso gracias también a Rául Vacas e Isabel Castaño que nos alojaron de manera espléndida y generosa. Fueron anfitriones y participantes. Raúl Vacas lleva años publicando atractivos y provocadores libros de poesía, recorriendo centros educativos y bibliotecas promoviendo la poesía como una herramienta de comunicación de emociones. Raúl e Isabel, volcados en sus ediciones y en proyectos culturales y sociales de acogida, contribuyeron junto con todos los participantes a hacer de esta primera edición un encuentro inolvidable.
Fuimos 12 los ponentes y nos contamos todo lo que hacíamos, deshacíamos y soñábamos con las acciones que emprendíamos en nuestras bibliotecas hace 8 años. Sin olvidar las pesadillas y quebraderos de cabeza para sacar adelante nuestras ideas. Podéis ver un resumen de lo que fue aquel primer encuentro en Bubisher.
La segunda edición de Bibliocatessen tuvo lugar del 23 al 25 de febrero de 2024 en Tragacete (Cuenca), un pequeño y acogedor pueblo cerquita del Nacimiento del Río Cuervo, un paraje “exquisito” de la serranía conquense. Esta vez Félix Albo contó con el patrocinio y acogida de la Fundación Los Maestros.
Fueron 13 las microponencias que se llevaron a cabo, con unos 40 participantes. Podéis ver el programa completo en la revista La Circular y un resumen ilustrado de cómo se desarrolló el encuentro en el artículo de José Antonio Montero, Profesor de Didáctica del Medio Social y Cultural en la Universidad de Castilla-L a Mancha y responsable de Comunicación y RRPP de la Fundación Los Maestros y de la Cátedra de Oportunidades para el Reto Demográfico de UCLM-Diputación de Cuenca, los patrocinadores y anfitriones de este evento.
Esas dos microponencias de dos personas jubiladas que mencionaba Félix, se refieren a Teresa Sans, bibliotecaria que fue del pequeño pueblecito conquense de Uclés, que con su presentación “La vida rural de los libros” nos hizo ver cómo el pueblo se fundió con la biblioteca y los libros (aún se emocionaba Teresa recordando la pasión que puso en su trabajo) y la segunda es Merche Carballud, la activísima jubilada profesora de Lengua y Literatura que nos produjo más de una sonrisa por la retranca aragonesa en su forma de contarnos, en su presentación “Con alegría, té y café”, sus actuales esfuerzos lectores en una pequeña población aragonesa de 20 habitantes, Borrastre, pero especialmente recordamos con ella su importante proyecto “Leer juntos”, un proyecto de educación literaria y lectora que implica a centros educativos (estudiantes, familias y profesores) y bibliotecas públicas, que se inició en 1993 y aún continua activo en la comunidad de Aragón, un modelo que también ha sido exportado a otras comunidades y programas de promoción de la lectura. Este proyecto fue puesto en marcha en Ballobar (Huesca) por Merche Carballud y Carmen Carramiñana, como una especie de club de lectura que implica a los alumnos y a todos los adultos que les rodean, con el objetivo de hacer adultos lectores.
Tarde plena de emociones la del sábado si añadimos la breve videoconferencia que tuvimos con Ismaël Diadé Haidara, actual heredero y responsable del Fondo Kati, una biblioteca formada por manuscritos muy antiguos, el más antiguo data de 1198, escritos en hebreo, castellano y árabe, procedentes de la España del Al-Andalus y que tuvieron que salir en 1467 de Toledo hasta Tombuctú portados por el noble musulmán, antepasado de Ismail, tras la expulsión de España de sefardíes y moriscos, un legado que vuelve a estar en peligro por la llegada de nuevos fanatismos religiosos a Malí.
Y para concluir el Bibliocatessen de Tragacete, en un salón de actos gélido tuvo que lidiar el narrador oral venezolano Romer YPunto, ante un público superabrigado pero entregado a sus PRE_TEXTOS, una serie de cuentos e historias que nos lleva como en un vuelo en avión a través de su infancia, los muros y los sueños de un niño que aprendió a volar con su imaginación.
Sobre la inclusión de narradores orales en el Bibliocatessen nos aclara Félix: “La narración, la historia y desarrollo de la narración en nuestro país está afortunadamente ligado a las Bibliotecas, así como en otros países está más vinculado a los centros educativos o el teatro. Aquí tenemos esa suerte y creo que, en muchos aspectos, hemos sido pedales de la misma bicicleta.”
Hay una maniática pregunta que siempre hacemos los bibliotecarios: ¿y las conclusiones que podemos extraer de esta experiencia? Y Félix contesta a lo Félix: “realmente no se persigue tener conclusiones, sino convulsiones. Lo que sí que sabemos es que ha habido consecuencias y colaboraciones.”
Y es cierto. Bibliocatessen te hace volver más gordo, en todos los sentidos. Llenos y rellenos de nuevas ideas, nuevas redes, nuevos amigos y una renovada ilusión por seguirnos formando para mejorar la vida de nuestros ciudadanos.
Le hemos insistido a Félix que no puede tardar tanto en organizar una nueva edición. Ya sabemos que vive en un sinvivir, circulando con sus historias sin descanso. Como él nos enseña a jugar con las palabras, quizás deberíamos llamarle FelixCatessen, un sabroso narrador oral que nos da a catar todas las salsas posibles del cuento, y nos alimenta y engorda con ilusiones y manjares bibliotecarios.
¡Larga vida al Bibliocatessen de Félix Albo!
Firma invitada por Felicidad Campal: Begoña Marlasca Gutiérrez
Begoña fue y es (porque esta profesión no se abandona) bibliotecaria y directora de la BPE de Cuenca hasta su jubilación en 2018. Siempre ha sido una firme defensora de la acción social y cultural de las bibliotecas públicas, de los bibliotecarios municipales y de los clubes de lectura.