Cómo sacar el máximo partido a tus recursos: poca inversión y muchas ganas

Cuando trabajas en una biblioteca situada en un municipio rural sabes que la imaginación, la creatividad y, sobre todo, la colaboración con otras instituciones o asociaciones son la mejor apuesta para conseguir un programa completo y atractivo para las demandas actuales de los usuarios y usuarias de bibliotecas. Unas demandas que hay que satisfacer  no sólo manteniendo un fondo bibliográfico actualizado, sino también ofreciendo actividades de fomento lector y animación cultural, más si tenemos en cuenta que las bibliotecas de pequeños municipios no contamos con una oferta cultural tan variada como puede suceder en lugares con más población

Colaboración con otras bibliotecas

La primera de las colaboraciones que pusimos en marcha fue con otras bibliotecas municipales situadas en municipios rurales y que se materializó en el Proyecto de Cooperación Bibliotecaria “8 Bibliotecas y un bizcocho” ( el nombre del proyecto hace referencia al número de bibliotecas que participamos al que se añadió el bizcocho así, un poco por lo de la rima fácil). Nuestra biblioteca se unió en el año 2014, el proyecto había surgido el año anterior con la participación de cinco bibliotecas.

En un principio el objetivo que se marcó fue el de ofrecer una actividad de animación lectora para público infantil, cuyo eje central fuesen álbumes ilustrados de calidad y que implicara, de alguna manera, el ambiente de la biblioteca. Esos álbumes giran en torno a una temática que elegimos previamente, para que haya un hilo conductor. En la temporada 2022-2023, el tema fue “Un bizcocho sostenible” puesto que los álbumes hacían referencia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero nuestras bibliotecas  han llegado a convertirse en selvas tropicales, en el polo sur, en  jardines floridos; han visto desfilar a dragones, cocodrilos, abejas volando, y se ha llegado a encontrar hasta con personajes de cuentos clásicos.

La actividad se desarrolla durante ocho meses, de octubre a mayo y así conseguimos poder ofrecer una actividad de hora del cuento nueva cada mes, una ambientación mensual para la biblioteca, algo que llama la atención nada más entrar por la puerta y es que, mes a mes, durante el periodo que dura la actividad, grandes y pequeños esperan con expectación qué les ofrecerá la biblioteca.

Para las bibliotecas supone un ahorro enorme de trabajo, sin este grupo de trabajo sería impensable poder realizar ocho montajes cada año, unos montajes que van superando cada temporada,  realizados por el personal bibliotecario y por usuarios más “manitas”. Es ilusionante ver cómo luce en otras bibliotecas, cómo viajan por ocho bibliotecas de Cantabria y lo que un día está en un municipio, al mes siguiente lo puedes ver en otra biblioteca. Las bibliotecas participantes de este proyecto son: Biblioteca Municipal “Jerónimo Arozamena” de Sarón, Biblioteca Municipal “Jose M.ª de Pereda” de Polanco, Biblioteca “Paloma Sáinz de la Maza” en Mazcuerras, Biblioteca Municipal “Jesús Vallina” en Comillas, Biblioteca Municipal de Val de San Vicente, Biblioteca Municipal “Baldomero Fernández” en Bárcena de Cicero, Biblioteca Municipal de Sta. Cruz de Bezana y nuestra biblioteca.

A las bibliotecarias de este grupo nos une la pasión por el trabajo, la generosidad y la facilidad para dejarnos arrastrar las unas a las otras hacia nuevos proyectos. De hecho, lo que comenzó siendo una colaboración para una actividad de hora del cuento destinada a público infantil, se ha ido ampliando hasta haber logrado generar una dinámica de trabajo colaborativo que incluye: encuentros de clubes de lectura infantiles y de adultos, salidas para realizar rutas literarias con los clubes de lectura de adultos, organización del calendario de narración oral para poder traer a nuestros municipios narradores y narradoras de lugares de fuera de Cantabria quienes les planteamos unas fechas de actuaciones en nuestras bibliotecas para que los gastos de sesión y desplazamientos sean menores. En nuestras bibliotecas han actuado M.ª Eugenia Manzanera, Pep Bruno, Soraya Herráez de UnPuntoCurioso, Légolas Colectivo Escénico, Boni Ofogo o Patricia Picazo  y seguro que me olvido algún otro. De lo mejorcito.

Colaboración con el Centro de Salud

Con el ” mantenemos un programa de biblioterapia a través del cuál todo el personal sanitario de dicho centro puede “recetar” lecturas a sus pacientes. Esas lecturas se escogen de una selección de lecturas acordes a unos ítems (para no hablar de patologías, palabra que no es del agrado de los sanitarios) relacionados con los temas que más ven aparecer en la consultas, elegidos por el médico de atención primaria y medicina comunitaria Alfonso Ortiz Rubio.

Dimos a conocer el programa en el año 2017 y fue cuando empezaron a llegar a nuestra biblioteca las primeras recetas con prescripciones de libros; el año anterior habíamos estado trabajando en los criterios de selección de lecturas, en nuestro caso hemos optado por libros de ficción, la hoja de evaluación de las lecturas y las charlas de formación para el personal en el propio centro de salud. Esta actuación conjunta no sería posible sin la implicación y el trabajo de los responsables del programa en el centro de salud y el encuentro propiciado por la Red de Desarrollo Comunitario “Entretejiendo Saja”, de la que nuestra biblioteca forma parte. Desde entonces hemos seguido trabajando en la evaluación del programa, en la selección de lecturas, ya que pretendemos que sea una lista dinámica, el título elegido no es cerrado, el objetivo es que el libro sea la herramienta que posibilite el diálogo.

 En la propia biblioteca también se ha creado una sección de biblioterapia a la que se puede acceder sin receta médica, está compuesta también por libros de ficción a los que ponemos una etiqueta en la que aparece el síntoma que trata dicha lectura. La sección es bastante llamativa puesto que, a la hora de diseñar las etiquetas lo realizamos fijándonos en las que realiza la librería  “Piccola farmacia letterarie” en Florencia, que resultan de lo más atrayentes y dan un toque de color a una sección que, al principio, resultó un poco chocante puesto lectores y lectoras no se planteaban que la lectura pudiera tener efectos terapéuticos.

Colaboración con los Comercios locales

En este año hemos estrenado colaboración con la Asociación de Comercios de Cabezón de la Sal “Villasal”. Ha supuesto una manera de llevar la biblioteca hasta los escaparates de los comercios de la villa. Para nosotros permite dar visibilidad a una institución que puede parecer que está escondida tras los muros del edificio y una magnifica iniciativa para captar socios y socias, por si aún hubiera personas que no conocieran las posibilidades que ofrece para la información, la formación y el ocio. El pasado mes de abril ideamos una gynkana: “Los libros misteriosos” en la que los participantes tenían que recorrer los comercios participantes en la actividad y, a través de un código QR, descargar el fragmento de un libro y tratar de adivinarlo. Los resultados se anotaban en un tríptico que debían  entregar en la biblioteca y, en caso de haber resuelto el misterio, les obsequiamos con un regalo. Los comercios daban pistas sobre esas lecturas con algún elemento identificativo en sus escaparates y la actividad resultó muy positiva ya que tuvimos tanto al público infantil como adulto yendo de tiendas para buscar libros en lugares insospechados.

En definitiva, a veces no hay que esperar a que surjan las oportunidades de colaboración, hay que salir a la calle y comprobar que no todo depende del presupuesto que se nos asigne para actividades , que con poco se puede mantener un programa ambicioso y sugerente. Eso sí, hay que estar dispuesto a trabajar un poquito más de lo que ya hacemos cada día, hay que transmitir el entusiasmo a las asociaciones, personas, instituciones con las que se quiera colaborar e intentar que la relación se mantenga en el tiempo.

El esfuerzo merece la pena y el vínculo que crea la biblioteca con su comunidad es fundamental para que la institución sea vista como ese tercer lugar, un lugar neutral para el intercambio y socialización de las personas, un lugar construido por todas y todos, un lugar comprometido con la comunidad.


Ana Lilia Saro Ordorica, bibliotecaria en la Biblioteca Municipal “Conde San Diego” en Cabezón de la
Sal
(Cantabria). Convencida de que #leerbeneficiaseriamentelasalud, la propia y la de quienes te rodean.

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