Biblioterapia: remedios literarios para males ordinarios

¿Podemos tratar el desamor con un tratamiento combinado de las Bronté y de Jane Austen?

¿Cómo te quedas si te recetamos desde la biblioteca la lectura de La conjura de los necios para tratar la flatulencia? ¿Acaso crees que serás inmune a las escenas amorosas que describe Catherine Millet a la hora de corregir tu inapetencia sexual? Prueba a despertar tus apetitos, todos ellos, con Laura Esquivel y lee al menos una receta cada 8 horas de Como agua para chocolate. Es un tratamiento que ha demostrado su eficacia en multitud de casos contrastados. Para levantar el ánimo y tratar la baja autoestima, pueden resultar muy estimulantes los Tomates verdes fritos, de Fannie Flagg. Y así hemos ido buscando remedio para el estrés, las obsesiones, el insomnio, el nerviosismo, incluso para la avaricia y la arrogancia, sin olvidarnos de la alopecia o la anorgasmia. Con esta primera aproximación a la biblioterapia hemos podido encontrar remedios literarios a 40 males ordinarios, con un vademecum de 50 obras literarias. Y es que hay algunas dolencias que necesitan al menos dos libros para ser aliviadas. Y además tratamos tanto dolencias físicas, como resfriados, nerviosismo, irritabilidad o mal carácter, como dolencias del alma como la apatía, la misantropía, la ansiedad o la arrogancia. En eso, los bibliotecarios no diferenciamos poco de los farmacéuticos. Ellos, en sus reboticas, preparan remedios magistrales; nosotros, en nuestras bibliotecas, conocemos y manejamos los bálsamos y ungüentos literarios que pueden ayudar a nuestros usuarios con esa dolencia que los aflige. Esa es la magia de la lectura, ese es el poder terapéutico de la literatura. 

¿En qué consiste Biblioterapia?

En esencia, Biblioterapia es una propuesta de animación lectora pensada para difundir la literatura fuera de los muros de la biblioteca y hacerla llegar a públicos que no frecuentan nuestras salas, pero también a aquellos que son lectores habituales. Por eso, siempre pensamos en soportes insólitos, que nos permitan captar la atención del posible lector que, de esta forma, va a toparse con la literatura de forma sorpresiva, en contenedores y espacios en los que no se lo espera.  Lo hicimos hace tres años con los Posavasos literarios, que llevaron los libros a las terrazas de los bares; hace dos con las tarjetas de regalo de #versosenloslabios y el año pasado repartiendo de mano en mano octavillas con fábulas que también fueron colocadas en los limpiaparabrisas de los coches todos los jueves de mercado. Este año, parece que el dios Asclepio y las musas hubieran inspirado nuestros pensamientos más saludables. Esperemos que Hermes, dios de las comunicaciones y gran mensajero, haga llegar lejos nuestra propuesta, no en vano hemos querido incluir en el diseño uno de sus atributos, el caduceo con la vara de olivo, las serpientes entrelazadas y las alas que le dan rapidez. Con tales embajadores tenemos mucho terreno avanzado. 

Biblioterapia se compone de varios elementos. 

El primero de ellos es un talonario de recetas para la automedicación lectora En concreto 10 recetas para tratar diversas dolencias. Las recetas emulan el diseño y la apariencia de las que nos proporciona el médico de cabecera, si bien, cada una de ellas es de un color diferente. La prescripción consta siempre de dos libros y de un tratamiento alternativo de otras dos obras literarias. En caso de requerir tratamiento urgente, se puede escanear el código QR de la receta correspondiente y descargarse el libro que allí se contiene. En cada receta, pues, hemos incluído una obra ya libre de derechos de autor para que pueda ser utilizada sin problemas legales. Se indica, además, la duración del tratamiento y la posología, que puede variar de un capítulo cada 24 horas, o ser de 50 páginas tres veces al día. Además se incluye una serie de advertencias al lector, que ayudarán a comprender mejor la receta y a hacer más eficaz el tratamiento.

¿Dónde conseguir las recetas?
Las recetas pueden obtenerse en el Centro de Salud de Peñaranda de Bracamonte, en las farmacias de la localidad y en la propia biblioteca. También pueden ser descargadas en digital desde el póster que anuncia el proyecto.

El segundo de los elementos del proyecto son unas cajas de medicación que tratan de imitar los nombres y los formatos de medicamentos conocidos: 

Paraletramol, Lorcazepam, Versolirio, Poesiril, Bibliocalm, Cervantyum, Libroprofeno, Leermax, Lectocatil y Literazepam. 

En cada una de las cajas, de 10 comprimidos, se incluye un prospecto que contiene los 10 códigos QR que aparecen en las recetas y que están indicados para el tratamiento de los siguientes grupos de dolencias: 

Inapetencia, Decaimiento, Dolencias del alma, Melancolía, Mal carácter, Problemas de sueño, Asuntos de cama y mesa, Resfriados, Cosas de la cabeza y Edad del pavo. 

Las cajas de medicación están siendo dispensadas en cada una de las farmacias de la localidad, en los hoteles y en la propia biblioteca. El acabado profesional de las cajas las hace muy atractivas y han tenido un enorme éxito entre nuestros usuarios, que tratan de hacerse con la colección completa. 

Todo el programa se anuncia y difunde mediante un póster que lleva el título de la iniciativa y cuya particularidad reside en que se puede descargar el recetario en formato digital a través de un código QR. Estos pósters están repartidos por toda la localidad y no faltan en el Centro de Salud, en las farmacias, en establecimientos hosteleros y en la propia biblioteca.

La propuesta, por tanto, adquiere una dimensión física y otra digital, puesto que los recetarios, una vez descargados, pueden ser compartidos por redes sociales, correo electrónico o programas de mensajería móvil, siendo posible, como ya se ha explicado, descargar desde cada receta una de las sugerencias de lectura. 

Por otro lado, nuestra intención siempre ha sido que la iniciativa pudiera ser replicada y aprovechada, con todos sus elementos, por cualquier biblioteca o centro educativo. Para ello la registramos con una licencia Creative Commons de Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional (CC BY-NC 4.0). Cualquier persona interesada puede obtener el material completo siguiendo en Twitter e Instagram el hashtag #Biblioterapia o poniéndose en contacto con la Biblioteca de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca)

La idea es original y ha sido desarrollada y diseñada por José Luis Sánchez, @JLBracamonte y Jesús Gil, @PitxiGil e inspirada por el Manual de Remedios Literarios de Ella Berthoud y Susan Elderkin, editado por Siruela. 

Estamos convencidos de que un libro adecuado y leído en el momento oportuno, puede cambiarte la vida. Además, te servirá para olvidarte de múltiples preocupaciones, te alejará de los problemas y te proporcionará ratos inigualables. Son los lectores los que han de descubrir los remedios contenidos entre sus páginas y de sanar sus dolencias con el sorprendente poder de la literatura. 

Para cualquier problema no especificado en nuestros recetarios, consulte a su bibliotecario más cercano.

 

Este post es una firma invitada por Felicidad Campal, escrito por José Luis Sánchez Rodríguez de la Biblioteca Pública Municipal de Peñaranda de Bracamonte y según dice su bio de Twitter @JLBracamonte: «Letraherido. Bibliotecario. Geografia e Historia. Defiendo lo público sin patente de corso, pero con diez cañones por banda. Maratoniano. Dionisiaco.»

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