Son razones conocidas y plasmadas en frases que escuchamos con frecuencia. Es raro que en este mundo, alguna vez, no nos hayamos topado con alguna de ellas. Pueden oírse en organizaciones rígidas y burocráticas, sea en instituciones públicas o privadas. En cualquiera.
Quizás, en el momento de leer este post, te esté dando vueltas lo que dijo tu jefe cuando presentaste tu idea o proyecto. O quizás, hayas sido tú mismo quien la haya pronunciado.
El cambio asusta, es lógico, es natural, es humano. En nuestro caso, en nuestra profesión, en nuestras organizaciones, en nuestras bibliotecas, el cambio muchas veces se vincula al mundo de las aplicaciones tecnológicas que transforman, querramos o no, nuestros cómodos espacios. El miedo no está relacionado con la tecnología, sino con las personas, los seres humanos.
Nos preguntamos si las bibliotecas son ámbitos donde más se escuchan este tipo de frases. ¿Las bibliotecas son espacios donde la resistencia al cambio es más grande?. ¿Qué otras razones escuchamos y esgrimen una resitencia al cambio? Quizás debiéramos preguntarnos: ¿cuáles son las razones para cambiar?.
A continuación, compartimos una versión libre en español de «50 reasons not to change«:
- ¡No pasará!
- ¡Es imposible!
- ¡Es demasiado ambicioso!
- ¡No se puede!
- Eso es político y nosotros no hacemos política
- ¡Yo no tengo autoridad para hacer eso!
- A mi no me corresponde
- Nosotros nunca hemos hecho eso antes!
- No me dejan
- Eso es demasiado lírico
- Aún no tenemos consenso
- Eso tomará demasiado tiempo
- Va en contra de la tradición de este lugar
- Me falta ánimo
- No hay demasiado tiempo
- No es mi trabajo
- Nosotros lo hemos intentado antes
- Hace más de veinte años que trabajo acá y he visto desplomarse proyectos como los tuyos
- Acá simpre se trabaja de esta forma, ¿para qué cambiar?
- No tenemos el personal
- No se puede hacer
- Eso de demasiado político
- Es demasiado costoso
- No es nuestro problema
- Ellos realmente no quieren cambiar
- Es muy visionario
- Es muy complicado
- Estamos bien como estamos
- Nadie me preguntó
- De eso no entiendo nada…
- No estoy seguro que le guste mi jefe…
- No tenemos el equipamiento…
- Es sólo una moda
- Necesito pensar eso
- Nosotros no lo tenemos consensuado todavía
- ¿Por qué eso me tiene que interesar a mí?
- No es mi problema
- ¡Nunca pasará!
- ¡Es muy radical!
- ¡Otro departamento intentó eso!
- ¡Es contrario a nuestra política!
- Siempre lo hicimos de esta manera…
- ¡Ellos son muy cerrados!
- ¡Se necesita un comité de estudio!
- Tal vez sí, tal vez no…
- ¡Es contrario a nuestra tradición!
- Estoy a favor, pero…
- No hay un(a) orden claro…
- Necesitamos pensar más…
- No tenemos presupuesto para eso…
Por último, y para enfrentar esa inmovilidad que todos podemos sentir alguna vez, los invitamos a leer o (re)leer la parábola de Spencer Johnson ¿Quién se ha llevado mi queso?, del cual compartimos aquí unos pasajes:
«Haw siguió pensando en lo que podía ganar en lugar de detenerse a pensar en lo que perdía.
Se preguntó por qué siempre le había parecido que un cambio le conduciría a algo peor. Ahora se daba cuenta de que el cambio podía conducir a algo mejor.
«¿Por qué no me di cuenta antes?», se preguntó a sí mismo.
[…]
Ahora se daba cuenta de que era natural que el cambio se produjese continuamente, tanto si uno lo espera como si no. El cambio sólo le sorprende a uno si no lo espera ni cuenta con él.
[…]
Hay que permanecer atento para detectar cuándo empiezan los pequeños cambios y estar así mejor preparado para el gran cambio que puede llegar a producirse.Conocía ahora la necesidad de adaptarse con mayor rapidez, pues si uno no se adapta a tiempo, es muy posible que ya no pueda hacerlo.
Debía admitir que el mayor inhibidor del cambio se encuentra dentro de uno mismo, y que nada puede mejorar mientras no cambie uno mismo.»
Si el cambio empieza en uno, entonces la suma de unos y otros será lo que produzca una verdadera y positiva transformación dentro de nuestras organizaciones.
BIBLIOGRAFÍA:
- 50 reasons not to change (2007). En: Biocultural Science & Management
- González, Nieves (2008). Resistencias a la web 2.0. En: Web Social para profesinales de la información.
- Johnson, S. (2001). ¿Quién se ha llevado mi queso?: una manera sorprendente de afrontar el cambio en el trabajo y en la vida privada. 25a. ed. Barcelona, Empresa Activa.
Yanina González Terán. Bibliotecaria Documentalista egresada de la UNLP. Trabajo en la Biblioteca de la FAU-UNLP, y mis tareas se relacionan con la gestión de colecciones digitales internas y externas, propuestas de ALFIN y gestión de servicios en la Web Social. También, soy docente de trabajos prácticos en la Cátedra de Introducción a la Bibliotecología en la UNLP. Y bajo la figura de tutora en línea, doy apoyo en las capacitaciones profesionales sobre el uso de nuevas tecnologías que ofrece Diana Rodríguez.
Fernando Gabriel Gutiérrez. Docente y bibliotecario actualmente en ejercicio en la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Luján. Internauta apasionado por las bibliotecas de todo tipo, las nuevas tecnologías, ciberculturas y la educación en línea. Especialista en Educación y Nuevas Tecnologías (FLACSO), Lic. en Cs de la Comunicación (UBA), bibliotecólogo y bibliotecario de instituciones educativas. Y además, soy tutor en línea del Programa «Conectar – Igualdad» del Ministerio de Educación de Argentina.