Esto es quizá lo que se esté preguntando Ana Mangas, una docente vocacional y apasionada de la innovación y la creatividad, al ver su entrevista en un blog dedicado, en principio dedicado a los profesionales de la información. Aunque en realidad, sé que no se lo pregunta, porque esta profesora es inspiradora en cada proyecto que inicia, fomenta la creatividad y el pensamiento crítico y flexible proponiendo retos adecuados, teniendo en cuenta los conocimientos previos y la importancia del trabajo en equipo. Adora ser guía del aprendizaje, mira a su alumnado, el centro de su trabajo, con afecto, cree en una educación socioemocional para construir un mundo mejor y practica con nuevas metodologías, utilizándolas también como herramientas de evaluación para mejorar el proceso de aprendizaje del alumnado y del contenido. Está convencida y sigue «peleando» para poder conseguir que la educación cambie y siendo así, ¿como va a sorprenderse?…
He pensado, que ahora, que estamos a principios de curso, es un buen momento para buscar inspiración y nuevas ideas y formas de trabajar para ir cambiando las cosas, por ejemplo con el visual thinking o pensamiento visual, en el que nuestra entrevistada de hoy es una experta. Como en alguna otra entrevista ha manifestado, «no es casualidad que en nuestra era digital el Visual Thinking se haya convertido en una línea estratégica educativa esencial. La imagen se ha revalorizado como forma de comunicación, y al mismo tiempo las nuevas generaciones crecen saturadas de imágenes. En este sentido, tan importante es la alfabetización visual en un proyecto de alfabetización múltiple como el fomento de la lectura visual, capaz de aprovechar un objeto de uso cotidiano para los niños como la imagen, con fines educativos.»
Y claro si hablamos de alfabetizaciones ya está más que justificada esta entrevista y su presencia en este blog. Pero por si alguien sigue teniendo dudas, vamos con esta breve pero clara y clarificadora entrevista, que acabaría de contestar la pregunta (que todos alguna vez nos hemos hecho), ¿qué pinto yo aquí?…
¿Quién es Ana Mangas y a qué se dedica?
Soy Maestra, me encanta la docencia así que hice Magisterio y también Pedagogía porque no se puede enseñar sin una buena pedagogía, pero como me apasiona la pintura hice también Bellas Artes y ahora combino: puse en marcha el Bachillerato Artístico en Escuela IDEO en Madrid, en el cual imparto asignaturas como: Dibujo Artístico, Cultura audiovisual, Volumen, Técnicas Gráfico Plásticas y Dibujo Técnico. También imparto las clases de la especialidad en el Máster de Formación del Profesorado en la UPSA (Pedagogía Creativa).
Soy una enamorada de la educación: me llena de emoción y creatividad. Me encantan los alumnos disruptivos, porque consigo que pierdan la rebeldía o mejor dicho que saquen partido de ella y la transforman en energía creativa. Soy amante de la sorpresa y la pasión en el arte de enseñar y aprender. No hay aprendizaje sin emoción.
Sigo pintando en mis ratos libres, son pocos… pero el olor del óleo, las acuarelas, el carboncillo… me embriagan.
Llevo 29 años en educación. Empecé a trabajar en Salamanca, sin libro de texto, elaboro materiales con los alumnos y trabajo por proyectos. AprendemoS en plural, ellos y yo. Y aquí estoy, encantada. Luchando por esto, porque el ARTE es una herramienta para cambiar el mundo, dibujando se piensa mejor. Y para pensar mejor, hay que educar en el mundo artístico.
También soy formadora en cursos y talleres para profesores en Visual Thinking como herramienta de aprendizaje, en CFIES, Universidades, Escuelas y en todos los ámbitos en los que haya que quitar el miedo a dibujar.
¿Qué es el visual thinking?
El término VisualThinking (VT) (pensamiento visual), se utiliza para referirse a distintas realidades. En educación se usa para subrayar la importancia de trabajar en la Escuela con imágenes y la simplificación de formas. En una campaña de comunicación sería un sinónimo de un vídeo o una infografía. En un evento con ponentes, puede entenderse como la representación visual a tiempo real del contenido de las conferencias a través de la técnica graphic recording.
Pero independientemente del contexto, la expresión Visual Thinking, suele entenderse como la forma de recurrir a contenidos visuales para comunicar y pensar, de una manera sencilla. Es, en resumen, PENSAR CON IMÁGENES.
¿Cómo se aplica en el sistema educativo?
Es una herramienta de “cabeza, corazón y cuerpo” que se apoya en elementos que atraen la mirada. Esto obliga a fijarse en lo esencial y a aumentar la concentración. No exige ninguna habilidad particular con el dibujo, basta con realizar círculos, líneas, garabatos, flechas…La complejidad dependerá del contenido que queramos representar. Utilizar esta herramienta en la escuela, la realidad no se trocea, sino que se ilustra en toda su complejidad dentro de un espacio de trabajo. El lado creativo fluye en el alumnado y el profesorado. La mera idea de representar un contexto o un contenido a través del visual thinking es como decirle a nuestro hemisferio creativo “ponte a calentar que hay algo más allá de lo meramente analítico”.
Se trata de volver a usar la mano, para materializar las ideas del alumnado y retomar una forma más natural de gestionar la información y el aprendizaje.
A medida que el pensamiento visual gana presencia en nuestro entorno, el lenguaje visual se convierte en un lenguaje que todos podemos compartir.
¿Qué utilidades y beneficios aporta a los alumnos?
Potencia la creatividad, entrena la extracción de ideas fundamentales, desarrolla la capacidad de síntesis, estimula la investigación, fortalece habilidades de pensamiento, estructura contenidos, facilita la comprensión, ayuda con la motivación, mejora la cultura estética… en resumen desarrolla una mayor capacidad de escucha y de síntesis para poder reagrupar en una sola página la información sobre un tema.
¿Cómo pueden los adultos que ya no están dentro del sistema educativo, aprender a pensar de esta manera tan visual?
Tenemos que hacer un esfuerzo de traducción, de representación visual de los conceptos o de las ideas que queramos compartir. Pero tenemos que hacer el esfuerzo y olvidarnos de la frase “yo no sé dibujar”. No necesitamos ser un artista. En el Visual Thinking nos movemos en otra dimensión: visualizamos. Unas cosas son más fáciles de visualizar que otras. Pero lo importante es no quedarse fuera, que practiquemos y empecemos por lo fácil, y cada uno irá construyendo a partir de ahí. Igual podríamos empezar con mapas mentales, después con diagramas, continuar con dibujos, con secuencias, creando metáforas visuales para terminar ya creando nuestro sketchnoting.
Se trata de un acto de voluntad, no un don con el que se nace. La clave es desear querer ver, mirar, imaginar y mostrar.
¿Podrían ser las bibliotecas públicas el espacio que no tuvimos en nuestros pasados sistemas educativos para aprender a ello?
Perfectamente. Están llenas de tanta información, que hacer visual thinking en ellas, sería el acto de abandono que hacemos de la imagen que guardamos cada uno en nuestra cabeza del libro que leemos, para apropiarnos del mapa común construido entre todos. Un libro es una representación secuencial, puesto que existen unas páginas que favorecen una narrativa.
Con el visualthinking la representación es espacial, la realidad se ilustra en toda su complejidad dentro de un espacio de trabajo… ¿Te imaginas tener la totalidad de un contenido a la vista? Es una alegría saber que todo está ahí y, por otro lado, permite pensar de manera diferente. Se encontraría conexiones que antes no veíamos. Al ver en imágenes, la información se quedará grabada en nuestra memoria.
Además se interviene de otra manera en el diseño de espacio físico de la biblioteca, porque el espacio físico importa. Hace posible el movimiento.
En el VT la necesidad de que la realidad sea mostrada en forma de relato exigirá una representación en fragmentos, escena a escena… a modo de guion gráfico… ¿qué mejor lugar que una biblioteca?
Y como suele ser habitual en mis posts, ¿qué mejor manera que terminarlos con una pregunta?, bueno, sí que hay una buena manera, que agradeciéndole a esta paisana de la ciudad del Lazarillo, que nos haya mostrado que además de con emoción, pasión e intención, hay otras maneras de enseñar y hay otras maneras de aprender y no solo en el ámbito educativo. Ojalá veamos todas esas posibilidades en nuestro mundo bibliotecario…
Ana Mangas queda muy bien reflejada en lo que dice. Es una persona imaginativa, creativa, original y, sobre todo, una gran persona que ama educar bien a sus alumnos más allá de lo meramente establecido.