¿Os consideráis ciudadanos digitales?
La respuesta inmediata para algunas personas es «no». Sin embargo, tras una reflexión posterior, y después de pensar en la participación diaria en el mundo digital: casi todos dedicamos tiempo diariamente en la red, formamos parte de la nueva era de las redes sociales, quien más y quien menos conoce alguna red social -aunque sea el whatsapp, que también lo es- y prácticamente se han convertido en herramientas imprescindibles para comunicarnos. Casi todos utilizamos uno o más dispositivos simultáneamente, y casi todos estamos en contacto con socios, familiares, compañeros o amigos principalmente a través de medios digitales. Dicho esto muchas personas probablemente reconsiderarían su respuesta y se darían cuenta de que «sí» son, de hecho, ciudadanos digitales.
Ahora bien, demos otra vuelta de tuerca a la pregunta inicial y repensemos. Abrir, usar, leer blogs, interactuar en redes sociales, compartir diversos tipos de contenido, colaborar en campañas online virales, difundir información, compartir anécdotas, experiencias, firmar para que se apoyen determinada denuncia pública o campaña, etc. a través de la red, ¿nos convierte en un ciudadanos digitales?. Supongamos que obviamente disponemos de la competencia y experiencia para usar la red ya sea en ordenadores, teléfonos móviles y dispositivos, y que también tenemos la habilidad para interactuar con organizaciones públicas y privadas, pero mientras no comprendemos que las tecnologías de la información se deben utilizar para contribuir en su sociedad, al gobierno de su ciudad o de su país y en la política, mientras no sepamos usar Internet de forma activa, crítica y efectiva, quizá la respuesta a si somos ciudadanos digitales, la respuesta sea que no… No olvidemos que aunque es básico y fundamental, lo más importante no es solo saber cómo utilizar la última tecnología, sino para qué la utilizamos. El dispositivo cambiará continuamente pero, ¿qué hay detrás del mensaje?, ¿qué quiero hacer con él?, ¿cómo me quiero comunicar con la gente?, la respuesta a cada una de estas preguntas, nos colocará en un lado u otro en este «ranking» digital.
El mundo digital y la ciudadanía
Todos nosotros sabemos que los niños, niñas y jóvenes de hoy en día crecen rodeados de tecnología. Probablemente estamos familiarizados también con el controvertido concepto de “nativos digitales” creado por Marc Prensky para designar la fluidez natural que poseen las jóvenes generaciones para el uso de las tecnologías, al contrario de lo que ocurre con las generaciones de más edad, a las que denomina “inmigrantes digitales”, personas que han adoptado las tecnologías más tarde en su vida y que conservan siempre un “acento” cuando las utilizan. Esta metáfora es poderosa: reconoce el mundo digital como un país y a los usuarios de los medios digitales como los ciudadanos de ese país. Sin embargo, subestima uno de los aspectos más relevantes de este “nuevo mundo”; el hecho de que no se prevé ninguna frontera –o muy pocas fronteras-, no se necesita ningún pasaporte, no siendo por tanto de aplicación los conceptos de “nativo” y de “inmigrante”. ¿Qué queda entonces de un país que no tiene fronteras?.
Cuando se intenta definir la ciudadanía digital es necesario considerar, como muy bien definen Anusca Ferrari y Hans Martens, en el prólogo del proyecto «Formando ciudadanos digitales: hacia la ciudadanía activa a través de eTwinning 2016«, tres pilares principales: pertenencia (yo pertenezco a aquí), implicación (estoy implicado) y protección (estoy protegido y protejo), al que hay que añadir un más, el que aporta Anne Gilleran: la confianza y empoderamiento (poseo la destreza digital). Los ciudadanos digitales pertenecen a la sociedad digital y utilizan la tecnología para implicarse activamente en la sociedad y con la sociedad. La ciudadanía digital empodera a las personas para cosechar los beneficios de la tecnología digital de una forma segura y eficaz.
Según podemos leer en Digital Citizenship existen nueve elementos que definen la ciudadanía digital:
- Acceso al mundo digital. Este es el requisito más fundamental para convertirse en un ciudadano digital. Debido a dificultades como el estatus socioeconómico o la localización algunos individuos pueden no tener acceso de forma regular. Las escuelas y las bibliotecas públicas pueden ayudar a paliar este problema.
- Comercio digital. Este concepto hace referencia a la capacidad de los usuarios para reconocer que una buena parte de la economía se regulaonline. También tiene que ver con la comprensión de los peligros y los beneficios de la compra en la red, usando tarjetas de crédito y demás.
- Comunicación digital. Este elemento trata con la comprensión de los distintos medios de comunicaciónonline, que abarcan del correo electrónico a la mensajería instantánea.
- Alfabetización digital. Con esto se hace referencia al conocimiento sobre cómo usar distintos dispositivos digitales. Un ejemplo de esto sería aprender a usar correctamente un motor de búsqueda dependiendo del contexto —no se busca lo mismo en Google que en una base de datos—.
- Etiqueta digital. Hace referencia a saber cómo comportarse a la hora de utilizar la comunicación digital. Cada medio cuenta con sus propias normas.
- Leyes digitales. En este contexto se mueve la legislación aplicada a la descarga ilegal de contenidos, plagio,hacking, creación de virus, campañas de spam, robo de identidad, ciberacoso y etcétera.
- Derechos y responsabilidades digitales. Con este concepto se hace referencia a los derechos del ciudadano digital, como la privacidad o la libertad de expresión.
- Salud digital. Los ciudadanos digitales deben conocer el estrés físico que produce el uso de Internet, así como saber qué hacer para no crearse adicción al medio.
- Seguridad digital. El noveno elemento hace referencia a que los ciudadanos deben tomar las medidas de seguridad necesarias para poder moverse por la red con tranquilidad.
Mucho más allá de la mera definición de lo que es ser ciudadano digital, ciberciudadano, netizen, o e-ciudadano, como aquellos que hacen un uso intensivo de la tecnología de la información, de las redes sociales, que pueden tener su propio blog o sitio web, que participan activamente en el comercio electrónico o que usan los sitios de organizaciones privadas (como bancos) y públicas (estatales, provinciales y/o municipales), en el artículo Tiempo de empoderamiento digital publicado en la sección «Traspasando la línea«, sección coordinada por @albert_sangra, Montse Guitert, realiza una muy buena descripción del mundo digitalizado en que vivimos. Para ella «Ser competente digital hoy conlleva “Ser digital” como individuo, término acuñado por Negroponte, y poseer unos conocimiento de tecnología, de comunicación en la red, de lenguajes multimedia (new media) y de cómo gestionar la información de la manera más eficiente utilizando las TIC y los medios digitales. Estas competencias digitales avanzadas te pueden permitir decidir qué programa informático puede ser el más adecuado para gestionar la economía de la empresa, o decidir por qué quieres crear un vídeo publicitario para publicar en la web, o cómo comunicarte y atender a tus clientes en línea, o… En definitiva, cómo integrar las tecnologías digitales en el entorno profesional para que ser lo más eficientes y efectivos que sea posible».
Necesitamos ser competentes digitalmente, y eso implica, tal y como ha indicado la, ya citada, experta europea Anuska Ferrari, poseer «el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes (incluyendo por tanto las capacidades, estrategias, valores y conciencia) que se requieren cuando se utilizan las TIC y los medios digitales para realizar tareas, resolver problemas, comunicar, gestionar la información; colaborar, crear y compartir contenidos, y construir el conocimiento de manera eficaz, eficiente, adecuadamente; de manera crítica, creativa, autónoma, con flexibilidad; de manera ética, reflexiva para el trabajo, el ocio, la participación, el aprendizaje, la socialización, el consumo, y el empoderamiento».
¿Y por dónde?: algunos proyectos para formar ciudadanos digitales
Como hemos visto, y como nos recuerda Anne Gilleran en el citado proyecto «Formando ciudadanos digitales: hacia la ciudadanía activa a través de eTwinning 2016, los ciudadanos digitales activos se describen como participativos, activos y que utilizan el poder de este mundo digital para ser provocativos, reflexivos y creativos en respuesta a los desafíos a los que se enfrentan en sus situaciones físicas. Ser un ciudadano digital activo y productivo puede tener, y de hecho tiene, un efecto no solo en el mundo digital, sino también en el mundo físico que nos rodea. Nuestra sociedad puede cambiar y cambia y se ve influida por lo que ocurre en el mundo digital. Sin embargo, los ciudadanos digitales activos no aparecen espontáneamente, de la misma manera que los ciudadanos de cualquier país no llegan de forma espontánea al estado de ciudadanía activa. En cada caso tiene que haber un proceso de socialización y desarrollo.
Y ahora, como en el chiste de «La sirenita y los gallegos en el que están dos gallegos pescando en el mar, y al sacar la red, entre los peces sale una sirena…Uno la mira, la vuelve a mirar, y la echa al mar. El otro le dice: ¿y por qué?, y le contesta: ¿y por dónde?», la pregunta sería ¿cómo y por dónde?…
A continuación se citan algunos ejemplos y proyectos de muy diversa índole y procedencia, algunos nacionales, otros más locales y cercanos, que tiene en común que los participantes, sean docentes, estudiantes o «simplemente» ciudadanos, pretenden desarrollar el sentido de quién son y dónde están en el mundo digital. En esta selección, que no pretende ser exhaustiva, están solo algunos proyectos, que a nivel personal he considerado más representativos, porque pretenden formar a los ciudadanos en la alfabetización del siglo XXI y conseguir una maestría, no solo en una amplia gama de herramientas digitales, sino también en cómo se crean estas herramientas, su funcionamiento, y en cómo desarrollar nuevas herramientas en el futuro para promover un mayor entendimiento, comunicación y creatividad entre las personas que habiten el mundo digital. Todos ellos pretenden inculcar en los participantes un sentido de responsabilidad tanto por su comportamiento en el mundo digital como para asegurar la seguridad de los demás. También quieren poner de manifiesto y ayudarles a entender que, en esta era de la posverdad, de las medias verdades, de los bulos y de los fakes, los mensajes pueden ser manipulados, la información puede presentarse falsamente y la identidad de otras personas puede quedar expuesta y manipulada de forma no necesariamente deseada.
- Proyecto europeo «Formando ciudadanos digitales: hacia la ciudadanía activa a través de eTwinning 2016, en el sentido de implicación real de los jóvenes en los problemas que se presentan en estos proyectos, problemas tales como la inclusión, la migración, la protección del medio ambiente, y la actividad política.
eTwinning desarrolla un papel muy importatnte, no solo en la ayuda que ofrece a los jóvenes para desarrollar sus habilidades digitales, sino también en la promoción de valores fundamentales y de la ciudadanía en el aula. En la agenda antiradicalización que presentó la Comisión Europea en 2016, eTwinning se identificó como una de las principales herramientas para ayudar a promover la educación inclusiva y los valores comunes. El contacto directo entre las personas es crucial para el desarrollo del respeto mutuo y el entendimiento intercultural. Y el personal docente está en una buena posición para detectar los primeros signos de radicalización en los alumnos y para ayudar a abordarlos. Los proyectos eTwinning permiten al personal docente y a los estudiantes que se tengan que enfrentar a desafíos similares a compartir experiencias y a aprender los unos de los otros. eTwinning proporciona una poderosa experiencia de aprendizaje, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de participar en proyectos de aprendizaje colaborativo.
- European Computer Driving Licence (ECDL), también conocido como International Computer Driving Licence (ICDL), es un programa de certificación de conocimientos informáticos dependiente de la organización sin ánimo de lucro ECDL Foundation. ECDL es el líder mundial en la certificación de habilidades digitales.
El programa de certificación ECDL define los conocimientos y habilidades necesarias para utilizar las aplicaciones más comunes de informática. Cada módulo ECDL está compuesto de habilidades prácticas y actualizadas las cuales se deberán validar mediante un examen para obtener la certificación. Los programas ECDL son adecuados para todas las personas que deseen ser totalmente competentes en el uso de los ordenadores y las aplicaciones más comunes. Las habilidades digitales permiten a personas de todas las edades a entender y utilizar la tecnología para mejorar sus vidas personales y profesionales. Los módulos ECDL proveen un programa práctico con los conocimientos y habilidades actualizados que luego son validadas a través de un examen de certificación. Va dirigido tanto al sector educativo: para los estudiantes de todas las edades, contar con una base de competencias digitales significa no solo enriquecer su experiencia educacional, sino también estar preparado para el trabajo, la vida y futuros estudios. Para los maestros y profesores, las habilidades en el uso y aprovechamiento de las herramientas TIC son esenciales para utilizar la tecnología con mayor eficacia en el proceso de enseñanza, alcanzando los objetivos educacionales, utilizando más eficientemente el tiempo y aumentando la creatividad y productividad de las clases. Como a particulares: para que los ciudadanos posean las habilidades para utilizar un ordenador eficazmente es sin duda una competencia esencial para la vida. Las habilidades digitales permiten a las personas de todas las edades entender y aprovechar la tecnología para mejorar sus vidas, a nivel personal, profesional o académico. La certificación de competencias digitales ayudará a mejorar sus oportunidades de empleo ya que podrá demostrar a los empleadores sus conocimientos e incrementará sus posibilidades de comunicación y acceso a información y servicios en línea, entre otros innumerables beneficios.
- La Agenda Digital para España como la estrategia del Gobierno para desarrollar la economía y la sociedad digital en nuestro país. La Agenda marca la hoja de ruta en materia de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y de Administración Electrónica para el cumplimiento de los objetivos de la Agenda Digital para Europa en 2015 y en 2020, e incorpora objetivos específicos para el desarrollo de la economía y la sociedad digital en España.
Para ello la Agenda Digital para España se diseñó como un instrumento ágil que, además de abordar estos objetivos, pudiese adaptarse al rápido desarrollo tecnológico que caracteriza al sector TIC.Inicialmente la Agenda Digital para España contenía 106 líneas de actuación estructuradas en torno a seis grandes objetivos:
- Fomentar el despliegue de redes y servicios para garantizar la conectividad digital
- Desarrollar la economía digital para el crecimiento, la competitividad y la internacionalización de la empresa española
- Mejorar la administración electrónica y los servicios públicos digitales
- Reforzar la confianza en el ámbito digital
- Impulsar la I+D+i en las industrias de futuro
- Promover la inclusión y alfabetización digital y la formación de nuevos profesionales TIC
- Desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte trabajan en incorporar la Competencia Digital en la enseñanza. El principal resultado de este trabajo es el Marco Común de Competencia Digital Docente, un marco de referencia que, aplicado adecuadamente, permite a los docentes conocer y usar la tecnología, enseñarla y aplicarla correctamente en las aulas, y preparar a los alumnos (los ciudadanos de mañana) para el mundo digital.
La primera versión del marco se elaboró en 2013, y este año 2017 se ha efectuado una revisión y se ha publicado el Marco Común de Competencia Digital Docente 2017, que, además de actualizar sus contenidos, da un paso más definiendo los niveles de competencia digital en tres niveles A B y C y tres subniveles, de forma similar al Marco Europeo de las Lenguas, que nos entregan los conocidos A1, A2, B1, B2, C1 y C2.
Las áreas de competencia digital del Marco DIGCOMP 2.0 pueden resumirse de la siguiente forma:
1. Información y alfabetización informacional: identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar la información digital, evaluando su finalidad y relevancia.
2. Comunicación y colaboración: comunicar en entornos digitales, compartir recursos a través de herramientas en línea, conectar y colaborar con otros a través de herramientas digitales, interactuar y participar en comunidades y redes; conciencia intercultural.
3. Creación de contenido digital: crear y editar contenidos nuevos (textos, imágenes, videos…), integrar y reelaborar conocimientos y contenidos previos, realizar producciones artísticas, contenidos multimedia y programación informática, saber aplicar los derechos de propiedad intelectual y las licencias de uso.
4. Seguridad: protección personal, protección de datos, protección de la identidad digital, uso de seguridad, uso seguro y sostenible.
5. Resolución de problemas: identificar necesidades y recursos digitales, tomar decisiones a la hora de elegir la herramienta digital apropiada, acorde a la finalidad o necesidad, resolver problemas conceptuales a través de medios digitales, resolver problemas.
- El Plan de Alfabetización Tecnológica de Extremadura es un programa financiado por la Junta de Extremadura -Consejería de Educación y Empleo-, a través del Servicio Extremeño Público de Empleo (SEXPE), gestionado por la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX).
El Plan de Alfabetización Tecnológica de Extremadura, dentro de las acciones que contribuyen a mejorar y consolidar las competencias y habilidades imprescindibles para mejorar la empleabilidad, está desarrollando la charla informativa Competencias digitales en el mercado laboral actual.
- El Programa CyL Digital, “Castilla y León Comunidad Digital”, es una iniciativa de la D.G de Telecomunicaciones de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, incluida en el marco de la Agenda Digital para Castilla y León, cuyo objetivo es informar y sensibilizar a la sociedad sobre las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías y la Sociedad de la Información.
CyLDigital es un programa abierto a todos (ciudadanos, autónomos y pequeñas empresas) en el que se desarrollan iniciativas para sensibilizar y formar a las personas en la aplicación de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a su vida cotidiana, a su trabajo o a sus negocios. En CYL Digital podrá encontrar su sitio para aprender, informarse, consultar, compartir, aportar y colaborar en el intercambio de experiencias, todo ello relacionado con las TIC y la multitud de posibilidades que ofrecen.
- Proyecto Ikanos (diestro, hábil, competente), es un proyecto de 2015 del Gobierno Vasco, impulsor de la Sociedad de la Información y del Conocimiento en la sociedad vasca.
IKANOS pretende contribuir al desarrollo de una sociedad competente, altamente participativa y corresponsable, usuaria de servicios digitales avanzados y de alto impacto que mediante la palanca innovadora de las TIC incrementa su competividad y mejora la calidad de vida de las personas y el bienestar colectivo. Va dirigido a las personas que forman el capital humano, a la sociedad vasca y a las organizaciones, especialmente a las empresas, que obtienen recursos mejor dotados y competentes en el mercado global. Con un enfoque eminentemente abierto, participativo y colaborativo, IKANOS se convierte así en el proyecto para la difusión y el impulso a la adopción en Euskadi del marco europeo de competencias digitales, concebido a partir de la implementación del proyecto europeo DIGCOMP.
- El Plan de Inclusión digital del Ayuntamiento de Huesca 2016-2017, se aborda como continuación del trabajo realizado en los anteriores planes de Inclusión digital. En este Plan se ha agrupado la formación de iniciación con la de Internet para la vida diaria en una nueva formación denominada «Vivir en la era digital» para que los ciudadanos consoliden sus conocimientos e interactúen con los distintos dispositivos, reforzando la formación en móviles y tablets.
Este nuevo proyecto, en el que además intervienen activamente las bibliotecas municipales, no pretende alfabetizar en el uso de las herramientas, sino que está orientado al empoderamiento de la población, de tal modo que la tecnología sea invisible y la formación se oriente a la consecución de acciones prácticas presentes en la vida diaria de los ciudadanos/as, como hemos planteado en los ejes estratégicos.
¿Ciudadanos digitales o simplemente CIUDADANOS?
Como ya apuntaba Montse Guitert, el cambio digital está transformando casi todos los aspectos de nuestras vidas, con cambios que se suceden a un ritmo que es difícil de seguir. Todo el mundo – trabajadores, estudiantes, ciudadanos – tiene que adquirir las nuevas destrezas y capacidades necesarias para hacer un uso completo de las posibilidades y oportunidades que se abren ahora para todos nosotros. No solo es necesario contar con habilidades digitales para casi todos los trabajos, todas las personas tienen que tener al menos algunas habilidades digitales básicas para la vida corriente, para aprender, para comunicarse y para participar en la sociedad. El empoderamiento digital (en inglés, “digital empowerment”) supone tener unos fundamentos de capacitación avanzada en competencias digitales, que favorezcan que los individuos sean más eficientes y más críticos, y tengan unas habilidades personales y profesionales que vayan más allá del simple uso de la tecnología, para buscar, captar, gestionar y tratar la información, presentar y difundir los contenidos en el formato adecuado, y comunicarse y colaborar en la red.
Termino con las siempre acertadas palabras de Félix Serrano, para el que las habilidades y competencias de un ciudadano del siglo XXI deben ser muy diferentes de los ciudadanos del siglo XX, no porque tenga que saber cosas diferentes, que también, sino sobre todo porque tiene que estar mejor preparado para enfrentarse a lo desconocido, a tecnologías y profesiones que no existen todavía, a trabajar en cooperación en un mundo hiperconectado, a entenderse con otros provenientes de países y culturas muy diferentes, a relegar las tareas rutinarias a los dispositivos tecnológicos y dedicar su esfuerzo a la resolución de nuevos problemas, nuevos desafíos. Tiene que estar preparado, por ello, a que su desarrollo profesional y personal sea continuo a lo largo de toda su vida, y a cambiar con frecuencia de trabajo, y quizás, de ciudad o incluso de país.
El futuro ya está aquí y es crucial integrar dichas competencias para innovar, crear y transformar en los entornos personales, sociales y profesionales de la sociedad actual para, sencillamente, ejercer como CIUDADANOS, así en mayúsculas, con todos los derechos y todas las obligaciones que eso nos otorga. Y como dice la ya citada Anne Gilleran, no podemos seguir haciendo una división entre mundo digital y mundo físico, están interrelacionados en todos los niveles y lo que sucede en uno tiene enormes efectos en lo que ocurre en el otro.