¿Y si tú eres el intruso?

IntrusoEn un afán por adquirir nuevos conocimientos y adaptarme al exigente mercado laboral actual, el año pasado me apunté a un curso que no tiene, en principio, relación con la biblioteconomía. Hace poco lo terminé y en la escuela donde lo estudié hay una opción de poder formalizar unas prácticas con una empresa y poder poner en funcionamiento tus conocimientos teórico-prácticos a la vida real. Y como el camino se hace andando, sin pensármelo dos veces —por eso de si a la segunda rehuyo de mi decisión— me lancé a la búsqueda de una empresa que quisiera acogerme en prácticas.

Bien, pues una tarde buscando información sobre una empresa en concreto me topé con una web donde no hablaban muy bien de ella y entre los comentarios de las personas hubo uno que me llamó poderosamente la atención:

Como último punto negativo de esta empresa, aunque sea criticado, es el intrusismo tan grande que hay . Si tienen que meter físicos o químicos a programar se meten y punto.

Y tras este comentario había muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchos más sobre el intrusismo profesional en el campo de las TIC, y enlacé esta discusión con la que frecuentemente se mantiene en IWETEL sobre el intrusismo profesional y me pregunté ¿y si ahora somos nosotros los intrusos?¿y si por adquirir nuevos conocimientos pertenecientes a otras áreas eres tú el “que ocupa un puesto en lugar de otro titulado”?

Todo el mundo en busca de un trabajo está al corriente de los diferentes conocimientos que el mercado laboral actual demanda, sobresaliendo los conocimientos en informática por encima del resto. Así que ante una situación tan precaria como el de nuestro mercado laboral (a nivel estatal y en todos los ámbitos), nos afanamos en renovar nuestros conocimientos, o desempolvar el reducto cerebral donde se hallan los idiomas o algunos vuelven a las aulas universitarias, ya sea haciendo másteres o cursos de postgrado, adaptando las ‘viejas’ titulaciones al grado o estudiando nuevos grados. Desde mi punto de vista, todo esto lo hacemos no sólo porque nuestra profesión esté en un profundo cambio acorde al ritmo de la sociedad sino más bien se está replanteándo los pilares de la biblioteconomía y si son válidos para un futuro a medio plazo.

El desarrollo de la Web 2.0 ha traído consigo la creación —o actualización— de algunos puestos de trabajo en los que, aunque un documentalista/bibliotecario/archivero pueda encajar, no es nuestra titulación la favorita ni candidata en muchas ocasiones para acceder a estos puestos de trabajo. Por ello, quiero destacar dos de ellos donde se puede observar esta situación descrita:

  • Community Manager: si hacemos un pequeño análisis entre las ofertas de este puesto, la mayoría de los casos requerirán licenciados en periodismo, marketing, relaciones públicas y publicidad y esto es normal (sobretodo en el caso de estas últimas) porque la finalidad de estas carreras es la “creatividad, diseño, producción, gestión, dirección de cuentas, planificación de medios e investigación en el ámbito del consumidor, del mercado, de las audiencias y de los públicos”, como se puede leer en el Grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la UAB. Vamos, crear un producto, en el sentido más amplio de la palabra, para ofrecérselo a una comunidad estudiada previamente. Y no digo que este trabajo lo tengan que realizar exclusivamente estos graduados, pero sí quiero destacar que la formación de estas personas está claramente focalizada a la comunicación en masa y de un gran público por eso siempre requerirán su presencia.
  • Business Intelligence: nuestra compañera Pilar Tornos dedicó un gran post a esta nueva área de negocio online donde nos aportaba su visión de la participación de los documentalistas en ella. Aquí la solicitud en cuanto a titulados es un poco más dispar pues va desde los licenciados en TICs hasta economistas, estadistas, ADE, etc. Y es que el BI, en términos generales, consiste en analizar y transformar datos en bruto (grafos, estadísticas) en información consistente; y claro, un documentalista puede participar, estamos capacitados para ello pero de la misma manera un médico también tiene esa capacidad, ¿no?

Y no con ello quiero decir que los documentalistas no podamos trabajar de CM o en el BI pero hay que ser consciente que estos puestos, a priori, no están pensados para un documentalista y que nosotros podemos ofrecernos porque nuestra profesión se nutre de otras carreras y tenemos conocimientos sobre algunas herramientas que se usan en estos puestos de trabajo. Y por supuesto que estamos preparados y capacitados para ellos, pero de la misma manera, alguien de periodismo podría trabajar en cualquier área de publicaciones seriadas de cualquier institución ¿no?

El caso más extraño de “documentalistas intrusos” lo he encontrado en una oferta publicada en la web de RecBib que si alguien ha resuelto en enviar su currículum o es muy osado o realmente eres informático porque no creo que en ninguno de los requerimientos que solicitan podamos encajar. Dudo que estemos lo suficientemente capacitados como para entender tanto el comportamiento de las máquinas como de la web y que este puesto haya sido pensado para que “un documentalista” lo ocupe. A lo mejor, con mucho autodidactismo, tesón, tiempo (muchas horas) y dejando de la lado la biblioteconomía entonces sí creo que estaríamos capacitados para ejercerlo, claro está.

Y es que no hay nada mejor que meterse en los zapatos de otros para darse cuenta que tú también puedes “rozarles” a otros o mejor dicho que ahora tú seas el intruso en un puesto de trabajo. Perdonar si os ofendo pero es que a veces creo que nos miramos demasiado el ombligo y de vez en cuando debemos (no deberíamos) levantar la vista y darnos cuenta que en muchas ocasiones justificamos nuestra labor en un puesto en concreto por el simple hecho de que no están hechos “a medida” de un profesional de nuestra área, aunque claramente podamos desarrollar una carrera dentro de ese ámbito. Nuestra ciencia se compone tanto de asignaturas propias de la biblioteconomía (catalogación, archivística o clasificación) como de otras tales de la informática, el derecho, la estadística o la administración de empresas, así que si un día tenemos un “historiador/a” de compañero/a y te aquejas del intrusismo laboral, piensa que algún día puedes ser tú quien  trabaja en un puesto de “no documentalista”.

Esti Gómez

Es posible que escriba sobre... edición literaria (tanto papel como electrónica), ciencias historiográficas, biblioteconomía, bibliotecas, etc.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *