La otra cara del libro: las artes gráficas

TipografíaCuando entro en una librería, raras son las ocasiones en las que voy a por un libro en concreto, la mayoría de las veces me sumerjo en la romántica estela que rodea una librería con sus estanterías y sus pilas de libros colocadas estratégicamente para que el comprador vea las últimas novedades, pero ¿no os ha pasado alguna vez que un libro os ha llamado poderosamente la atención aunque estuvieras en la otra punta de la tienda? Pues a mí sí me ha pasado y es que gran parte de los libros que he ido adquiriendo los he elegido por la cubierta. Algunos de ellos tenían sobrecubiertas en mate con las letras en brillo, otros tienen detalles en relieve, letras en dorado o plateado, muchos están barnizados; algunos están intonsos, o están cosidos, encuadernados en tela o semi-piel, muchos tienen errores tipográficos.

Detrás de estas cubiertas, de las encuadernaciones, detrás de todos esos libros, se esconde un laborioso trabajo, que aún no siendo desconocido del todo, sigue estando a la sombra en la industria del libro. Y lo más curioso es que sin él prácticamente no tendríamos producción editorial y por lo tanto, libros. Así que en este post quiero fijar vuestra atención en aquella parte del sector editorial que hace que nuestros paseos en tren o nuestras tardes de domingo sean más amenos y lúdicos; me estoy refiriendo a la industria de las artes gráficas.
Según datos del informe de 2007 de la Federación Empresarial de Industrias Gráficas de España (FEIGRAF), en España existen cerca de 12.300 empresas dedicadas al sector de las artes gráficas, con una población laboral de cerca de 135.500 empleados. De su totalidad unas 1800 pertenecen al área de manipulados y unas 10.400 a las artes gráficas, concentradas en su mayoría entre Madrid y Barcelona. Sorprende ver que el promedio de facturación por producción anual es de casi 12.000 millones de euros, lo que representa el 1,6% del PIB en España según los datos del CNAE de 2009. Hay que tener en cuenta que el efecto de la crisis ha podido variar todos estos datos, pero cabe destacar la importancia de este sector dentro de la producción industrial española, pues según el informe ya citado de FEIGRAF la facturación de este sector “se encuentra a muy poca distancia de la del sector farmacéutico, el del mueble o el de fabricación de hormigón, cemento y yeso”.

Historia

Uno de los datos más curiosos que he encontrado redactando esta entrada, debido a mi ignorancia pensando que la voz de artes gráficas era más moderna, ha sido ver el origen de estas técnicas; ya que el término se utilizó por primera vez, ni más ni menos, que cerca de 1450 con la imprenta de Gutenberg. Con esta denominación se pretendía agrupar todos los oficios relacionados con la impresión tipográfica, como era la acomodación de tipos, la impresión, la encuadernación y todos aquellos procesos relacionados en la confección de un material impreso.

Más tarde aparece la litografía de la mano de Aloys Senefelder revolucionando el hasta ahora conocido mundo de la impresión al utilizar una piedra caliza —con el tiempo se cambiaría por una plancha de zinc— y una barra de cera para hacer una impresión. Con el objetivo de realizar copias más rápidas y de mejor calidad el sistema evolucionó a la preprensa o fotomecánica en el que se utilizaban grandes máquinas y cámaras especiales que dividían el color de las imágenes.

La evolución de todos estos sistemas dejó paso a la impresión offset que mejoraba drásticamente la calidad de impresión en que el que se usan tres cilindros (podéis ver una descripción más detallada en el siguiente apartado) y es con la que más se trabaja en la actualidad. Posteriormente se fueron desarrollando otro tipo de impresiones como la serigrafía, la flexografía, el huecograbado o rotograbado hasta llegar a la digital.

¿Qué son las artes gráficas?

Las artes gráficas consisten en la aplicación de una serie de técnicas que transmiten una imagen visual a un soporte por medio de los diferentes tipos de impresión para su posterior manipulado en la obtención de un producto final. Están divididas en tres bloques grandes:

  • Preimpresión: son todas las tareas que permiten optimizar el trabajo mediante el escaneado de originales, las pruebas de color y tintas, etc. El primer trabajo a realizar en esta área es la obtención de los textos y ajustarlos al tamaño y/o estilo adecuados. Después se insertan las imágenes ajustándolas en tamaño para su posterior ensamblaje con los textos en páginas completas, y éstas en pliegos para adaptarlos a la impresora; cuyo resultado son las planchas de impresión.
  • Impresión: este proceso consiste en la obtención de páginas o pliegos impresos según la plancha que se ha compuesto en el proceso anterior. Hay diferentes tipos de impresión:

– offset, son máquinas con uno o más colores con planchas preparadas donde se aplica una tinta, generalmente oleosa, sobre una de estas planchas, compuesta generalmente de una aleación de aluminio. Durante el proceso, se humedecen primero las zonas sin imagen, se entintan después las zonas con imagen y se transmite la película de tinta hacia el papel a través de una superficie intermedia de caucho.
– huecografía, donde las máquinas o rotativas utilizan cilindros grabados.
– flexografía, son rotativas de pliegos para el cartón por medio de fotopolímeros en diversos soportes: papel, cartón, plástico…
– serigrafía, se realiza a través de unas pantallas de tela sobre diversos soportes.
– digital, que es la obtenida por la aplicación de las nuevas tecnologías en las impresoras.

  • Post-impresión: aquí se encuadran la encuadernación, el barnizado y plastificado, el guillotinado, el alzado, el plegado, el cosido, encolado, etc. Es decir, todas aquellas tareas finales que dan forma al producto final.  Retos y amenazas

Además de los sistemas de impresión que se han descrito anteriormente existen dos más que han hecho replantear el modelo de la actual industria editorial: la autoedición y la edición digital.

La autoedición consiste en la utilización de un ordenador personal y un software específico para obtener originales que puedan ser reproducidos por cámaras y ser impresos por un proceso convencional. Por otro lado, la edición electrónica combina las nuevas tecnologías con programas para la preparación de originales para ser utilizados con los procedimientos usuales de impresión. Con este sistema se pueden introducir textos, corregirlos y cambiarlos; dar entrada a imágenes gráficas para su manipulación y salida; realizar diseños de páginas y composición de textos e imágenes en las mismas; realizar todas las funciones relativas a la creación de documentos, con sus páginas compuestos con todos sus elementos.

El objetivo de no haber reseñado estos dos tipos de impresión anteriormente es porque son éstas las que suponen un gran reto en la evolución de este oficio. Pese a la completa industrialización de las artes gráficas y la mecanización de todos los procesos que conforman su entramado, las nuevas tecnologías y su aplicación al mundo editorial tambalea los pilares bases de las artes gráficas, que es la impresión en papel.

Si los planes en cuanto a la edición digital se refiere se desarrollan según lo esperado, y la producción digital alcanza los mismos objetivos, o incluso los supera, al papel, y aumenta con ella sus consumibles, la producción en papel bajaría y su consecuencia sería la desaparición de muchas de las empresas dedicadas a este sector. Desgraciadamente los primeros en notarla serían los trabajadores de este sector, pero si estas empresas apuestan por una renovación en los conocimientos de sus empleados y la reestructuración del modelo tradicional de trabajo, dirigiendo los procesos actuales hacia el área de preimpresión, supondría un aumento en la producción y la apertura a nuevos mercados de negocio, lo que a su vez aumentaría los beneficios y las consecuencias no serían tan desastrosas.

En el supuesto caso que la edición digital se impusiera al papel, las empresas que sobrevivirían serían aquellas dedicadas a la preimpresión, ya que en la edición digital no es necesaria ni la impresión ni las post-impresión; por ello, la subsistencia de las artes gráficas tiene que pasar por un período de renovación.

El futuro de estas artes que después pasaron a ser técnicas, tiene un horizonte de color gris puesto que la utilización de las nuevas tecnologías y su repercusión en los hábitos de lectura hace peligrar su futura existencia. Es posible que su extinción no se de en 20 años, o en 40, pero lo que hay que tener en cuenta es que desaparecerán o se renovarán, de la misma manera que lo hicieron todos los oficios relacionados con la impresión que dieron nombre a estas artes.

Esti Gómez

Es posible que escriba sobre... edición literaria (tanto papel como electrónica), ciencias historiográficas, biblioteconomía, bibliotecas, etc.

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