El copago bibliotecario

Uno de los puntos más importantes que se definieron en el manifiesto de la IFLA/UNESCO sobre la biblioteca pública fue el siguiente:

“La biblioteca pública ha de ser, por principio, gratuita. La biblioteca pública es responsabilidad de las autoridades local y nacional” […]

Se trata de un punto clave que define la función más importante de una biblioteca, permitir el acceso libre y gratuito a la cultura, y que sin duda es el motivo de su existencia.

Debido a la fuerte crisis que estamos sufriendo en España se están aprobando medidas que afectan, en la mayoría de los casos, a los ámbitos: cultural, investigación y sanidad; es decir, a los cimientos de la sociedad para que ésta sea rica y próspera. Hace apenas una semana se lanzó un post reivindicativo que podéis consultar aquí, en el que se quería difundir nuestro rechazo a las medidas impuestas hasta ahora por el gobierno en las que se despiden a profesionales y se cierran bibliotecas.

En el post de hoy nos centraremos en una medida conocida como copago bibliotecarioHace unos años se especuló sobre un tema parecido, el pago por el préstamo de documentos en las bibliotecas para cumplir con la directriz europea: 92/100/CE sobre derechos de alquiler y préstamo y otros derechos afines. Aunque el tema del canon ya se solucionó, el nuevo gobierno está planeando una nueva medida, el copago bibliotecario, que cada vez cobra más fuerza y que consistirá en el pago  del préstamo de documentos por parte de los usuarios. Esta medida ha originado debates y protestas del colectivo bibliotecario ya que el gobierno ha querido seguir las medidas implantadas en los países más ricos de Europa sin tener en cuenta factores que provocarán que la situación bibliotecaria española empeore, como la profunda crisis en la que estamos inmersos. Por lo tanto, debido a esta situación, los ciudadanos no podrán pagar por algo que, teniendo dificultades para cubrir las necesidades básicas, es «prescindible»:

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Imagen 1.- Wikipedia

En este caso, tanto Bélgica como Holanda han llevado a cabo esta medida; en Holanda los usuarios pagan una cuota anual de 25€ por el préstamo de documentos, pero hay que destacar que ni la situación económica, ni el sueldo base, ni la cultura de bibliotecas son las mismas en Holanda que en España, tal y como podemos comprobar en estas estadísticas:

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Imagen 2.- Eurostat: Tasas de desempleo en 2011

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Imagen 3.- Eurostat: Tasa de desempleo en mayo de 2012

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Imagen 4.- Eurostat: Salario mínimo en la UE. 01-01- 2012

Si adoptamos el punto de vista de un empresario, se trata de una buena medida ya que con el dinero de los usuarios se podría mejorar la situación en las bibliotecas, como: mejorar servicios, ampliar la colección, adquirir nuevos equipamientos, etc. Aún así, es complicado implantar un modelo de otro país tan diferente al nuestro, ya que los factores no son los mismos, como se ha comentado anteriormente; por tanto, tal y como está la situación ahora mismo en España no es favorable incorporar esta medida, debido a las razones comentadas anteriormente y a los dos siguientes puntos que comentaba Fuensanta en su post de hace un año:

  • La demanda en las bibliotecas españolas (sobre todo municipales) es bastante baja,
  • Con más capital no garantiza que aumente la demanda

Y para despedirme de vosotros me gustaría acabar con este manifiesto escrito por José Luís Sampedro que podéis leer aquí. Gracias por leer el post y hasta pronto.

Ester Angulo

Colaboradora en BiblogTecarios Bibliotecaria con ganas de descubrir más sobre la biblioteconomía y documentación. Apasionada de las redes sociales e Internet. Esperando ver una revolución.

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