Bibliotecas en la Antigüedad: las biblio-termas

¡Muy buenos días queridos BiblogLectores! Volvemos a cambiar de temática.

Hoy vamos a hacer un viaje en el tiempo para dar a conocer las bibliotecas más singulares que se construyeron en la antigua Roma; las «Biblio-Termas». Concretamente, las que se encuentran en Caracalla (Roma, Italia). Para aquellos que no hayan visitado el lugar, os invito a echar un vistazo a este video maravilloso; y es que en aquella época se estilaba eso de: “Mens sana in corpore sana”.

Contexto y evolución de las bibliotecas romanas

Las primeras bibliotecas que surgieron en Roma fueron de tipo privado, cuyas colecciones provenían de ciudades conquistadas de Grecia. Por lo que respecta a las públicas, fue Gayo Asinio Polión quien fundó la primera (39 a.C.) siguiendo el proyecto que el propio Julio César quería llevar a cabo para su Imperio.

Características de las bibliotecas romanas

Las bibliotecas romanas inicialmente no estaban abiertas al público en general, sino sólo a parte de la sociedad (aristocracia, a escritores y eruditos). Aunque, en ocasiones, la entrada era libre para eventos y actos importantes, como los políticos. Las bibliotecas públicas fueron objeto de censura, no olvidemos que estaban en manos del poder; así como una arma muy poderosa de manipulación. Pues a través de sus construcciones, la reputación del emperador aumentaba considerablemente en el seno de la sociedad romana.

En las públicas, el préstamo estaba prohibido. En cambio en las privadas, eran los propietarios quienes decidían a quién prestar sus colecciones.

Las bibliotecas se dividían físicamente en dos grandes salas o bien, en dos edificios. Una sala (edificio) contenía la colección o sección latina y; la otra, la griega.

Con el tiempo las bibliotecas fueron adquiriendo un papel más relevante, hasta el punto de formar parte de las estancias de las termas. Para que os hagáis una idea, en la actualidad tenemos las biblio-(parque),(-piscina), (-playa), etc. En aquella época, se estilaban más las «biblio-termas«.

Termas de Caracalla

Las termas eran consideradas como un conjunto lúdico, de ocio y ejercicio donde cultivar el cuerpo y, con el tiempo, el cerebro también; con diferentes edificios: gimnasios, museos, jardines, estadios y bibliotecas; era en el centro donde se encontraban propiamente los baños. Hombres y mujeres compartían los diferentes baños pero con diferente horario. También tenemos constancia de termas destinadas a hombres y mujeres pero en espacios separados. Una de las más importantes del Imperio y mejores conservadas en la actualidad, fueron las de Caracalla, construidas en el 216-217 aproximadamente. 

Tipos de bibliotecarios

En general, solían ser esclavos públicos o servi publici; pero con el tiempo el rol del bibliotecario fue ramificándose en diferentes categorías. 

  • Procurator bibliothecae: Eran los gestores de las bibliotecas, revisaban el presupuesto y supervisaban personal y nuevas adquisiciones.
  • A bibliotheca: Era el personal adscrito a una de las salas  de la biblioteca. Eran copistas, ordenaban los documentos físicamente, inventariaban, etc. 
  • Vilici: Se encargaban del mantenimiento del edificio.

Bibliografía

Breve historia de los bibliotecarios romanos

Alonso Troncoso, Víctor. “Las primeras bibliotecas de Roma (Romoteca)” en Revista General de Información y Documentación, 2003, 13, nº 1, p. 37-49. 

Fielden, Jerry. Private Libraries in Ancient Rome 

 

Ester Angulo

Colaboradora en BiblogTecarios Bibliotecaria con ganas de descubrir más sobre la biblioteconomía y documentación. Apasionada de las redes sociales e Internet. Esperando ver una revolución.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *