Quizás algunos de los lectores de esta entrada hayáis visitado alguna vez la casa museo de Ana Frank en Ámsterdam. Una visita que nos lleva a conocer muy de cerca uno de los hechos más espeluznantes de la historia del siglo veinte en Europa. La persecución y asesinato de la población judía en Europa durante la segunda guerra mundial, el holocausto
La casa museo
La casa museo de Ana Frank nos traslada a la terrible cotidianidad de una niña, joven después que, junto con su familia, se esconde del resto del mundo para evitar que las tropas nazis tras la ocupación de Holanda los encuentren y los envien a uno de los campos de concentración dónde serían asesinados en las cámaras de gas. Como, desgraciadamente, acabará pasando.
Era una vida llevada a ‘escondidas’ en la parte de atrás de una casa típica holandesa construída al lado de uno de los maravillosos canales de la ciudad de Ámtserdam.
Una casa que sólo era reconocible como tal a través de su fachada principal. En la parte de atrás estaban las cortinas siempre cerradas, por lo que parecía tambíen un almacén, como el que había en la casa.
Foto Elvira Caneda Cabrera
Pero esta otra parte de la vivienda era realmente como si no existiese, no se podía ver ni vivir ahí como si fuese una casa normal y corriente, para evitar así las sospechas del vecindario. Las ocho personas que la habitaban permanecerían escondidas en los pisos superiores de la parte de atrás de la casa.
Tal como se comenta en la página web del museo, cuando Otto Frank, padre de Ana y el único de los escondidos que regresa de Auschwitz en junio de 1945, encuentra la parte de atrás de la casa está vacía y desolada. Desde el momento en que la casa de Ana Frank abrió sus puertas en 1960 como museo, la casa permanece vacía, a petición de Otto Frank.
El diario e historias cotidianas
Ana Frank escribe en su diario su experiencias de su vida en cautiverio, en una casa que comparte con ocho personas, de la que no se puede salir para no poner en peligro su vida y la de su familia. Su familia comparte esta casa con otra familia y, tal como se nos explica en la visita al museo y en su página web:
Ana debe compartir su habitación con Fritz Pfeffer y esto genera regularmente discusiones. Le resulta difícil no poder salir, pero puede desahogarse en su diario. Ana decora su habitación con imágenes para hacerla más agradable. Ana Frank recibe un diario como regalo para su 13 aniversario, el 12 de junio de 1942. Unas semanas más tarde, la familia Frank debe esconderse.
Foto Elvira Caneda Cabrera
Documentación y manuscritos
Será en marzo del 1944 cuando Ana escuche la noticia en la radio de que los diarios serán recopilados después de la gurerra. Es entonces cuando Ana decide reescribir su diario completamente. Su gran sueño era converstirse en una famosa escritora y periodista.
Su versión reescrita cuenta con 215 hojas sueltas. Algunas de ellas está expuestas en las vitrinas de la casa museo de Ana Frank. En concreto en la zona museo, un nuevo edificio que se ha añadido a la vivienda original. Se trata de hojas sueltas y párrafos concretos, escritos eso sí de su puño y letra. Hay también otras obras que se exponen en el museo, son el libro en el que Ana recopiló las citas que más le gustaron. Y su libro de cuentos con historias cortas, escritas por ella. Es interesante verlos, leerlos y releer en ellos los pensamientos de esta joven adolescente.
Digitalización y acceso a los manuscritos
Hasta septiembre de este año la única manera de acceder a estos manuscritos era visitando la casa museo de Ana Frank. Pudieno leer así algunas de las páginas de su diario y otras libretas que se exponen en sus vitrinas.
Pero, por suerte a partir del 28 de septiembre del 2021 los manuscritos del diario que reescribe así como otras anotaciones y escritos de Ana han sido digitalizados y por lo tanto accesibles para todos los públicos. Véase aquí la página web de acceso a los manuscritos.
Es un proyecto conjunto de la Fundación Ana Frank y el Instituto de investigación para la historia holandesa Huygens ING que se dedica a recopilar, documentar, investigar y mejorar el acceso a las fuentes históricas. Véase aquí más información sobre el proyecto y en holandés. Así que estos manuscritos se presentan además en su contexto histórico.
Se puede encontrar información sobre los integrantes de la familia que viven en la casa, sobre la divisón de la casa, y también sobre los cambios y anotaciones que Ana hizo en sus escritos.
Derechos de autor, acceso y geobloqueo
A pesar de que la mayoría de los países sí tiene acceso a estos manuscritos digitales, por desgracia y debido a que estos manuscritos en Holanda todavía no están libres de derechos de autor, esto significa que Holanda no está en la lista de los sesenta países, como Alemania y Bélgica, desde los que sí se puede acceder a estos manuscritos.
Es una pena, que justo en Holanda tengamos que esperar para tener libre acceso a este material. A través del geobloqueo, restricción que impide que podamos acceder a los contenidos en Internet de una determinada página web, ya que a través de la tecnología se reconoce y detecta el país de origen de los usuarios de la página. Desde Holanda, y a pesar de que fueron dos organizaciones holandesas las que llevaron a cabo este proyecto, los próximos años todavía no tendremos acceso a estos manuscritos digitales.
Este es el mensaje que aparece en la pantalla del ordenador cuando quiero vsitar la página web:
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Access denied
We’re sorry…
- Unfortunately, this site is not available in your country.
- The scholarly edition of the Anne Frank manuscripts cannot be made available in all countries, due to copyright considerations.
- The edition is published online by the Vereniging voor Onderzoek en Ontsluiting van Historische Teksten (Association for Research and Access to Historical Texts), Avenue Louise 209a / Louizalaan 209a, 1050 Brussels (Belgium).
La única opción para poder acceder a estos manuscritos será visitar algún otro país en el que el acceso esté permitido. Las fronteras entre países parecen tener un papel más importante de lo que podríamos esperar a día de hoy como se pone de manifiesto en este geobloqueo.
Esta situación, contradictoria y triste, nos impide por lo tanto acceder a los borradores del diario de Ana mientras estaba escondida en su casa en Ámsterdam.
Escritos en los que refleja una época y una situación agobiantes en las que vivió esta joven adolescente que acabó muriendo en un campo de concntración sin saber que su sueño de convertirse en una famosa escritora se haría realidad.