Mostrar los espacios y/o los servicios de una biblioteca se puede hacer de muchas formas. Las más habituales son las visitas in situ o la información que se publica en la propia página web, pero no es siempre así. Hoy os traemos un ejemplo.

Dentro del amplio concepto de gamificación para difundir servicios y recursos, el CRAI Biblioteca del Campus de Mundet, perteneciente a la Universitat de Barcelona, ha colaborado recientemente con una escuela de diseño y artes plásticas (ESDAP) para crear un videojuego de sus instalaciones y así darse a conocer mejor.

Su autora, Elisabet Longaron, usó el marco de la biblioteca para su trabajo de prácticas y el resultado ha sido un juego de exploración en donde vamos descubriendo los diferentes espacios del centro y todo lo que se puede hacer en ellos.

Desarrollo del videojuego

En el momento en que iniciamos el juego (haciendo clic aquí) nos ponemos en la piel de una estudiante de grado que ha quedado con unas amigas para hacer un trabajo. Ellas le mandan un whatsApp para decirle que la están esperando en una de las salas de trabajo del CRAI; y es tarea nuestra llegar hasta allí.

En total tendremos que completar siete misiones que van des de la búsqueda de libros a través del catálogo hasta la reserva y renovación de salas de trabajo, pasando por el funcionamiento de las máquinas fotocopiadoras, las de autopréstamo o los distintos fondos que conforman la colección.

Si lo hacemos bien, nuestras protagonistas saldrán de la biblioteca con todos los trabajos hechos 😊

Ventajas

Es una forma diferente de presentar una biblioteca y todo lo que puedes obtener de ella. El videojuego, simple o no, es un formato agradable que atrae a un sector muy amplio de personas. Además, el hecho de estar construido a base de misiones motiva más para que nos piquemos a completarlo. Por suerte tiene la duración justa para dejarnos buen sabor de boca sin que nos resulte infinitamente largo.

Inconvenientes

El objetivo del juego es el que es. Una vez lo hayamos probado y completado no tenemos quizá ningún otro motivo para volver a él, pero por lo menos puede seguir siendo útil a todos los alumnos que vayan llegando por primera vez. También puede ser un problema si los servicios o los espacios cambian, ya que se puede quedar obsoleta la información que se ofrece.