Cuando se es niño, hay muchas acciones a las qué no damos importancia ya que sólo son juegos y tonterías sin más. La cosa cambia cuando el contexto en donde viven estos niños es una sociedad oprimida, como una dictadura o, en el caso del libro, una república socialista que controla todos los movimientos y pensamientos del pueblo.
Metidos en una sala de cine propagandística, el pequeño protagonista decide dar un beso en la mejilla de su amiga. Ella, sorprendida, da un pequeño grito y hace parar la proyección. Este punto de partida nos irá revelando el tipo de vida que llevan, lo que pueden y no pueden decir fuera de casa, el miedo continuo y la poca libertad para escribir o decir lo que uno piensa.
Si os gustan los cómics con transfondo histórico, sin duda os gustará esta obra. Aunque los protagonistas sean niños, se trata de una obra que encaja bien para todo tipo de edades, ya que los más jóvenes pueden ver como se vivía allí en esa época y los más mayores también, incluso con ciertos paralelismos de nuestra historia reciente. Son retales de la historia en las cuales no aparecen grandes protagonistas históricos en primera fila pero si que están presentes de una manera u otra en cada página.
A lo largo de sus poco más de cien páginas, el lector va entrando en la atmósfera comunista represiva de esos tiempos, no tan lejanos, en donde expresar un simple pensamiento diferente a lo que se debe decir podía acarrear ciertos problemas, algunos bastante graves como ya os podéis imaginar. Los adultos viven con el miedo a lo que oyen los pequeños y, sobretodo, con el miedo de que hablen más de la cuenta delante de según que personas.
Sobre el tipo de ilustración, apuntar simplemente que se ha conseguido un clima que mezcla perfectamente el tipo de vida que se debía respirar en las casas en esa época y un alto grado de ternura, conseguido gracias a los protagonistas y a los tonos utilizados para darle color. No deja de ser una historia triste por todo lo que representa y las cosas que se dejan entrever. La ilustradora, Sandrine Revel, viajó hasta Polonia con la autora para conocer mejor en primera persona todos aquellos recuerdos que evocaban su historia
Acerca del autor
La escritora es Marzena Sowa, nacida en 1979 en Stalowa Wola, Polonia. Desde ya hace más de diez años vive entre Francia y Bruselas. Licenciada en filología románica, sus obras están prácticamente inspiradas en su propia infancia.
Su obra más conocida es Marzi, seis volúmenes de cómic que hablan de Polonia tal como ella la vivió en los años 80, en plena época comunista. Como en esta obra que hoy reseñamos, Marzi está escrita desde el punto de vista infantil, aunque en ese caso es ella misma.
Sobre Sandrine Revel, tal como hemos dicho antes, acompañó a Marzena a su pueblo natal para absorber el clima represivo que aún se podía respirar. Ella nació en Burdeos en el año 69, y en el año 2001 ganó el premio Prix Alph-Art Jeunesse en el prestigioso festival de cómics de Angoulême, con la obra «Un zoológico en Nueva York».
Referencia bibliográfica
Revel, Sandrine; Sowa, Marzene. No puedes besar a quien quieras. Barcelona: La Cúpula, 2014. 108 pág. ISBN 9788415724773.