Ya, bueno, no. Las mascarillas son para todo el año y parece que la cosa va para largo, pero de alguna manera tenía que ponerle título al post y que mejor que inspirarse en aquella conocida obra de Fernando Fernán Gómez, ¿no?
Si hay algo que ya se ha convertido en usual en nuestro día a día es el uso de mascarilla, de hidrogel y el hecho de mantener las distancias. Sobre esto último no voy a hablar, y de los geles hidroalcohólicos tampoco porque su variedad, viscosidad y “evaporidad” darían para una tesis doctoral entera. Centrémonos en las mascarillas, pues.
Cuando empezamos a llevarlas, íbamos todos como locos a las farmacias para ver si tenían. ¿Os acordáis de lo mucho que costaba conseguirlas? Y ahora mirad, las hay de todo tipo, de todos colores y de todas las medidas. En cada esquina te encuentras que te venden mascarillas y tienes que empezar la dura tarea de ver si sirven, si tienen espacio para meter los filtros o si cumplen todas las medidas de seguridad que exige la ley.
¿Y por qué estoy hablando de mascarillas en un blog cómo éste? Obvio, ¿no? Porque os quiero hablar de mascarillas con motivos bibliotecarios.
La red de bibliotecas públicas Nueva York (NYPL) es conocida por su tentador merchandising (si no habéis estado en la ciudad no pasa nada: su tienda online es igual de tentadora) y no podía faltar a esta cita. Tiene a la venta el modelo negro y elegante con el logo en el lateral y también algunos diseños más (ejemplo, otro ejemplo). Como ellos mismos apuntan, se trata de mascarillas con doble capa que permiten el lavado y el reutilizado, pero que como en la mayoría de casos, no se trata de una mascarilla de calidad médica.
Otro ejemplo lo vemos en webs como Redbubble, que para quien no lo sepa, es una web que reúne diseños de artistas de todo el planeta para vender ilustraciones/diseños aplicados a productos. Si allí buscamos por tipología mascarilla y por palabra clave “librarian” o “biblioteca” no salen UN SINFÍN de opciones, a cuál mejor.
Son muchas las personas, tiendas, empresas o instituciones que han apostado por personalizar mascarillas (mayormente siempre intentado cumplir al máximo las condiciones higiénicas y de seguridad establecidas, como ya hemos advertido al principio del post). Pero, y vosotros, ¿usáis mascarillas personalizadas? Si es así, ¿las buscáis con algún mensaje especial?