Hace casi un año la prensa se hizo eco de una iniciativa en Madrid: una librería de libros gratis (El País, 3 de octubre).
Se habló bastante de ella: ubicada en el barrio de Chamberí, las estanterías rebosaban de libros que uno podía coger y llevarse a casa sin que ello supusiera ningún gasto. Sin trucos, simplemente para poder acercar la cultura a todos. Un modelo parecido a las bibliotecas, claro, pero sin ser préstamo. De hecho se inspiró en “The Book Thing of Baltimore”, que también es una gran librería gratuita.
Pero no hace falta hablar en pasado: la librería aún existe . Además hay otras iniciativas , como Más Libros Libres, en Málaga, Sevilla i Sao Paulo.
¿Cómo funciona? ¿Cómo se mantiene? Pues con voluntad, voluntarios, aportaciones y ganas de hacer cosas. Por ejemplo, haciéndote socio por 12 euros al año, o ir unas horas a atender al público, o montando alguna actividad cultural, o donando libros o DVD. Ya veis, ¡las opciones son muchas!
A finales de este mes también abrirá sus puertas una nueva librería libre en Barcelona, por parte de la recién constituida “Associació Llibres Lliures Catalunya”. Al igual que sus semejantes, no sólo tendrá libros sino que ya se están programando talleres y actividades: taller de fotografía, curso para escritores noveles, cuentacuentos, noches de poesía, etc. Podéis leer más información al respeto aquí, en su página de Facebook.
Hay muchas iniciativas que, de forma alternativa a las librerías y bibliotecas públicas, ofrecen cultura de proximidad. Otro ejemplo parecido son las bibliotecas vecinales.
No sé si se dará en otras partes, pero en la ciudad de Manresa (Barcelona) hay una red de bibliotecas que se han creado con la Federación de Asociaciones de Vecinos con el objetivo de acercar a los diferentes barrios actividades de fomento de la lectura, consulta, préstamo y acceso a Internet. Actualmente llevan ya siete años en funcionamiento y cuentan con 10 accesos repartidos en las sedes de las diferentes asociaciones de vecinos de cada barrio (web Ayuntamiento de Manresa). Eso no quita que la ciudad goce de una biblioteca pública (aunque no he podido encontrar información sobre posibles colaboraciones, si es que existen, entre la biblioteca pública y la red de bibliotecas vecinales).
Todas estas bibliotecas y librerías alternativas suponen un modelo diferente al que mucha gente está acostumbrada. Y como en todo, hay opiniones para dar y tomar. Vosotros, ¿qué pensáis de estas iniciativas? ¿Se comen terreno a las bibliotecas y librerías convencionales o bien son una buena alternativa que hace crecer la pasión por la lectura? ¡Vuestro turno de palabra!