Quizá os sorprenda un poco el título. Sí, creo que a mí también un poco. Podría ser un truco para captar más visitas (ya sabemos que el porno suele venderse bien) pero nada más allá de la realidad, porque es realmente de porno de lo que quiero hablaros. Y aviso, no es una entrada muy seria ni muy elaborada, es más bien un post de estos para pasar el rato, de los de verano, de los de lectura ligera. Ya me entendéis.
Hablamos, exactamente, del porno que tiene finalidad comercial y que transcurre en bibliotecas. Me explico: quien más quien menos ha visto alguna vez algún vídeo porno, y seguramente no se os habrá pasado por alto el absurdo argumento y la falsedad de la mayoría de decorados. Ok, lo aceptamos, quien busca porno en Internet no suele fijarse en este tipo de detalles. Ahora bien, ¿qué pasa cuando ese decorado es una biblioteca? Eh, la visibilidad también es esto 😛 Los bibliotecarios solemos ser gente rara, basta que un anuncio esté rodado en una biblioteca o que en un determinado evento se nombren las bibliotecas para que se nos ponga una sonrisa en la cara.
Pues bien, que sepáis que hay un montón de vídeos pornográficos que transcurren en bibliotecas y en donde se exponen tórridas escenas capaces de excitar a cualquiera (porque hay para todos los gustos). En el popular web de xvideos solo debemos buscar por ejemplo por la palabra clave “librarían” o “library” y nos aparecen vídeos cómo éste… Y yendo un poco más allá, podemos incluso vídeos de animación en 3D como este de videoshentai o relatos eróticos como este de mrvideoseroticos.
La versión erótica y bibliotecaria de las 50 Sombras de Grey
Aprovecho esta entrada de tono más caluroso para mencionar también que cuando se pusieron de moda los libros “a lo 50 sombras”, no faltó la versión bibliotecaria.
El libro en cuestión se llama “La bibliotecaria” (tal cual) y está escrito por Logan Belle. Si leéis un poco de que va veréis que no dista mucho de sus predecesores: la protagonista es Regina Finch, y trabaja nada y más y nada menos que en la Biblioteca Pública de Nueva York (NYPL). Por cosas de la vida se topa con un hombre llamado Sebastian Barnes, casualmente RICO y también amante de las prácticas sexuales un poco fuera de lo común. Vaya, que muy original no ha sido a la hora de escoger argumento, pero vaya, algo es algo XD. Podría haberse titulado “La pescadera” o “La maestra”, pero no. La bibliotecaria, hala.
(Pd. Buscando una imagen para ilustrar este post me he topado con este artículo: Why librarians defended the right to watch porn at the library. Salvado obvias distancias, me ha recordado este post de Evelio: “Necesito información sobre cómo fabricar una bomba”)
¡Que tengáis muy buen verano!
Interesante el post, me hizo reír el título porque es algo que muy pocas veces tenemos en cuenta. El porno en Internet es una de las temáticas «legales» más buscadas. En cuanto a la presencia de las bibliotecas en las películas estadounidenses (junto con la bandera) sospecho que hay alguna ley o similar que les brinda algún subsidio o exención impositiva si aparecen estos elementos o se hace referencia a ellos.
Por mi parte nunca encontré más datos sobre eso, pero cualquier puede tomar la posta
Si es que ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?: http://brmu.blogspot.com.es/2015/03/por-que-lo-llaman-biblioteca-cuando.html