Primeros pasos por la biblioteca

Biblioteca infantilRecuerdo muy bien aquel día en el que entré por primera vez a la biblioteca municipal, la primera vez que tengo constancia de entrar en una Biblioteca.

Aquella biblioteca la recuerdo dividida en dos salas, una infantil y otra juvenil. Los primeros recuerdos los tengo son los de la sala infantil, y a penas tengo recuerdos de la sala juvenil. La instalación de la biblioteca de la sala infantil estaba llena de estanterías, todas ellas de madera, y éstas, a su vez, estaban repletas de libros; también, recuerdo que había cajones para los libros según su tamaño, e incluso, había estanterías que estaban justo a mi altura (a la estatura que tenía entonces, una niña de unos siete años). Recuerdo que aquello de que los libros estuvieran a mi altura, era de gran comodidad.

Recuerdo sentirme muy a gusto allí y siempre me llamó la atención la cantidad de libros que había.

Recuerdo que iba algunas veces entre semana, después del colegio. Recuerdo ir a la biblioteca a coger libros y a devolverlos. Recuerdo ir a la biblioteca a escuchar como nos narraban un cuento, el que después teníamos que pintarlo allí mismo en la biblioteca, con los materiales que nos dejaban. Era bonito cuando nos contaban cuentos a un número reducido de niños y niñas, mientras observaba al resto de niños cómo leían cada uno su libro.

Recuerdo que me encantaba cuando la bibliotecaria hacía todo el procedimiento técnico para prestarme el libro. Recuerdo que cada libro tenia una cartela que a su vez tenia otro cartón encima donde cada niño firmaba o ponía su nombre, este cartón lo guardaba la bibliotecaria en el fichero alfabético junto al carnet, mientras que en la cartela te indicaba el último día que debías devolver el libro. Recuerdo que aquel sello me llamaba mucho la atención, también, recuerdo la cantidad de sellos que tenía la bibliotecaria en su mesa.

Recuerdo que allí siempre se estaba en silencio, en completo silencio.

Uno de mis recuerdos importantes es para la bibliotecaria de aquella biblioteca municipal. Recuerdo pensar que su trabajo era muy importante para la biblioteca, porque sin ella, la biblioteca no tendría sentido. Recuerdo que era una persona que siempre tenía un libro para recomendarte y que siempre te llevaba a la estantería para indicarte donde estaba. Recuerdo, que todos aquellos libros me gustaban mucho y que siempre acertaba, porque a mí siempre me gustaban aquellos libros.

Con el paso de los años, esta biblioteca, de la que os he hablado, cambió de lugar en dos ocasiones y actualmente se encuentra en un edificio independiente, que fue construido expresamente para albergar una biblioteca.

Lo que antes era la biblioteca municipal, ahora lo conforman tres aulas que actualmente tienen usos muy distintos a la biblioteca.

Cuando observo aquellas ventanas que algún tiempo pertenecían a la biblioteca, y que ahora, son aulas, empiezo a recordar todo esto que aquí os he contado.

Mi paso por aquella biblioteca municipal supuso el inicio de lo que es actualmente es mi profesión. ¡Soy bibliotecaria!, ¡soy bibliogtecaria!

Ahora, querido lector, puedes contarnos cómo fue tu primer paso por la biblioteca.

Elena Boyano

Colaboradora en BiblogTecarios. Bibliotecaria especializada en literatura infantil y juvenil. Documentalista de archivo gráfico. Interés por las nuevas tecnologías adaptadas en el área de Información y Documentación.

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