Santísima Trinidad, 37: sentimiento documental

A mis compañeros, amigos y personal de la Facultad de Ciencias de la Documentación (UCM).

Santísima Trinidad, 37. MadridEste curso 2016/2017 es el último como tal en la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense de Madrid, situada en la calle Santísima Trinidad, 37, Madrid.

Mi facultad desaparece como tal el curso que viene (2016/2017), debido a que nos van a unificar a Ciencias de la información, convirtiéndonos en la Facultad conjunta, denominada Facultad de Información y Documentación. Informan que las titulaciones van a continuar sin ningún cambio. Sólo va a cambiar el lugar. Nos vamos a Ciudad Universitaria.

Dicen mis contemporáneo que este es un simple cambio de lugar, pero a mi parecer, lo considero un cambio drástico. Quizás opine de esta forma porque llevo asistiendo más de una década a este lugar. Me he puesto muy sentimental.

Inicios

En el año 2001 me empezaron a hablar de la titulación de diplomado en Biblioteconomía y Documentación. Y fue en el año 2003, tras pasar por la selectividad, cuando hice la pre-inscripción para dicha titulación, a la que posteriormente le siguió la matrícula.

El verano del 2003 me acerqué con mi familia a ver el edificio situado en este lugar. Recuerdo muy bien aquel día. Me quedé emocionada observando su fachada desde la verja. Me dije a mi misma que «aquí comienza mi sueño». Entonces ese lugar, no era Facultad, sino que se denominaba Escuela Universitaria de Biblioteconomía y Documentación.

Recuerdo bastante bien aquel primer día de clase. En el hall estábamos todos los de primero, y todos preguntábamos donde estaba el aula. Empecé a hablar con una chica, la que luego se convirtió en amiga por muchos años. Después, nosotras dos nos fuimos uniendo a otros compañeros, y al cabo de poco tiempo, ya éramos un grupo. Recuerdo la primera clase de bibliotecas, donde además nos dieron la bienvenida a todos. Por aquel entonces, no existía la jornada de bienvenida, éramos nosotros los que investigamos las aulas, la cafetería, las salas de ordenadores, la biblioteca, el comedor de alumnos…

Y entre trabajos, exámenes, ir a la biblioteca, hacer trabajos en grupo, pasaron los años.

2007

La escuela se convierte en Facultad.

Con esta nueva denominación me dio la sensación que la Facultad creció y mejoró sustancialmente. Por aquel entonces, yo ya era estudiante de máster. Y desde entonces, consta de la denominación de Facultad de Ciencias de la Documentación.

A parte de estudiar, preparar exámenes, hacer trabajos y trabajar en diversos centros de documentación; asistía a la Facultad a conferencias y jornadas, que me resultaban muy interesantes, y a las que asistía para aumentar mi conocimiento. Recuerdo disfrutar mucho de éstas jornadas. Fue entonces, cuando decidí firmar parte (activa) de esta facultad, colaborando con la Revista Leguein Leguein.

2013

Empecé con el Doctorado. La facultad es un lugar de múltiples y variadas conferencias, congresos, seminarios, a las que se unieron las exposiciones. Quizás sea por mi afán investigador, todo me parecía muy interesante y procuraba no perderme ninguna conferencia. Además, desde la revista Leguein Leguien, organizamos también este tipo de actividades especialmente con motivo de las Semana Complutense de las Letras.
En este lugar, junto a mis compañeros, amigos del doctorado, la facultad ya se ve desde otro punto de vista (y no como cuando era estudiante de primero de la diplomatura). A parte de investigar en el doctorado, la cafetería, el hall, el comedor de estudiantes se ha convertido en el punto de encuentro. Lugar donde hemos dialogado sobre nuestras vidas, sobre nuestra investigación, y muchas otras cosas.

2016

Al día que leí en la prensa la supresión de mi facultad, me quedé asombrada. Recuerdo ir aquel día a la facultad a hablar sobre este asunto. Desde aquel momento, y un año después, nos uniremos a la Facultad de Ciencias de la Información, la Documentación, vuelve a sus orígenes.

La Facultad se quedará en un bonito recuerdo en mi memoria.

Elena Boyano

Colaboradora en BiblogTecarios. Bibliotecaria especializada en literatura infantil y juvenil. Documentalista de archivo gráfico. Interés por las nuevas tecnologías adaptadas en el área de Información y Documentación.

2 respuestas a «Santísima Trinidad, 37: sentimiento documental»

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