Mediante la siguiente publicación quiero plantear lo qué es el fotolibro, cuáles son los temas que trata, por qué carecen de texto, formatos y a qué lectores van destinados, entre otras cuestiones. Las preguntas que aquí se plantean han sido respondidas directamente por el fotógrafo Olmo González Moriana , autor de fotolibros.
¿Qué es un fotolibro?
En palabras del fotógrafo Olmo González Moriana, un fotolibro, resumiendo mucho, puede ser un libro con fotografías en el que el autor o autora interviene de alguna manera en el diseño del libro para adaptarlo a las imágenes. Puede diseñarlo completamente o contar con alguien especializado en diseño al que se le den ciertas directrices a seguir. Lo importante es que el contenedor (libro) esté adaptado al continente (fotografías). Un ejemplo donde esto no ocurre es un catálogo, que suele tener el mismo diseño en cada nuevo ejemplar, aunque las imágenes sean de trabajos diferentes.
¿De qué temas tratan?
En palabras del fotógrafo, hay fotolibros de todo tipo, con o sin tema, con uno o con muchos temas, hay hasta reinterpretaciones de otros libros ya existentes, como Holy Bible de Broomberg y Chanarin, que puede tener tantos temas como interpretaciones del libro se quieran tener.
¿Por qué los libros no tienen texto?
Al basarse en fotografías como hilo conductor, el texto deja de ser el protagonista. Hay muchos fotolibros con textos, pero llaman la atención los que no lo tienen porque no estamos acostumbrados a leer a través de imágenes. La lectura deja de ser concreta y específica y se abre a las ambigüedades que producen las imágenes. Aquí el inconsciente y la imaginación tienen un papel importantísimo, por eso en muchos casos los fotolibros prescinden del texto, para abrir las puertas de la imaginación más irracional.
¿Cuántos formatos hay de este tipo de libros?
Tantos como nuestra capacidad de imaginar. Hay fotolibros pequeños, grandes, cuadrados, triangulares, en acordeón, de un solo pliego… Al ser personalizados, se suelen ver libros más variopintos
¿Fotoperiodismo, fotografía documental es lo mismo?
En la fotografía documental se traspasan ciertos límites que desde el fotoperiodismo están mal vistos, como provocar una fotografía de alguna manera (dirigiendo a una persona en la escena, o colocando objetos, por ejemplo). En teoría, el fotoperiodismo sirve para informar, como un servicio a la ciudadanía. La práctica es más compleja y discutible.
¿Qué tipo de cámaras de utilizan para hacer estos libros?
Se pueden ver fotolibros con imágenes que ni siquiera han pasado por una cámara, desde capturas de pantalla a rayogramas, pasando por renderizados digitales, etc. En cuanto dejas de hacer caso a los límites clásicos de lo que es una fotografía, el fotolibro puede alimentarse de casi cualquier cosa.
¿Qué tamaño y qué formato tienen éstos libros?
Como decía antes, pueden ser de cualquier tamaño o formato. La única limitación que se puede plantear aquí es la tirada. Si un fotolibro tiene una tirada muy limitada, pongamos 10 ejemplares o menos, y un formato y elaboración artesanal, sin pasar por una encuadernación industrial, etc. Se puede considerar libro de artista. Pero aquí las definiciones son correosas y no soy muy proclive a establecer demasiados límites.
¿A qué tipo de lectores van destinados?
Depende del tipo de fotolibro. Hay fotolibros realizados desde webs comerciales, con un tipo de lector o lectora más aficionado/a, etc. Incluso con acabados artesanales pero de consumo familiar, como los álbumes de boda. Hasta fotolibros conceptuales, artísticos y de lectura más o menos compleja, que suelen tener un público especializado.
Eres fotógrafo, ¿cuándo decidiste hacer fotolibros y por qué?
Cuando hice mi primera exposición vi en la galería tenían catálogos muy baratos de producir. En la segunda exposición ya me planté con un catálogo de 50 ejemplares para que mis amigos y familiares se llevaran uno en lugar de tener que comprar una foto enorme y cara. Al poco tiempo empecé a estudiar en una escuela de fotografía de Madrid, Blank Paper, que está llena de fotolibros. Y ahí conocí las enormes posibilidades del soporte. Desde entonces ya no he podido parar.
Háblanos de tu obra y de tus proyectos
He pasado del fotoperiodismo a la fotografía documental, el arte o la investigación visual. Lo que más me gusta es materializar lo que voy haciendo en forma de fanzines o libros, aunque desde hace algún tiempo creo que me apetece más hacer PDFs que imprimir. Todo ocurre cada vez más rápido y el tiempo necesario para imprimir un libro se me hace cuesta arriba. También estoy en continuo aprendizaje y me dejo asombrar por lo que nos sucede a través de las imágenes. Vivimos un tiempo extremadamente visual, y eso me preocupa y provoca curiosidad a partes iguales.
Olmo González tiene un amplio perfil profesional que puede verse aquí http://www.olmogonzalezmoriana.com/bio
Actualmente indica en su perfil biográfico como investigador sobre los efectos de la distribución de imágenes en Internet.
En BiblogTecarios se ha tratado este tema, en abril de este mismo año, en el post Libros Mutantes Madrid Art Book Fair , publicado por mi compañera Beatriz Ovejero.
Una amable imagen del libro. Esta puede ser una de las mejores explicaciones al dicho «Una imagen vale más que mil palabras». Muy original.
Muchas gracias por su comentario. Tienes toda la rozón, una «imagen vale más que mil palabras», y si ésta imagen está plasmada en un libro, mucho mejor.