La lectura en voz alta, una experiencia compartida con niños y niñas con autismo

No seré yo quien traiga ahora a colación los beneficios de leer; ya sea en solitario o en voz alta para otros y otras. Últimamente se publican muchas noticias y posts que nos describen las bondades de practicar la lectura. Para los amantes de la literatura esto no es nada que nos asombre a estas alturas.

Ayer mismo, en uno de los blogs de literatura infantil y juvenil (LIJ) a los que estoy suscrito, se publicada un post dónde se describía de manera muy breve y directa «los beneficios de leer a los niños». Poco antes, a comienzos del mes de noviembre, el periódico Huffington Post hacía también un alegato a la lectura compartida con los pequeños y pequeñas con el siguiente titular: «Regálale a tu hijo un mejor futuro leyéndole durante 15 minutos al día». Y aquí, en BiblogTecarios, ya por 2013, nuestra compañera María Antonia Moreno nos acercaba al mundo de la lectura en voz alta. Al mundo de «la lectura de sonrisas y de miradas» a través de la experiencia del Centro de Desarrollo Sociocultural de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

Pero, ¿y los beneficios de la lectura en voz alta a niños y niñas con autismo?

Aquí el tema se complica un poco, pero los beneficios son muchos. Os lo aseguro. Eso es lo que os quiero contar.

Hace tiempo que sigo la trayectoria de la Asociación Entrelibros de Granada. Con Juan Mata como presidente (profesor del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Granada), defienden el poder terapéutico de la palabra. Y lo hacen compartiendo lecturas en voz alta  en contextos vulnerables, de exclusión social o en contextos donde hay que cuidar mucho, y muy bien, la parte emocional de las personas: plantas de oncología infantil, centros penitenciarios, casas de acogida de mujeres maltratadas….

En su web destacan como principal objetivo «… aportar bienestar, emoción, conocimiento, sosiego, confianza… Mediante la lectura en voz alta, la conversación y la escucha atenta…». Y para ello «…se ofrecen a toda clase de personas, prestando especial atención a quienes están en situación de vulnerabilidad, privación, aislamiento, crisis o riesgo de exclusión. Saben que en esas circunstancias compartir relatos, reflexiones y emociones tiene un efecto terapéutico y alentador».

Actualmente, junto con su equipo de voluntarios y voluntarias, están compartiendo lecturas en voz alta en distintas organizaciones, instituciones y asociaciones de Granada:

  • Hospital Materno Infantil y Hospital Universitario San Cecilio
  • Centro Penitenciario de Albolote
  • Casa de acogida de mujeres víctimas de violencia de género
  • Grupo de madres del CEIP Arrayanes
  • Colegio Ciudad de los Niños
  • Asociación de Usuarios de Salud Mental
  • Centro de Día para Personas Mayores “Zaidín”
  • Asociación Calor y Café

Según el contexto concreto de esas lecturas trabajan conceptos claves como: la conversación, el bienestar, la expresión emocional, el ánimo, la ayuda terapéutica, el alivio, la esperanza, la seguridad, la confianza, la animación a la lectura, la educación, la alfabetización, las actividades culturales, la educación emocional, el estímulo, el apoyo, el esparcimiento, la compañía, la reflexión…

Entrelibros

En vista de este gran trabajo, como presidente de la Asociación de Autismo MÍRAME de Granada y tras ver los grandes avances que ha ido dando mi hijo con autismo con el que vengo leyendo en voz alta desde hace tiempo, me animé a acercarme a Entrelibros para invitarles a montar un grupo de lectura en voz alta para niños y niñas con este trastorno. Un gran reto, ¡sí! Pero siempre he creído en el potencial de la lectura, más aún de la lectura compartida. No obstante, tenía ciertas reticencias de compartirlo por no ser señalado como un iluso dentro del contexto del autismo en el que me muevo. A veces, a las familias, se nos escapan estos pequeños detalles cuando nos imbuimos en el huracán de terapias psicopedagógicas, logopédicas, de integración sensorial…

Al mismo tiempo, siempre he confiado en el trabajo diario, la superación de barreras y las capacidades de los chicos y chicas con autismo. ¿Acaso no podemos trabajar desde la lectura de recreo aspectos relacionados con la atención, la comunicación, la empatía, las emociones, las habilidades sociales, la creatividad, la abstracción, la teoría de la mente, las competencias lectoras propiamente dichas…?

Montando el grupo de lectura…

Tras varias reuniones con esta Asociación, en la que explicaba mi experiencia lectora con Sergio y ofrecía algunas pistas sobre las particularidades del trastorno del autismo, finalmente el grupo se pone en marcha con cuatro chicos con edades comprendidas entre 5 y 9 años y con un mínimo de interés hacia los cuentos y/o álbumes infantiles. Un tiempo después, en un blog referente sobre autismo, se publicaba un post titulado «Contando cuentos a niños con autismo» que, de alguna manera, vino hacerme sentir que no estaba equivocado.

Para dar comienzo a la sesiones, teniendo en cuenta que nuestros chicos necesitan anticipación y estructuración del tiempo y que el lenguaje que mejor entienden es el visual, se preparó una pequeña historia social donde se relataba la secuencia de lo que iba a ocurrir.

HistoriaSocial

Pictogramas sacados de ARASAAC: Portal Aragonés de la Comunicación Aumentativa y Alternativa 

El curso pasado finalizamos en junio y fue toda una sorpresa. En muy poco tiempo los chicos hicieron suya la actividad y esperaban al jueves, día de la lectura, cómo agua de mayo. Comenzamos con sesiones de 40 minutos aproximadamente y terminamos acercándonos a la hora. Captar la atención de un chico con autismo no es algo fácil. Así que, de partida, la duración de las sesiones ya era todo un logro. En el transcurso de la actividad hubo varios imprevistos que nos hicieron mover de lugar de celebración, pero aún así este tema no afectó a los participantes. Su interés por la actividad era superior a estos cambios. De no ser así, posiblemente alguno de ellos hubiese sufrido algún tipo de rigidez. Pero no fue el caso.

Algunas reflexiones…

Os dejo algunas de las reflexiones que me traslada Juan Mata, sobre el curso pasado, que son indicativas de los logros alcanzados:

  • Las sesiones de lectura compartida han actuado como instrumentos de socialización. Si bien ha habido distintos grados de atención y distintas formas de participación, en general se han vivido como una actividad grupal. La diferencia de edad entre los niños participantes ha podido ser en alguna ocasión una dificultad.
  • Los ritos (rutinas) han sido muy importantes. Los asumieron desde el primer momento. Por ejemplo, quitarse los zapatos para dar comienzo a la sesión, abrir la bolsa de los libros y sacarlos, desparramarlos en la alfombra y hojearlos espontáneamente… Han seguido reproduciendo fielmente lo que se hizo el primer día.
  • El nivel de atención ha ido incrementándose de manera generalizada.
  • El nivel de confianza e interacción con los adultos se ha ido afianzando progresivamente.
  • Han asumido rápidamente la incorporación de personas voluntarias nuevas al grupo.
  • Los cuentos han servido como un medio de expresión personal, como un vehículo de relación y comunicación con personas ajenas a su entorno familiar.
  • Por lo general, han podido reconocer e interpretar bien las imágenes de los álbumes ilustrados, ayudados por quienes en ese momento realizaban la lectura.
  • Los álbumes, y en especial «¿Cómo te sientes?», han servido para señalar, reconocer emociones y estados de ánimo. Ha servido igualmente para expresar, imitando las imágenes del libro, los propios estados de ánimo.
  • Las sesiones de lectura en voz alta han servido igualmente para avanzar lentamente en el reconocimiento del estado de ánimo de personas ajenas (empatía).
  • El acto de leer juntos un libro ha sido un estímulo para la conversación en grupo. Eso se ha ido produciendo progresivamente y, aun de manera precaria, se ha mantenido a lo largo de las semanas. No han sido conversaciones muy prolongadas ni muy ordenadas, pero han sido posibles.
  • En ocasiones, los libros, y muy específicamente «Voy a comedte», han servido para iniciar y promover un juego. Concretamente, el pilla-pilla. Los perseguidores, tanto niños como adultos, actuaban como si fueran el lobo del cuento, gritando ‘¡Voy a comedte… voy a comedte!’. Esa actividad resultaba muy gratificante para los niños.
  • Hemos comprobado que la lectura compartida de cuentos puede promover respuestas espontáneas y gratificantes de los niños, como escribir, dibujar o jugar.
  • Da la impresión de que las ficciones las han asimilado bastante bien. Han sido capaces, por ejemplo, de entender y asumir la historia de amistad que narra un cuento tan complejo como «Pequeño Azul y Pequeño Amarillo».
Los libros que más se han leído han sido los siguientes:
Otros libros leídos:

Actualmente hemos vuelto a comenzar con la actividad y ya está prevista la incorporación de un chico y una chica más. Seguimos aprendiendo juntos de esta experiencia. Pero, sobre todo, seguimos disfrutando. Estamos seguros que este curso se trabajarán más y mejor todas esas áreas que hemos comentado a lo largo de esta entrada. Áreas, que de partida, suelen ser partes afectadas en nuestros chicos como consecuencia del autismo.

Finalizando…

Desde aquí me gustaría animar a todos los compañeros y compañeras de profesión a explorar nuevas formas de animación a la lectura como la que acabo de describiros. Os puedo asegurar que es muy gratificante. Hay muchos caminos que nos pueden ayudar a conseguir que nuestras bibliotecas sea, cada vez, más inclusivas.

Para finalizar, no dejen de leer «De la voz a la letras», una declaración pública a favor de la lectura en voz alta en la infancia suscrita por diversas organizaciones relacionadas con la educación, la cultura y la salud. Tampoco dejéis de consultar esta interesante web «Salud entre libros: promoción de la salud y el bienestar de la infancia por medio de la recomendación de lectura en voz alta».

David Gómez

Gestor del conocimiento en el Observatorio de la Infancia en Andalucía. Me interesa la evaluación científica y la literatura infantil. Disfruto, día a día, de los pequeños momentos en familia.

2 respuestas a «La lectura en voz alta, una experiencia compartida con niños y niñas con autismo»

  1. David, desde Argentina te felicito por el excelente blog! Los temas son muy productivos para los profesionales de la información.

    Saludos fraternos.
    Patricia

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