¿Y los profesionales de la Información, practican el aprendizaje social? Está pregunta queda resuelta en el trabajo de Sandra Sanz-Martos y Dolors Reig-Hernández que voy a comentaros en esta entrada y que ha sido publicado en «El profesional de la información».
Aquéllos y aquéllas que ya me conocen o siguen mis pasos por redes sociales, saben de mi interés por los temas relacionados con el aprendizaje continuo en contextos informales; por eso me ha despertado interés este artículo. Sí además, se relaciona con mi profesión, todavía ha captado más mi atención.
Aunque aprender los unos de los otros no es nada nuevo, sí es cierto que, en el momento que estamos viviendo, dado el protagonismo que los social media están jugando en nuestras vidas diarias, esta manera de aprender está cogiendo fuerza y convirtiéndose en uno de los principales canales de formación personal y profesional.
Este tipo de aprendizaje P2P (peer to peer) se da con más frecuencia en unas profesiones que en otras. En este sentido, los profesionales de la Información y la Documentación (IyD) hemos sabido sacar partido a esta sinergia perfecta, la establecida entre el potencial del aprendizaje entre iguales y las bondades de los medios sociales.
El aprendizaje social viene a achatar la jerarquía en lo referente a la transmisión del conocimiento. Cualquiera de nosotros y nosotras tiene algo que enseñar o aportar al procomún. Así funcionan muchas de las experiencias de aprendizaje que se están llevando a cabo. Hoy soy profesor/enseñante y mañana soy alumno/aprendiz.
Como recoge Dolors Reig, sin el potencial que nos ofrece el escenario social y tecnológico actual, la posibilidad de crear y gestionar en el tiempo, nuestro Entorno y Red Personal de Aprendizaje (PLE y PLN ) se vería muy limitada. Este mismo escenario también ha servido como caldo de cultivo para la aparición de los denominados MOOC (cursos masivos online gratuitos). Aunque no conozco ningún caso de MOOC dirigido específicamente a nuestra área, sí que he podido cursar dos que encajan perfectamente entre nuestras competencias. Estoy hablando de los cursos «Investigación científica 2.0.1: procesos clave en una sociedad digital» y «Gestión de la Información Científica en Abierto«. Ambos desarrollados y gestionados desde la plataforma Miríada X. Mi experiencia en este tipo de cursos todavía no es del todo satisfactoria, pero no me cabe duda que, en no mucho tiempo, se va a convertir en una gran oportunidad de formación gratuita y de calidad de la que todos y todas vamos a poder beneficiarnos.
Haciendo balance, con retrospectiva, de los distintos servicios usados por los profesionales de la IyD para su formación “informal”, las autoras de este trabajo hacen referencia:
- a las listas de distribución: Iwetel (Foro para profesionales de bibliotecas y documentacion), Infodoc (Lista de distribución de la Biblioteca de la Facultad de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca), Arxiforum (Foro sobre archivística), Fidel (Fuentes de información y documentación en linea) Públicas (Foro de debate de las bibliotecas públicas), Incyt (Indicadores en ciencia y tecnología) , etc.
- al directorio EXIT (directorio de expertos en el tratamiento de la información),
- al repositorio E-LIS (repositorio temático especializado en Ciencias de la Información),
- a los blogs especializados y los grupos de profesionales en Facebook. Entre los blogs reseñados hay que agradecer a las autoras la mención al trabajo que estamos desarrollando desde BiblogTecarios y su hermano latino InfoTecarios. Por otro lado, a los grupos de facebook comentados añadiría alguno más como el de «Evaluación de la investigación científica«, «Bibliomovilidad» o «Bibliotecarios pinteresantes» que aunque no cuentan con un número de participantes tan elevado, las temáticas sobre las que versan son muy actuales.
- a las comunidades de prácticas de la SEDIC,
- al grupo ThinkEPI (Grupo de Análisis sobre Estrategia y Prospectiva de la Información),
- la experiencia de aprendizaje cooperativo SocialBiblio, etc. Muy acertado el comentario extenso de la experiencia llevada a cabo desde SocialBiblio, una magnífica experiencia de microformación, en formato webminar, que está siendo todo un éxito no sólo entre los y las colegas de profesión de España, sino que también desde el año pasado entre los y las profesionales del territorio latinoamericano. No obstante, he echado en falta el comentario, también extenso, de otra experiencia de gran calado que a mí parecer abrió el paso a otras tantas posteriores. Me estoy refiriendo a la Comunidad de Prácticas 2.0 de SEDIC. La última celebrada, durante diciembre de 2012 y enero de 2013, se dedicó a la «Monitorización y evaluación en medios sociales«. Supongo que en breve tendremos noticias de una nueva edición.
Canales de aprendizaje informal seguro que hay muchos más que no se nombran y otros tantos que aparecerán en el futuro, pero se entiende que el formato artículo tiene un número de caracteres limitado y hay que ceñirse a las normas de la revista.
Esta entrada no quedaría cerrada sin hacer una mención especial a la labor de Tomás Baiget en la construcción de todo este entramado social y tecnológico que nos ha permitido a los profesionales el acceso al conocimiento y nos ha abierto la puerta a la colaboración entre pares.
En definitiva, este trabajo es de lectura indispensable para aquéllos y aquéllas profesionales que necesitan formarse en cuestiones concretas, de manera online y gratuita y no saben dónde localizar este tipo de oportunidades.
Yo practico el aprendizaje social, ¿y tú? ¿cómo lo haces para estar al día? ¿cuáles son las herramientas sociales que usas o las experiencias formativas en las que participas para actualizarte profesionalmente o simplemente para resolver dudas e inquietudes profesionales?
Sanz-Maros, Sandra; Reig-Hernández, Dolors. “El aprendizaje social y los profesionales de la información”. El profesional de la información, 2013, noviembre-diciembre, v. 22, n. 6, pp. 545-553. http://dx.doi.org/10.3145/epi.2013.nov.07
Venga David, que el citado artículo no es más que una enumeración
escolar, típica de un trabajo final de grado, sobre recursos «sociales»
del gremio. ¿Realmente se puede decir que «el sentimiento de pertenencia
se alimenta en lugares como Exit»? El típico directorio, herramienta
básica de las iniciativas de gestión del conocimiento de la década de
1990… Por otra parte, el texto tampoco es una reflexión profunda y
contextualizada del aprendizaje social en nuestro campo. En nuestro
campo cada día la gente lee menos y alucina más con el rollo social, y
así nos va…
Buenas Jesús, no he podido contestarte antes. No voy a entrar a valorar si el trabajo es típico de final de grado o no, si se ha publicado en EPI es porque así lo habrán considerado los revisores del mismo. Cierto es que EXIT, del que tanto tú como yo formamos parte, es un directorio con cierto aire a otra década, pero un directorio, no deja de ser un directorio, hoy y en los años 90. EXIT viene a ofrecer algo muy concreto como es la agrupación de información personal, académica y social de los profesionales de la información; y con más de 3000 inscritos creo que es una fuente de información importante con múltiples usos y que además visibiliza a nuestro colectivo. Desde luego, al menos en mi caso, a pesar de no identificarme en muchas cosas con nuestra profesión, formar parte de este directorio me hace tener sentimiento de pertenencia.
Por otra parte, para los que venimos leyendo a Dolors Reig desde hace tiempo, es cierto que no nos cuenta nada nuevo, pero ante la explosión de experiencias de aprendizaje social, y en general, de nuevos contextos informales de aprendizaje, este tema puede ser novedoso como temática de paper en nuestra área. Como recojo en la entrada, el trabajo puede ser útil para muchos y muchas profesionales que andan perdidos, con falta de formación y recursos y que desconocen este tipo de experiencias gratuitas que pueden solventar sus carencias formativas y competenciales de alguna manera. Y créeme, hay muchos y muchas. Para los que estamos usando este tipo de recursos o practicando este tipo de aprendizaje, puede resultar una obviedad, pero no así para otro gran número de profesionales; que como ya he comentado, entiendo que serán los potenciales receptores y receptoras de este trabajo..
Por último, que la gente del área cada vez lea menos no es nada nuevo, desde que salí de mi Departamento y comencé a desenvolverme en el mundo profesional, el colectivo de profesionales que lee (en los términos que entiendo que tú refieres) nunca ha sido llamativo.
Muchas gracias por pasar por aquí a comentar 😉
Saludos
Hola, David, este intercambio de ideas trae a la palestra muchos temas nucleares sobre varios temas. Uno podría ser la noción de qué es realmente un trabajo de investigación en nuestro campo, y qué no lo es, que nos llevaría lejos, lejos… Otro, los curiosos mecanismos de «pertenencia psicológica». Personalmente estoy en las redes sociales científicas más comunes, pero no por ello me siento parte de ellas: simplemente, un directorio es un recurso de información. No creo que nadie se sienta parte de Hacienda o del país por figurar en las bases de datos de la primera 😉
La segunda parte aún me resulta más interesante, por dos cuestiones. En primer lugar, son notorios los «guruses» (atención, aqui hablo en genérico, no del caso que nos ocupa) en nuestro país cuyo valor real es el de ser excelentes resumidores y comunicadores, pero que no hacen aportes reales a ningún campo. En nuestro ámbito, esto se viene produciendo desde mediados de la década de 1990, en la que apareció un afamado gurú, luego pasando por la moda doscerista, o un reciente ejemplo de cacareado artículo, que en realidad es una acumulación muy bien redactada, envuelta y rebozada de tópicos e ideas comunes, conocidas y asimilades hace tiempo (eso sí, con ocho autocitas…)
En segundo lugar, no deja de resultar curioso que un colectivo que suele trabajar en «instituciones de la memoria» (que expresión más fashion: advierto que no la he inventado yo ni soy un experto en el tema 😉 y que está siempre mentando el aprendizaje continuo, las tecnologías, lo social, su impotancia para la sociedad, etc. parezca incapaz por sí mismo (generalizo, de nuevo) de mantenerse al día de las novedades de su campo, y alucine con cualquier nueva idea trasplantada de otro sitio. Porque lo de falta de formación y de recursos, hoy en día, no creo que se pueda afirmar seriamente. Esto sí que daría para un largo estudio…
Buenas de nuevo Jesús:
Como bien dices, no creo que este sea el lugar para hablar sobre qué entendemos realmente que es un artículo de investigación en nuestro campo. No obstante, este trabajo se publica en la sección de “Análisis” de la revista EPI y cito literal que “en ella se publican notas o artículos cortos con análisis de instituciones, productos informativos, proyectos y experiencias”. De todas formas, te animo a que traslades la pregunta a IWETEL o INCYT, quizás de para un intercambio de ideas entre los profesionales del área (investigadores o no).
La verdad es que no termino de ver claro el ejemplo de Hacienda, lógicamente no vamos a sentirnos parte de Hacienda por el simple hecho de constar en sus bases de datos, aunque «HACIENDO SOMOS TODOS» 😉 El ser humano es social por naturaleza y nos guste o no terminamos perteneciendo a colectivos o comunidades, como queramos llamarlo.
En este caso en particular, y ya es una cuestión totalmente personal, formar parte de EXIT, a mí me hace sentir que formo parte de un colectivo de profesionales. De hecho esa es una realidad. Pero ya te digo, entramos en opiniones y sensaciones personales y todas son respetables, así que respeto la tuya 😉
Yo también estoy en las redes sociales más comunes, y tampoco me siento parte de ellas, sino del colectivo con el que intercambio opiniones, da igual la red en la que me encuentre.
Estoy de acuerdo contigo, en parte, con el tema de los «guruses», cuestión que toma una especial relevancia en el contexto de los social media donde la viralidad funciona a la perfección. No obstante, no me atrevería a quitar valor a las aportaciones, bueno quizás a algunas sí, de algunos de estos «guruses» que NO nombras. Todos jugamos nuestro papel en la Sociedad de la Información, y a veces estos «guruses» vienen a facilitar la comprensión de determinados temas a personas alejadas al mismo. Podríamos, en cierta medida, equipararlo con la divulgación científica, aunque no es exactamente lo mismo. Pueden ser incluso, para algunos o algunas, una puerta de entrada a un ámbito de interés nuevo que luego, si quieren profundizar en el mismo, deben recorrer en solitario.
Por último, mi experiencia como docente, en cuestiones que puedes tildar como emergentes en nuestra área, me viene demostrando día a día, que muchos compañeros y compañeras de profesión andan bastante perdidos en muchas cuestiones. Y no por ello debemos cargar contra su falta de competencias, sino contextualizar sus trayectorias, y acompañarlos a hacer camino en los nuevos escenarios de la profesión y sobre todo hacerle visible cualquier recurso de formación de «calidad» que les pueda ser de utilidad.
Saludos, y gracias de nuevo Jesús por avivar el debate 😉