Entrevista a Javier Álvarez, Director de la Biblioteca de Andalucía

Javier Álvarez - Director Biblioteca de AndalucíaPodría hacer una presentación formal, y casi que académica, de nuestro entrevistado; su trayectoria lo merece. Pero estoy seguro que a Javier le va gustar más que lo presente con la misma cercanía que él mismo practica en su trato diario ante cualquier persona, profesional o no. Javier no es un Director al uso, su condición humana y su capacidad de trabajar siempre a pie de pista, lo colocan en una posición muy querida por todos y todas los que lo conocemos. No tuve la suerte de tenerlo como profesor mientras cursé mi carrera de Bibloteconomía y Documentación en los años noventa, y digo que no tuve la suerte por la experiencia que me contaban mis compañeros y compañeras de los otros grupos. Como no podía ser de otra manera, de un gran profesional de las bibliotecas sólo cabía esperar un gran docente que sabía trasladar al aula la realidad bibliotecaria que los alumnos y alumnas se iban a encontrar una vez salieran al mercado laboral. Cierto es que, a posteriori, fui compañero de departamento en la Universidad de Granada mientras realizada mi Beca de Formación de Profesorado Universitario (FPU). Desde entonces, Javier siempre ha estado abierto a cualquier tipo de colaboración o ayuda en los distintos proyectos en los que me he ido implicando . Si tuviera que definir a Javier en dos palabras, diría con rotundidad que se tratan de PROFESIONALIDAD y HUMILDAD.

Dicho todo esto, al «César lo que es del César», así que aquí os dejo algunos datos de la trayectoria de Javier:

Francisco Javier Álvarez García es Licenciado en Filosofía y Letras  (1982)  y  Diplomado  en  Bibloteconomía y Documentación  (1989) por la Universidad de Granada, donde también realizó los estudios  de  Tercer  Ciclo,  en  1991/92. En  su  trayectoria  profesional ha ocupado los puestos de Bibliotecario Municipal, en  las Bibliotecas de los barrios de Almanjáyar y Albaycín,  Director  de la Biblioteca Provincial y Profesor Asociado en la Facultad de  Biblioteconomía y Documentación, todos ellos en Granada.  En  la  Biblioteca  de  Andalucía,  se  incorpora  al  Departamento  de  Servicios para  la  Lectura  Pública,  en  el  periodo  de  puesta  en  marcha  de  la  Red  de  Bibliotecas  Públicas  de  Andalucía  y  su  proceso  de  automatización.    Desde  2004  y  hasta  la  actualidad, desempeña  en  la  misma  el  puesto  de  Director.  Participó  en  la  redacción de documentos de trabajo para la vigente Ley 16/2003, el Sistema Andaluz de Bibliotecas y Centros de Documentación,  y fue miembro del Comité de la Sección de Estadísticas de la IFLA.

¿Qué motivó el hecho de que dedicara su trayectoria profesional al mundo de las bibliotecas

En 1982, al terminar la primera carrera (Filosofía y Letras, opción Geografía), toda mi obsesión a los 22 años era encontrar trabajo, cualquier trabajo remunerado y lo más estable posible, sustituyendo a los que había compatibilizado con los estudios, como hostelería o vendimia.

Es cierto que desde siempre me habían gustado las bibliotecas, la Pública de Alcalá la Real, la del Instituto Alfonso XI y la Universitaria de Granada y era un usuario compulsivo de bibliotecas y de libros. Pero mentiría si dijera que lo que me motivó para trabajar en bibliotecas fue la vocación.  En realidad, recuerdo que llegué a tener firmadas simultáneamente 7 convocatorias de oposiciones o procesos selectivos de personal, tales como Administrativos, Maestros (entonces se podía) Profesores de Secundaria, Correos y Telégrafos, Informática, Agentes Judiciales… y Bibliotecas del Ayuntamiento de Granada.  Así empezó todo, tan sencillamente: me presenté a aquellas oposiciones, tuve suerte y hasta hoy.

Es cierto que desde siempre me habían gustado las bibliotecas, la Pública de Alcalá la Real, la del Instituto Alfonso XI y la Universitaria de Granada y era un usuario compulsivo de bibliotecas y de libros.

¿Cuándo llega al puesto que ostenta en la actualidad, cuáles fueron sus primeros retos y proyectos?

También dos o tres cosas, no muy grandilocuentes, pero sí sencillas y prácticas. Conocía muy de cerca (de la puerta de al lado, como bibliotecario de la Biblioteca Provincial de Granada) la función de la Biblioteca de Andalucía, su asentamiento durante los diez primeros años, su papel dentro del entonces llamado Sistema Bibliotecario de Andalucía,  y la labor de su personal y de los dos anteriores directores.  Pero también conocía las necesidades y carencias, algunas de las cuales hemos podido corregir durante estos doce años y otras no, por ejemplo:

–    Una sede propia diferente de la compartida con la Biblioteca Provincial.

–    La descongestión de los materiales de depósito legal, su proceso casi inmediato, la automatización del sistema de asignación de números de DL para los editores y la gestión automatizada integral, que incluye la precatalogación automática.

Casi la totalidad de las bibliotecas andaluzas están gestionadas y atendidas por personal con formación y titulación, algo de verdad impensable hace algunos años.

Desde entonces, ¿como ha cambiado el panorama bibliotecario andaluz?

Muy positivamente.  Obviamente, gracias al interés público, a la inversión de las Administraciones, a la preparación académica de los profesionales que ahora mismo trabajan en cada una de nuestras bibliotecas, a una selección justa y ecuánime del personal. Quiero decir que no pretendo que parezca que existe correlación de fechas o que me pretenda atribuir a mí mismo o al equipo de la Biblioteca todas o alguna de las mejoras en el panorama bibliotecario. Por enumerar las más importantes: Una red de bibliotecas públicas que trabajan en red, de forma automatizada, con un carné de lector único y válido en cualquier sucursal andaluza incorporada a la Red, que cuenta conde 705 puntos de servicio; una Red de Centros de Documentación y Bibliotecas Especializadas, única en España en su tipo, con 150 centros conectados;   contactos y realidades de cooperación con las Bibliotecas Universitarias, en pie de igualdad y con la única finalidad de atender mejor a las personas usuarias de cualquier tipo de Biblioteca o Centro; la presencia de asociaciones profesionales consolidadas, reivindicativas y prestigiosas; y algo no suficientemente conocido: casi la totalidad de las bibliotecas andaluzas están gestionadas y atendidas por personal con formación y titulación, algo de verdad impensable hace algunos años.

A estas alturas del camino ¿está contento con lo conseguido? Si volviera atrás, ¿cambiarías alguna de las actuaciones realizadas?

No se puede volver atrás, los procesos iniciados son irreversibles.  Estoy contento con haber trabajado muchísimo, de haberme entusiasmado con cuestiones tecnológicas y no haber contado las horas de implementación, sino el funcionamiento actual con normalidad y naturalidad. También de haber podido trabajar con un buen número de trabajadores preparados y laboriosos para lo que es habitual y pese a la fama que tiene la Función Pública. Estoy insatisfecho tal vez de haber resuelto problemas, de compensar con la dedicación de bastantes personas, en todo caso auto-explotadas, las deficiencias.  A veces, al no ser gestores problemáticos, sino que a los responsables políticos ofrecen únicamente resultados y “buen rollo”, parece que los problemas, por ejemplo de espacio en el edificio compartido, no existen o no son tan graves.  Encuentro que otro tipo de profesional, más reivindicativo o por emplear el vocablo de moda, más “follonero”, a veces es mejor atendido ante la amenaza de que la opinión pública, a través de los medios, conozca que sí que existen lacras por dentro, cuestiones en la trastienda que, como no se arreglan empeoran y que aunque no salgan a la luz pública siguen estando ahí.  Esa forma de actuar, compensando con esfuerzo propio en lugar de ejercer presión sobre conductas ajenas no es síntoma de debilidad ni refleja inacción pusilánime, pero deja sin resolver, por ejemplo, la carencia en cuanto a gestión administrativa, recursos de personal o gestión financiera del centro como “organismo autónomo” o servicio de gestión diferenciada.  Y deja a la Biblioteca en su actual sede compartida sin saber hasta cuándo o de qué forma se van a poder seguir almacenando y tratando de forma técnicamente adecuada los materiales adquiridos o recibidos por depósito legal.

Estoy contento con haber trabajado muchísimo, de haberme entusiasmado con cuestiones tecnológicas y no haber contado las horas de implementación, sino el funcionamiento actual con normalidad y naturalidad. 

Si tuviera que resaltar algún hito o logro importante durante su gestión ¿cuál sería? Por otro lado, ¿se ha quedado alguna de sus propuestas en el cajón?

Esta pregunta la creo respondida con la anterior, pero por sintetizar, como logros, no míos sino del Sistema, destaco tres: los avances tecnológicos aplicados a nuestra gestión que hacen de Andalucía comunidad de primera fila en cuanto a Redes automatizadas, servicio de acceso a Internet, depósito legal y préstamo de libro electrónico. La proliferación de actividades culturales y de fomento de la lectura en general. La mejora de los servicios a las personas usuarias que han duplicado en poco tiempo la asistencia a las bibliotecas y el uso de los materiales, en definitiva, haber contribuido modestamente a que las personas en Andalucía estén mejor informadas y formadas, a que en Andalucía ahora se lea más.

La comunidad autónoma de Andalucía es la primera comunidad en poner en marcha una Red de Centros de Documentación y Bibliotecas Especializadas (Red IDEA) ¿cómo ha sido la andadura hasta llegar a hacer realidad esta red? y ¿cómo convive con la Red de Bibliotecas Públicas (RBPA)?

La Dirección General y en concreto el Servicio del Libro, Bibliotecas y Centros de Documentación tiene un gran mérito al haber concebido una red de este tipo y haber puesto recursos para realizar un estudio diagnóstico, una planificación, un Sistema de Información, jornadas de debate y formativas y plasmación jurídico-administrativa de la Red.  Por nuestra parte, desde el punto de vista de gestión de catálogos, nos toca el haber diseñado una segunda instalación del sistema automatizado de gestión bibliotecaria, aprovechando la experiencia de la Red de Bibliotecas Públicas, a la que ya hay adheridos, como decíamos, más de 150 bibliotecas y centros.  Es un motivo de orgullo recibir infinidad de consultas y participar en encuentros con gestores de otras CCAA que, con una infraestructura de instituciones y centros bastante similar, todavía no han podido iniciar un proceso parecido de automatización en red.  Aquí la famosa y manida expresión de que somos pioneros (que trabajando en Granada podría servir de chanza “piononeros”), no es sólo una expresión, es una realidad que nos reconforta y anima a seguir trabajando.

… sólo en lo que va de 2015 hemos superado los 3.000 usuarios y las 10.000 lecturas, que suponen más de la cuarta parte del conjunto del uso de eBiblio en toda España.

Hace relativamente poco tiempo, se anunció la plataforma de préstamo de libros electrónicos eBiblio, ¿cómo está funcionando el préstamo de este tipo de materiales a través de esta plataforma? ¿Cuenta con datos para valorar su uso? Parece que no termina de despegar el libro electrónico en nuestro país ¿qué cree que puede estar fallando?

Demasiado compleja esta pregunta para contestarla en unas líneas o con unas frases.

eBiblio Andalucía no ofrece un servicio diferente al resto de Comunidades Autónomas, ya que el servicio de préstamo a través de una plataforma que gestiona contenidos licenciados ha sido una iniciativa que ha financiado y contratado directamente el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, finalmente adjudicada a la empresa Libranda.

Ha recibido críticas y pocas alabanzas, sin embargo, debemos valorar el impulso de la Subdirección General ya que, como en todos los grandes proyectos, se trata de arrancar, aunque los resultados no sean perfectos el primer año.  La fortísima inversión realizada sería inimaginable en el actual estado financiero de las Comunidades Autónomas.  Por lo demás, los criterios de selección de materiales, el propio panorama de las publicaciones que las editoriales deciden ofrecer directamente o pasar a formato electrónico, la disponibilidad de dispositivos para la ciudadanía, el nivel socioeconómico de los estamentos de población que disponen de teléfonos móviles, dispositivos de lectura de libros electrónicos, tabletas, ordenadores… son los factores que inciden hoy día sobre el éxito más o menos próximo o duradero de esta modalidad de lectura.

Por mi parte, sólo puedo decir que, conociendo las opiniones y puntos de vista críticos siempre necesarios, reconozco que el Ministerio tiene el mérito de haber puesto la iniciativa y los medios y honestamente tengo que decir que también la profesionalidad y el empeño de las personas que trabajan en la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria, que desde el principio ha puesto en marcha foros de debate y un Grupo de Trabajo institucional con presencia de todos los sectores y miembros de todas las CCAA, donde se ha podido opinar y proponer con libertad y cuyas decisiones se han tomado de forma consensuada.  Sin ir más lejos, en la Comisión de selección (entre los materiales disponibles, claro) de títulos de libros electrónicos para incluir en la oferta de contenidos a los lectores, han participado tres o cuatro personas, entre ellas una bibliotecaria andaluza, concretamente la Directora de la BP de Granada.  Evidentemente hay cuestiones, como la respuesta de los lectores, la implantación del servicio, la difusión, la separación en el futuro contrato de plataforma y contenidos, la gestión económica de las licencias compensando número de títulos pero también uso y no sólo tiempo de duración de la licencia, la vinculación a programas propietarios para las descargas y lecturas, la incompatibiliad con Kindle, son problemas conocidos y que habrá que mejorar en el futuro eBiblio.

Y desde el punto de vista andaluz, señalar como datos que sólo en lo que va de 2015 hemos superado los 3.000 usuarios y las 10.000 lecturas, que suponen más de la cuarta parte del conjunto del uso de eBiblio en toda España, por si todavía tenemos que argumentar contra los topicazos tercermundistas de que “en Andalucía no se lee” o que las bibliotecas andaluzas tengan algo que desear al resto, y menos los bibliotecarios.  A sabiendas de que es cierto que la renta per cápita y el poder adquisitivo de la población andaluza por desgracia siguen siendo inferiores a la media, todavía dan más valor al dato de lecturas si existe menor disponibilidad de dispositivos, o bien se proporcionan dispositivos también desde lo público, como de hecho ocurre.

Por último, ¿qué nos puede contar sobre la presencia de la Biblioteca de Andalucía en redes sociales? ¿Tiene la Biblioteca un plan de social media establecido?

No es algo en lo que las bibliotecas regionales o autonómicas hayan avanzado más que otras bibliotecas.  El carácter de conservación y sobre todo la dependencia de la Administración Pública, con sus órganos de política digital y sociedad de la información, comenzaron (se comentaba que por razones de seguridad e identidad corporativa) por retrasar un poco la presencia de estas bibliotecas y sus bibliotecarios –de forma oficial- como agentes productores de información, aunque siempre hayan estado en Twitter o en Facebook como participantes, seguidores o productores de información institucional.  Ahora que ya existe cierta liberalización y se ha perdido el miedo, la propia Consejería promueve el blog en el que hemos participado ya en varias ocasiones aunque, repito, no puedo negar que de una manera todavía tibia y bastante encorsetada debido al hecho de ser instituciones autónomas pero dentro de los parámetros de funcionamiento de la Administración General.  Habrá que mejorar esta política, ya que por el momento mantenemos nuestros perfiles simplemente alimentando noticias sobre agenda cultural, difusión de actividades y poco más.

Biblioteca de Andalucía

Hasta aquí mi entrevista, pero no la entrada. Desde BiblogTecarios llevamos a cabo un experimento en twitter. Quisimos hacer de ésta, una entrevista colaborativa y así ha sido. A continuación, Javier responde a una serie de preguntas que fueron realizadas por nuestros seguidores y seguidoras de twitter.
Una vez más, gracias Javier por no poner ninguna pega para responder a estas cuestiones, alguna incluso un poco comprometidas.

 

Como director de una Biblioteca cabecera de un sistema de bibliotecas, ¿qué recursos existen en la red que estén diseñados para dar servicios a las bibliotecas municipales del sistema? ¿qué elementos existen de integración de la red a nivel operativo y a nivel administrativo? Pregunta propuesta por Mercedes Carrascosa @Mercedes_Carras

– Sistema automatizado de gestión bibliotecaria de la Red de Bibliotecas Públicas

– Sistema automatizado de gestión bibliotecaria de la Red de Centros de Documentación y Bibliotecas Especializadas

– Sistema de tramitación electrónica del depósito Legal

– Biblioteca Virtual de Andalucía

– eBiblio Andalucía, Plataforma de Préstamo de Libros Electrónicos

– A nivel administrativo, la regulación legal derivada del Reglamento y de la Ley del SABCD (Ley 16/2003)

 ¿Considera que las bibliotecas cumplen con uno de los principios fundamentales del manifiesto de la Unesco en cuanto a la adquisición de fondos documentales adaptados a las diferentes discapacidades? Pregunta propuesta por Susana Peix @suspeix

Algunas sí. Concretamente conocemos las 8 Bibliotecas Provinciales y la Biblioteca de Andalucía. No conozco exactamente todas las adquisiciones que hacen el resto de bibliotecas, aunque me consta que en algún caso sí que procuran esa política de adquisición de materiales.

¿Qué opina de la dramática situación que están viviendo muchos profesionales del sector de las bibliotecas? Pregunta propuesta por Milagros Juárez Ruiz @milagrosju1

La lamento profundamente. Entre otras cosas porque conozco desde hace tiempo a muchas personas del sector y tengo amigos que están en una situación precaria, poseyendo igual o mucha mejor formación que otros profesionales que tienen trabajo asegurado para siempre.  Ocurre en otros sectores por el alto índice de desempleo, pero en el nuestro la situación es más grave ya que una parte importante de profesionales tenían acomodo en las distintas administraciones públicas y el acceso a la función pública está paralizado desde 2008 por la llamada crisis.  Antes venía ocurriendo paulatinamente ya que el mercado en la administración creció exponencialmente entre los ’80 y el 2000 y también ocurre que bibliotecas públicas, universitarias y centros de documentación ya no crecen en número ni estructuras y por tanto tienen unas plantillas de personal esclerotizadas.

¿Si la externalización de servicios existe, por qué no regularla? ¿Cómo regulan la externalización de servicios en Andalucía? Pregunta propuesta por Roberto Rodríguez Salas 

La externalización ya está regulada. Se muestra en el Perfil del Contratante de la Plataforma de Contratación de la Junta de Andalucía.  Hasta ahora está regulada por la legislación sobre contratos del Sector Público y desde hace un tiempo también por la normativa sobre transparencia.

¿Por qué se compran licencias de software propietario cuando hay equivalentes libres y gratuitos? Pregunta propuesta por Santiago Martín @_stmartin

El Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Andalucía, los diferentes centros de documentación y las bibliotecas públicas tienen diferentes políticas en cuanto a la adquisición de licencias de software documental y de gestión bibliotecaria, y también diferentes presupuestos disponibles y productos que adquieren a unos precios muy diferentes. Cada uno de ellos toma sus decisiones en función de sus criterios, normalmente de forma colegiada y atendiendo a las necesidades del servicio y a la obligatoriedad de prestarlo sin interrupción.

Creo que tal como está formulada la pregunta, sería difícil dar otra respuesta, por ser obvia, si los productos fueran equivalentes y además gratuitos, supongo que los gestores públicos que gestionan estas cosas decidirían sin dudar pasarse en bloque a esos productos y, poniéndome en su lugar, supongo también que no debe ser tan fácil hacerlo, ya que todos somos partidarios de la economía en la gestión de los escasos recursos y más en estos tiempos.  La aplicación sobre gestión de depósito legal antes mencionada, por ejemplo, la construimos técnicos de la Junta de Andalucía, de diferentes especialidades y desde 2008 está funcionando bien sin pagar ninguna licencia ya que el sistema forma parte de la forja de administración electrónica de la Junta de Andalucía.  En las universidades, gran parte de los repositorios digitales están gestionados por DSpace y es conocido que la Junta de Andalucía apuesta institucionalmente por el desarrollo de programas de código abierto.

A día de hoy, si tuviese que elegir un curso del ámbito bibliotecario para el personal ¿cuál sería? Pregunta propuesta por Jorge @jorodsant

Utilización de datos abiertos y gestión de la información que las diferentes administraciones publican en Internet (servicios de alerta).

David Gómez

Gestor del conocimiento en el Observatorio de la Infancia en Andalucía. Me interesa la evaluación científica y la literatura infantil. Disfruto, día a día, de los pequeños momentos en familia.

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