Elisa Yuste esa una de esas sorpresas que te deparan las redes sociales. En concreto, twitter. Nada más conocer su timeline, entré en su web para ver quién era y a qué se dedicaba. Este es un proceso habitual en mí. Cuando un tweet me gusta, por los motivos que sean, automáticamente reviso el timeline de ese usuario, a continuación su información del perfil y por último, si lo demás me ha convencido, doy el salto a su web o blog.
Este fue el caso de Elisa, y el resultado, una suscripción RSS a su blog. Desde entonces, hace ya bastante tiempo, la sigo de cerca como referente en nuevas tendencias en lo que a lectura digital se refiere.
Hace poco tuve la oportunidad de hablar con la entrevistada por teléfono y nuestra conversación vino a confirmar la idea que me había creado sobre ella. Elisa es una profesional inquieta, con un espíritu de aprendiz continuo, dinámica, siempre a la última, proactiva, … ilusionada con su trabajo. Todos estos ingredientes hacen que, a día de hoy, tenga su sitio en lugar tan complicado como es el mundo de las consultorías, más aún en un contexto de cultura.
Su formación es muy completa. Es Licenciada en Filología Inglesa e Hispánica por la Universidad de Salamanca. Máster en Edición, Literatura Infantil y Juvenil, y Lectura. Postgrado en Liderazgo y Gestión de Equipos, y Protocolo y Organización de Actos.
Ha trabajado en el ámbito de la educación, la edición y la traducción. Entre 2003 y 2013, trabajó en la Fundación Germán Sánchez Ruipérez; primero en el equipo del Centro de Documentación e Investigación en Literatura Infantil y Juvenil; entre 2006 y 2012, como coordinadora del Área de Promoción de la Lectura; y en el último periodo, como responsable de los Observatorios de Materiales de Lectura para Niños y Jóvenes y de Promoción de la Lectura con Niños y Jóvenes. Paralelamente, ha participado en estudios e investigaciones; ha colaborado en la creación de publicaciones, portales de Internet y aplicaciones web. Ha diseñado, coordinado e impartido cursos de formación presencial y virtual.
En la actualidad trabaja como consultora y formadora en el ámbito cultural, editorial, bibliotecario y educativo dirigiendo su propia Consultoría en Cultura y Lectura.
Si queréis conocerla mejor, no dudéis en leer su entrevista y consultar su web Elisa Yuste: Consultoría en Cultura y Lectura
Comenzamos con una pregunta clásica pero no por ello menos importante. Pongámonos en situación, a muchas familias les encantaría que sus hij*s fuesen grandes lector*s. Teniendo en cuenta que no tenemos una varita mágica para conseguir todos nuestros deseos, ¿qué recomendaciones daría a estas familias?
La clásica pregunta, efectivamente, jajaja. La verdad es que me encanta que me la hagas porque se ha puesto muy de moda identificar estrategias y proponer prácticas diferentes, originales, disruptivas… que, en ocasiones, se viralizan en las redes, y, aunque suelen ser propuestas simpáticas, yo creo que la rueda hace mucho que está inventada.
Partiendo de la base de que todos los niños y niñas son lectores en potencia, igual que lo son todos los adultos, para mí el matiz está en que sean grandes lectores, en el sentido de que les guste mucho leer, o buenos lectores, es decir, que tengan habilidad en la práctica de la lectura de distintos tipos de contenidos en diferentes formatos y buenos niveles de comprensión lectora.
Conseguir que los niños y niñas sean grandes lectores es bastante sencillo (en contextos sociales como el nuestro). A todos los niños y niñas les gusta que les canten nanas y canciones, que les reciten retahílas y poesías, que les cuenten cuentos (en papel y en soporte digital)…, por lo que para favorecer que sean grandes lectores sólo hay que ofrecerles lecturas acordes a sus gustos e intereses alineadas con sus capacidades.
La cuestión es que leer mucho no siempre significa crecer como lector. Y conseguir que los niños y niñas sean buenos lectores es, por tanto, más complicado de lo que parece. Por una parte está la enorme oferta de actividades de todo tipo con la que conviven y con la que compaginan la práctica de la lectura; por otra parte está el que muchas veces se confunde “saber leer” con “ser lector” y no es lo mismo. Yo sé correr, nadar y montar en bici y no soy triatleta.
[pullquote]…leer mucho no siempre significa crecer como lector.[/pullquote]
El reto está en formar lectores competentes, que conocen y se mueven entre todo tipo de textos, acostumbrados a leer en distintos formatos, avezados en surcar diferentes vías y canales, preparados para saltar de uno a otro cuando la lectura lo precise. Lectores capaces de descifrar todo tipo de códigos, de comprender los mensajes que nos transmiten, de enjuiciarlos y ser críticos con ellos.
¿Qué le diría, por tanto, a una madre, a un padre, a un abuelo o abuela… que quiera contribuir a formar un lector? Pues le recordaría dos cosas muy básicas pero imprescindibles: que lea (no puedes promover algo que no conoces, que no practicas y que no te emociona) y que comparta lecturas variadas en tipologías y formatos con sus hijos, hijas, nietos, nietas… no sólo cuando no han aprendido a leer sino siempre. Así se forman los hábitos y cuando la lectura se convierte en un hábito es más fácil contribuir a la formación de buenos lectores.
Para que los niños y niñas se forjen como lectores hemos de procurar que crezcan en un entorno en el que se lea, se compartan lecturas de diferente tipo y en distintos formatos, se hable de lectura, se disponga de lecturas (de todo tipo)… En definitiva, en el que se valore y se practique la lectura. En este tipo de contextos el lector infantil descubre lecturas a las que no hubiera llegado sólo y que lo abren a nuevos temas, que le plantean retos… Y así es como se forma, poco a poco, un lector con mayúsculas.
El aprendizaje de la lectura es, si no permanente (que casi te diría que sí), algo que ha de ampliarse y mantenerse en el tiempo. Ha de ampliarse porque los lectores de hoy nos enfrentamos a la lectura de contenidos de todo tipo en formatos diversos que plantean diferentes retos y requieren de distintas destrezas. Propuestas con las que hemos de familiarizarnos y con las que tenemos que practicar para desenvolvernos de manera eficaz. Y seguirán surgiendo nuevas fórmulas.
La continuidad en la práctica de la lectura es clave en la formación del lector. Y en el entorno familiar, compartir esta actividad tiene, además, beneficios complementarios porque refuerza los vínculos afectivos, fomenta y enriquece la conversación y el debate… Además, conocer a los niños y niñas como lectores puede aportar muchas claves para intentar que en la adolescencia no desconecten 100% de la lectura. No será fácil, pero ayudará.
La familia no está sola, la escuela y la biblioteca han de actuar como espacios de continuidad de su labor, de estímulo de refuerzo y de compensación. Si luego, la práctica la queremos “adornar” con rincones de lectura decorados de una manera especial, o la queremos “premiar” con recompensas en función de determinados logros o retos (como la contraseña del WiFi, jajaja), pues estupendo. Pero lo fundamental es leer. Para mí, al menos.
Cuando se habla de lectura y de libros casi todas las personas que conozco se situán en el plano de las bibliotecas ¿Qué papel cree que deben jugar éstas, y l*s profesionales que trabajan en ellas, en la alfabetización digital e informacional de sus usuari*s?
“La alfabetización mediática es fundamental para fomentar el acceso equitativo a la información y al conocimiento y para promover medios de comunicación y sistemas de información libres, independientes y pluralistas” (tiro de teoría), y las bibliotecas llevan muchos años haciendo una aportación fundamental para su desarrollo (quizá no todas, pero sí muchas).
Por su planteamiento quizá sea un tema que encaja más en entornos de educación formal, pero es menos habitual que se aborde (aunque hay grandes excepciones) y las bibliotecas y sus profesionales, desde que empezaron a trabajar la formación de sus usuarios, han ido implementando estrategias y ampliando el espectro de cobertura de estas prácticas y lideran grandes proyectos de alfabetización mediática e informacional. Tenemos mucho que agradecerles.
Entramos ahora en otro contexto, el educativo. ¿Cómo cree que se está abordando el tema de la animación a la lectura?, ¿y el de los nuevos formatos y dispositivos digitales?
Buff. A ver cómo aterrizo. Yo observo y veo muy heterogeneidad. Hay centros en los que se está trabajando de una forma brillante el fomento de la lectura (prefiero hablar de fomento, el concepto de animación a la lectura está teñido de connotaciones negativas en algunos contextos). Y otros en los que te echarías a llorar. La realidad es que es un tema complejo de abordar.
En las escuelas tienen un currículo muy denso en el que se contempla el aprendizaje de la lectura y la literatura, pero muchas veces no se contempla el fomento la lectura. Y si se contempla y se hace pues también nos encontramos muchas veces con que los profesores no cuentan con la formación o los recursos necesarios. Y, en los peores casos (afortunadamente los menos), con que no les interesa lo más mínimo.
Y si hablamos de lectura digital pues también el panorama es muy diverso. Todavía ha cuajado poco. Por supuesto que hay excepciones pero muchos profesores y profesoras no tienen formación en materia de literatura infantil que, junto con el conocimiento del lector, es básico, con lo que si hablamos de ebooks, libros-app, videojuegos… es difícil encontrar profesionales que conozcan propuestas de interés en estos formatos con las que podrían trabajar.
Hablando de nuevos formatos y siendo un poco futuristas, ¿qué formatos de lectura digital cree que están calando en nuestra Sociedad y cuáles están por venir?
Bueno pues es evidente que está calando el formato audio. Yo hace unos años tenía ciertas dudas pero los informes hablan por sí solos. Y no me refiero a los informes de ventas, que también, me refiero a los informes sobre los lectores y sus experiencias de lectura en formato audio. Incluso, para mí, a título personal, los podcast y los audiolibros han sido todo un descubrimiento bastante reciente.
[pullquote]…si tenemos lectores formados el formato pasa a un segundo plano.[/pullquote]
Y lo que está por venir, pues no lo sé. Todo depende de los lectores. Si formamos lectores creo que vendrán muchas propuestas diferentes para satisfacer sus demandas, sorprenderlos… Si no formamos lectores pues la producción se verá influida por este hecho. A mí el formato me da igual, lo que me interesa es el contenido.
Si bien, reconozco que hay formatos digitales que ofrecen experiencias de lectura enriquecidas de muy diversas formas que pueden ser un buen reclamo para según qué lectores. Pero si tenemos lectores formados el formato pasa a un segundo plano. Y transitará por diferentes propuestas sin inconveniente y de forma fluida. No sé si tú tienes la misma impresión.
Una de mis grandes luchas personales es el de la inclusión real, en todos los ámbitos, de las personas con cualquier tipo de necesidad. Conozco productos y/o colecciones de cuentos y álbumes infantiles adaptados a pictogramas, lengua de signos, lectura fácil… ¿Qué tipo de soluciones o valor añadido cree que ofrecen estos nuevos formatos de lectura a los colectivos diversos?
Pues muchos, la verdad, he tenido oportunidad de repasarlos y profundizar en su conocimiento recientemente, cuando preparaba con Luis Miguel Cencerrado, contribuidor de este blog también, el último Anuario AC/E de Cultura Digital. A mí personalmente es un tema que me toca mucho. Que alguien que puede no quiera leer me puede preocupar más o menos, depende del caso. Pero que alguien que quiere leer no pueda, me resulta desolador.
La tecnología puede ser la perfecta compañera de camino de lectores con necesidades especiales. Tanto si se trata de personas con alguna dificultad para sostener un libro en papel o para pasar sus páginas, a las que ofrece todo un universo de lecturas en menos de 200 gr. a golpe de “clic”, como si se trata de otra serie de limitaciones como, por ejemplos, personas con dislexia.
Como sabes, David, la dislexia es uno de los principales problemas de acceso a la letra impresa, y es uno de los grandes detonantes del fracaso y el abandono escolar en nuestro país (se estima que el 40% del fracaso escolar en España está provocado por la dislexia). La tecnología está siendo una aliada muy valiosa en la detección y el trabajo de la dislexia.
[pullquote]…que alguien que quiere leer no pueda, me resulta desolador.[/pullquote]
Más allá de los desarrollos específicos, los formatos digitales en su generalidad encierran muchas posibilidades para las personas que tienen dificultades de acceso de la letra impresa debido a la dislexia. En 1970 Herman Bouma demostró que cuando objetos similares (como las letras) están agrupados muy juntos, esta agrupación interfiere con la capacidad del cerebro para discernir cada uno de sus elementos, un fenómeno conocido como “hacinamiento”. Este fenómeno limita el número de letras que somos capaces de percibir a simple vista. En 2007 Denis Pelli demostró que el hacinamiento limita la velocidad de lectura.
Estos hechos se vuelven muy relevantes en la era digital, en la que los lectores nos enfrentamos a cantidades ingentes de contenido que nuestro cerebro no es capaz de absorber, pero es especialmente importante para las personas con dislexia. En la actualidad, sacando un buen partido a las numerosas y nuevas posibilidades que ofrece la tecnología, podemos rediseñar el formato, el espaciado, la tipología de letra, los márgenes y las cabeceras de los contenidos digitales en función de las capacidades del cerebro humano y superar así las barreras de la lectura.
El diseño de una obra tiene influencia en la forma en que el cerebro procesa la información visual, y modificarlo gracias a las diferentes funcionalidades que incorporan los dispositivos digitales puede ayudar a superar muchas barreras para la lectura, pero además han surgido formatos especiales para ayudar a personas con problemas de acceso a la letra impresa: disléxicos, pero también invidentes, personas con baja visión (entre ellas un gran número de personas mayores)… Es el caso del formato DAISY.
En los libros en formato DAISY las pistas de audio están indexadas, de tal forma que el usuario puede moverse por facilidad por sus contenidos: ir a un capitulo concreto, ir a la página anterior o posterior, avanzar párrafo a párrafo. Asimismo permite poner marcas de lectura, tratar las notas a pie de página, introducir locuciones alternativas y locuciones opcionales, que el usuario puede omitir si así lo desea. Además, un libro en formato DAISY puede contener texto, que se presenta de forma sincronizada con el sonido, así como ilustraciones y material multimedia con audio descripción.
[pullquote]El juego, con o sin el componente tecnológico, lleva años utilizándose para fomentar la lectura…[/pullquote]
Entre las herramientas de lectura de contenidos en formato DAISY el lector puede desplazase por el contenido del libro a través de su estructura de niveles de encabezamiento (H1, H2, H3…), lo que facilita la navegación. Puede también definir contrastes o tipos de fuente y ampliar (también disminuir) el cuerpo de letra, utilizar el modo de lectura día/noche para optimizar la experiencia de lectura de texto en pantalla.
Estas herramientas incorporan, además de funcionalidades específicas para la lectura de la letra impresa, Texto a Voz (TTS, por sus siglas en inglés), una tecnología de asistencia que lee texto digital en voz alta y que ha constituido una de las mayores aportaciones de la tecnología para las personas con discapacidad visual (sin menospreciar el interés y las expectativas que ha generado Blitab, la primera tableta táctil del mundo para personas con discapacidad visual).
Las personas sordas (más de un millón sólo en nuestro país) también han encontrado en la tecnología una aliada para práctica de la lectura. Quizá la función a la que más partido están sacando sea a los contenidos en formato vídeo con subtítulos, pero también hay algunas bibliotecas que ofrecen contenidos signados. Por ejemplo, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, o el banco de recursos de la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas), que es también la promotora de la app Te cuento.
Las personas mayores con problemas de movilidad o de visión pueden encontrar en estos nuevos soportes un gran aliado para la práctica de la lectura. También las que tienen dificultades para desplazarse a lugares vinculados al libro y la lectura como, por ejemplo las bibliotecas. Y no son pocas tampoco.
Hace tiempo que venimos oyendo el concepto de la gamificación. La gamificación en el aula es algo recurrente, la red está repleta de ejemplos sobre como gamificar el aprendizaje. En BiblogTecarios, nuestra compañera Ana Ordás, nos viene presentando, también desde hace tiempo, muchos ejemplos de gamificación en las bibliotecas. En su último post nos enumera «8 juegos de mesa para clubes de lectura«. ¿Conoce experiencias de gamificación de la lectura que se estén realizando? ¿qué opinión le merece esta técnica como aliada para atraer a pequeñ*s y grandes lector*s?
Uy, uy, uy, creo que no me atrevo a hablar de gamificación teniendo a la también biblogtecaria Ana Ordás cerca, jajaja. Lo digo en plan campechano pero es verdad. Experiencias que no haya compartido ya ella no sé si conozco alguna, lo dudo. Respecto a qué me parece, me parece bien siempre que sea un medio, no un fin.
El juego, con o sin el componente tecnológico, lleva años utilizándose para fomentar la lectura y ha servido para trazar proyectos maravillosos que, en muchos casos, han tenido un gran calado.
En su blog hace referencia a multitud de estudios y/o investigaciones sobre hábitos de lectura, ¿podría describirnos brevemente cuál cree que es el perfil de lector o lectora de nuestra Sociedad Digital?
Pues en ello ando precisamente ahora, gracias a varios proyectos. El perfil del lector o lectora de hoy está esbozado pero no perfilado. Y estoy intentando definirlo todo lo posible para ayudar a varios de mis clientes a trazar mejores estrategias y planificar mejor las actividades de fomento de la lectura y de trabajo con la lectura de tal forma que consigan más y mejores resultados en lo que respecta a hábitos pero también en destrezas, comprensión lectora… En el último Anuario AC/E de Cultura Digital hablamos LuisMi y yo de “lector orquesta”.
Hay muchos informes que nos proporcionan una idea aproximada de cómo son las personas que se consideran lectoras y cuáles son sus intereses y hábitos lectores. Si bien utilizan diferentes criterios y metodologías que dificultan la interpretación conjunta de estos informes e infografías. Pero dejan de lado a todas las personas que, aun siendo lectoras, no tienen una conciencia de serlo. Por ejemplo, las que todos los días dedican un tiempo dilatado a leer noticias en Internet para mantenerse al día de las cuestiones de actualidad pero que responden que no son lectores digitales en las encuestas.
[pullquote]…[los] informes no nos están proporcionando una idea real del perfil del lector en España.[/pullquote]
A todos estos informes habría que añadirles, como poco, algunos datos de consumo de contenidos en Internet, porque si no las informaciones que se están barajando no están contemplando al amplio conjunto de lectores que pueblan la Red para ponerse al día, comunicarse o desarrollar otros usos relacionados con nuevas prácticas de lectoescritura. En otras palabras, no están contemplando los diferentes perfiles de los lectores en su totalidad y, por tanto, los resultados de estos informes no nos están proporcionando una idea real del perfil del lector en España.
Definir al lector en el XXI no es, por tanto, tarea fácil (lector-autor, lector-espectador, lector-interactor, lector-consumidor). En general, se apuesta por establecer diferentes categorías y definiciones en función del volumen de lecturas (lectores frecuentes, lectores ocasionales, no lectores), en función del soporte o del formato (lectores analógicos, lectores digitales).
[pullquote]…me encantaría poner en marcha un plan global de fomento de la lectura en las primeras edades para sentar bien las bases de una sociedad lectora que fuera indestructible.[/pullquote]
La realidad es que, en términos generales, todos somos o todos podríamos ser considerados lectores (lo comentaba al principio de esta entrevista): con más o menos tiempo de dedicación e intensidad, de noticias de actualidad (en medios impresos o medios digitales) en nuestro día a día, de historias de ficción (en papel y en pantalla o con auriculares) en nuestros ratos de ocio lector, de letras de nuestras canciones favoritas en nuestros desplazamientos diarios o en un concierto, de argumentos de las series y películas que vemos por la televisión o en el cine, de una escena representada en un póster de la calle o en una obra pictórica en un museo. Y, por supuesto, cada vez que cogemos el móvil, aunque sea para leer un mensaje de Whatsapp.
Aunque también es cierto que no todos los tipos de lectura suscitan el mismo grado de interés entre los lectores. En la era digital, los contenidos en formato audio y vídeo superan con creces, por ejemplo, a los textos y subiendo. Así como es cierto también que cada lectura, en papel, en pantalla, en formato audio, tiene unas particularidades y requiere, por tanto, de diferentes habilidades y destrezas, que hemos de desarrollar para convertirnos en lectores autónomos y críticos capaces de desenvolvernos con soltura en la sociedad actual.
He podido comprobar, a través de su web, la cantidad de proyectos que ha llevado a cabo o en los que ha participado. ¿Cuál sería el proyecto que le encantaría afrontar si tuviera libertad de decidirlo y desarrollarlo?
Me alegra. La verdad es que está muy desactualizada porque, afortunadamente, no paro y voy demorando su puesta al día cada dos por tres para embarcarme en otro proyecto. A ver si de este verano no pasa que la ponga al día. Pues creo que no puedo dar una respuesta muy concreta a tu pregunta. Los que me conocen saben que soy una entusiasta. Me entusiasmo por todo lo que hago (lo que no me entusiasma no lo hago, a no ser que sea ilegal, jajaja). Y con mi trabajo me pasa lo mismo. Me encanta lo que hago.
Cada vez que un nuevo proyecto llama a mi puerta tengo que morderme los labios para no decir que sí sin pensar un poco en si puedo con él, jajaja. Los proyectos que me encantaría afrontar son los que estoy afrontando hoy. Y espero vivir siempre con esta sensación. Ahora bien, si alguien me diera carta blanca, me encantaría poner en marcha un plan global de fomento de la lectura en las primeras edades para sentar bien las bases de una sociedad lectora que fuera indestructible. Ahí es nada :-).
Y ahora una pregunta un poco más personal 😉 Reconozco que no soy muy amante de la lectura digital, sigo teniendo ese amor a los libros y al olor del papel. E incluso, un punto coleccionista. No obstante, aunque no sea para leer por placer, me muevo en los contextos digitales con soltura ¿Cómo haría para convercerme de las virtudes de este tipo de lectura?
En el planteamiento de la pregunta está la respuesta, ¿no? Si te mueves con soltura en contextos digitales es porque has descubierto las virtudes de este tipo de lectura, ¿o no es así? Jajaja. Yo creo que el que es lector es lector sin más, sin matices de tipologías ni formatos. A los lectores nos gusta leer y transitamos de un tipo de obra o texto a otro y de un formato a otro en función de lo que busquemos, de lo queramos experimentar o de cómo tengamos el día.
[pullquote]A los lectores nos gusta leer y transitamos de un tipo de obra o texto a otro y de un formato a otro en función de lo que busquemos, de lo queramos experimentar o de cómo tengamos el día.[/pullquote]
Oigo muchas veces a los que manifiestan que su amor por tacto y el olor de los libros decir que prefieren los libros y, cuando tengo oportunidad, les pregunto si cuando tienen que buscar una información sobre algún tema de actualidad utilizan la enciclopedia en papel que tienen en casa (si es que tienen) o recurren a Internet. Suelo encontrarme con una sonrisa.
En este contexto surgió hace un par de años (cómo pasa el tiempo) “El Dilema de la P de Papel y de Pantalla”, un “divertimento” con el que precisamente se quiso dar un toque de humor a una confrontación que creo que no tiene sentido mantener viva.
Por último, ¿qué pregunta le hubiese gustado que le hiciera? Puede planteársela usted misma e incluso responderla si le apetece 😉
Pues la verdad es que así, a bote pronto, no sé si hay algo más a lo que me gustaría responder. Lo que sí te agradezco es que la última pregunta no haya sido: ¿Nos puedes recomendar una lectura? Jajaja. Cada vez que me la hacen sudo sangre, jajaja.
Me gustaría darte la gracias, David, a ti y al resto de biblogtecarios, a quienes, como sabes, sigo a diario, por vuestro interés. Es un placer, un honor y una responsabilidad charlar con vosotros.
Me sorprende desagradablemente haberme encontrado «*barita mágica» en una web dedicada a la lectura. ¿Qué está ocurriendo con el rigor ortográfico? Y lo digo sin acritud, solo con tristeza.
Hola Loreto, muchas gracias por el aviso. Claramente ha sido un error del que no me he percatado, pero desde luego no ha sido intencionado. Las letras v y b están juntas en el teclado y los dedos, con las prisas, a veces son muy traicioneros. Como te digo gracias por el aviso, de verdad. Ya está corregido. Espero que el contenido de la entrevista te haya parecido interesante. Saludos cordiales.