Hacía tiempo que no aportaba mi grano de arena a la sección de entrevistas de BiblogTecarios. Son muchos los nombres de las personas a las que me gustaría poder entrevistar. Veintiún años de ejercicio profesional, en diferentes contextos, me ha dado para conocer a grandes profesionales a los y las que podría hacer mil preguntas.
En la entrevista de hoy os he traído a un compañero de facultad. Aunque él empezaba la carrera cuándo yo la estaba terminando, el tiempo nos ha ido cruzando en el camino de una u otra forma. El caso es que, además de ser gaditano, como yo (los dos de la bahía de Cádiz, uno de San Fernando y el otro del Puerto de Santa María), tenemos en común cuestiones relativas a la evaluación de la investigación. En su caso, aunque hace poco que también ha empezado a impartir clases universitarias, podríamos decir que su desarrollo profesional está ligado:
- al análisis del rendimiento de investigadores, grupos e instituciones de investigación desde una perspectiva bibliométrica
- a los nuevos indicadores y fuentes de información para la evaluación
- al estudio de la política científica española.
Álvaro Cabezas Clavijo es Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Granada (2013) y Máster en Información Científica por la misma universidad. En 2013 fundó junto a varios investigadores EC3METRICS, spin off de la Universidad de Granada, a través de la cual desarrolla labor de consultoría y asesoramiento académico.
Cabe destacar su labor entre 2013 y 2020 como coordinador de sexenios.com, un servicio pionero y de notable éxito, desde el que han asesorado a unos 2000 profesores españoles en convocatorias de sexenios y acreditaciones.
En este mismo período ha impartido formación a medida en una decena de universidades sobre comunicación académica y evaluación científica.
Cuenta con más de una veintena de publicaciones sobre bibliometría, evaluación de la investigación, políticas científicas y comunicación académica. Junto con Daniel Torres-Salinas publicó en 2014 el libro «Los sexenios de investigación» que yo mismo reseñé en este blog.
Desde 2020 es docente en grado y postgrado en la Facultad de Empresa y Comunicación de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR).
Ahora que lo conocéis un poco mejor, os dejo con mis preguntas y sus respuestas 😉
Comenzamos remontándonos unos años atrás, ¿qué te hizo decidir estudiar Biblioteconomía y Documentación?, ¿qué esperabas encontrarte en esta carrera?, ¿qué encontraste realmente?
Álvaro: Yo entré a estudiar Biblioteconomía y Documentación en el año 2000, en Granada. Tres factores fueron clave para la elección de esta carrera: mi interés por todos los asuntos relacionados con gestión de la información, y también por el mundo del libro; un familiar bibliotecario que me animó a estudiar la carrera y que me explicó posibles salidas laborales y conocimientos a adquirir; y, por último, la posibilidad de irme a estudiar a Granada, que a mí me parecía por entonces el centro del mundo. Ahora, que llevo 8 años fuera de Granada por motivos personales, volver a esta fantástica ciudad sigue siendo mi objetivo.
[pullquote]… hasta el último año de la carrera, y luego con el Máster de Información y Comunicación Científica no empecé a vislumbrar de verdad el potencial de esta titulación.[/pullquote]
En lo académico, encontré asignaturas muy básicas, y que tocaban muchos palos. El plan de estudios estaba muy atomizado, y algunos docentes estaban muy desfasados en sus explicaciones y con escasa motivación. Quizá esa era una de las razones por las cuáles muchos abandonaban la carrera tras el primer año. Creo que hasta el último año de la carrera, y luego con el Máster de Información y Comunicación Científica no empecé a vislumbrar de verdad el potencial de esta titulación.
Desde tu experiencia como docente en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), ¿cómo ves los estudios de Comunicación y Documentación en estos momentos?, ¿echas algo de menos o de más?
Álvaro: Ahora imparto clase en el Grado en Publicidad en UNIR y en un máster de Comunicación Corporativa. Las asignaturas relacionadas con las competencias documentales e investigadoras están muy presentes en varias de las titulaciones, creo que esto es muy positivo, porque nos permite a los titulados en Biblioteconomía y Documentación impartir clase en numerosas facultades y carreras. Yo por ejemplo doy una asignatura puramente documental, como es «Técnicas de Búsqueda y Uso de la información».
[pullquote]Las asignaturas relacionadas con las competencias documentales e investigadoras están muy presentes en varias de las titulaciones, creo que esto es muy positivo…[/pullquote]
Respecto a la carrera concreta de Documentación, no se imparte en UNIR y no estoy al tanto de los planes de estudio en otras universidades.
Las matrículas universitarias en Documentación están bajando de manera drámatica. Su unión con Comunicación, en muchas facultades, ¿crees que ha sido buena idea?
Álvaro: Claramente no, el pez grande que es Comunicación se está comiendo al pez chico, que es Documentación. Sigue siendo una carrera desconocida para la mayoría de personas.
Si tuvieras que vender esta titulación a los y las estudiantes que ahora mismo están realizando selectividad y aún no tienen muy claro qué carrera cursar, ¿cuál sería tu argumentación?
Álvaro: Es una carrera que tiene muchísimas salidas laborales; además de las profesiones tradicionales, que son una buena opción, están todas las salidas relacionadas con medios de comunicación, cine, tv, productoras, y por supuesto lo relacionado con la gestión de la información y documentación en las empresas. Sí me parece conveniente una especialización posterior, para tener un mayor enfoque en el ámbito que le interese al alumno, archivos, bibliotecas, gestión documental, apoyo a investigación, etc.
En relación a las salidas profesionales, más allá de las clásicas, ¿cuál es tu visión sobre los posibles nichos de mercado que podrían explorar nuestros/as titulados/as?
Álvaro: Por mi trayectoria profesional, no puedo dejar de señalar el nicho relacionado con todo lo que es apoyo y evaluación de la investigación. Se han generado centenares de puestos de trabajo en la última década, tanto en empresas privadas como en instituciones de I+D, ahí están por ejemplo las unidades de bibliometría que se han extendido en las universidades españolas, y que requieren de personal especializado que pueda apoyar la toma de decisiones por parte de los gestores de las instituciones.
Las consultoras bibliométricas como EC3metrics también han florecido en los últimos años, algunas centradas en lo que es apoyo a sexenios y acreditaciones, y otras con una cartera de servicios más amplia. Es un campo muy propicio también para el autoempleo y el trabajo online, con lo que es factible conciliarlo con la vida personal.
Hace ya bastantes años fundaste Sexenios.com, actualmente un servicio más dentro de EC3METRICS, una spin off de la Universidad de Granada, ¿cómo surgió la idea de emprender?. Si te apetece podrías hacer un balance de la experiencia: cómo surge la idea, cómo la desarrollaste, qué trabas encontraste…
Álvaro: Aquí hay que hacer un poco de historia. Yo entré en 2006 en el grupo de investigación EC3 (Evaluación de la Ciencia y de la Comunicación Científica) de la Facultad de Documentación de Granada. Era un momento en el que este grupo tenía numerosos proyectos y contratos con instituciones y empresas. Evaristo Jiménez era el IP, y junto a Emilio Delgado y Rafa Ruiz comandaba el grupo. Un prometedor Daniel Torres ya mostraba su talento desarrollando productos para la evaluación de la investigación, y proponiendo investigaciones novedosas y había un amplio equipo de becarios y contratados. Era un claro ejemplo de transferencia de conocimiento. Yo me incorporé a ese equipo y poco a poco fui formándome con ellos. Además de los proyectos y contratos que debíamos realizar, nos solían pedir puntualmente y de manera informal alguna ayuda localizando las citas o impactos de algún profesor. En algún momento vimos que esto podía profesionalizarse, sistematizarse y generarnos algún beneficio.
[pullquote]Las consultoras bibliométricas… han florecido en los últimos años… Es un campo muy propicio… para el autoempleo y el trabajo online…[/pullquote]
Así fue como en 2012, Dani Torres, Rafa Repiso, Nicolás Robinson y yo decidimos lanzar el servicio. A los catedráticos no les dijimos nada, y alguno se puso hecho una furia. La demanda del servicio fue muy elevada y al año siguiente, ya con los tres profesores antes mencionados, y con otro socio con experiencia en los aspectos administrativos y económicos como Enrique de la Fuente se puso en marcha EC3metrics. Nico se salió del proyecto para centrarse en su carrera académica, por lo que quedamos siete socios. Sexenios.com se integró como un departamento dentro de la empresa, con bastante independencia, y coordinado por mí, hasta enero de 2021, fecha en que dejé la coordinación. En este tiempo se ha creado una estructura profesional, y con una nómina amplia de empleados y colaboradores; gracias a ello hemos atendido a miles de personas, y creo que Sexenios.com es una marca consolidada y reconocida por gran parte de los profesores de universidad españoles. Fuimos pioneros (junto a InvesTiga Gestores) en ofrecer un servicio que ha sido luego replicado por decenas de empresas, generando un nicho de empleo para especialistas en evaluación y apoyo a la investigación.
En el mes de abril, en la lista IWETEL, justo en mi turno de moderación, Isidro Aguillo (agitador de masas) sacó a colación un debate que relacionaba la solicitud de sexenios de investigación por parte del personal investigador y el servicio de apoyo desde las bibliotecas universitarias. Cito literalmente: «Puesto que los sexenios son únicamente para beneficio de los interesados, puesto que las herramientas bibliométricas y la formación sobre las mismas ya se ofrecen libremente de forma habitual, puesto que dicha gestión administrativa no tiene que ver con los servicios de la biblioteca, puesto que hay empresas y consultores que ofrecen sus servicios en estos casos, ¿por qué han de seguir prestando su trabajo los bibliotecarios en una tarea que busca solo el lucro personal de terceros?«
Te dejo el hilo de debate que desató y te invito a dejar tu opinión al respecto 😉
Álvaro: Los bibliotecarios hacen una gran labor asesorando a los profesores con sus necesidades bibliométricas; es un servicio valorado por los investigadores y que beneficia no solo al profesor, sino a toda la institución. Obviamente no pueden ofrecer un servicio integral de apoyo en sexenios o acreditaciones al profesorado, ahí es cuando entran las consultoras bibliométricas.
Como experto en comunicación y evaluación científica, ¿que opinión te merece, en estos momentos, el sistema español de evaluación científica? Los mecanismos de evaluación puestos en marcha tienen muchas personas detractoras en el mundo académico.
Álvaro: El sistema español de evaluación está muy definido desde hace años, la convocatoria de sexenios es histórica (comenzó en 1989), y el marco general y esquema de evaluación se ha mantenido constante desde entonces, en general con pocas críticas por parte de los investigadores, que lo han insertado en su rutina habitual. Creo que a nivel general no hay tantas críticas como a veces parece, aunque sigue habiendo aspectos muy mejorables.
En cuanto al sistema de acreditaciones, me parece imprescindible para evitar la endogamia y el nepotismo en la universidad. Ojalá no hiciera falta, y cada universidad contratara al mejor candidato para cada puesto, pero esto me parece utópico. Otra cosa es “este” sistema de acreditación, que genera una carga burocrática y de trabajo brutal para el candidato, y que es un sinsentido en cuanto a los criterios en muchas de las áreas de conocimiento. Lo peor es que cada reforma que se realiza solo genera más carga burocrática y mayor coste en la evaluación para el sistema.
Para finalizar, y en relación con la pregunta anterior, hace muy poco, en una carta publicada en la revista «El Profesional de la Información», el profesor Emilio Delgado junto a Ismael Ràfols y Enerst Abadal abogaban «Por un cambio radical en la evaluación de la investigación en España». ¿Qué tienes que decir sobre su propuesta y argumentaciones?
Álvaro: No hay ninguna propuesta, se trata de una síntesis del estado de la cuestión en cuanto a evaluación responsable de la investigación (Responsible Metrics), aunque conociendo la solvencia intelectual de los firmantes, seguro que realizarán propuestas concretas en un futuro cercano. Conceptualmente estoy muy de acuerdo en que la investigación se evalúe según su calidad intrínseca y su progreso al conocimiento, y no tanto por el medio en que se publiquen. En todo caso me parece una cuestión difícil de implementar en ejercicios a gran escala como sexenios o acreditaciones, y más factible en comités de selección de personal, o en convocatorias más reducidas. Una cuestión que me preocupa es que los conceptos de los manifiestos de DORA y de Leiden se puedan usar torticeramente para ajustar cuentas o denegar sexenios o acreditaciones a posibles competidores en un campo. Sí me parece interesante tener una visión más amplia en cuanto a evaluación de la investigación, como proponen por ejemplo los Principios de Hong-Kong.
Es verdad que los nuevos modelos de publicación (APCs, acuerdos transformativos, revistas híbridas, mandatos open Access, megajournals, etc) le están dando la vuelta por completo al sistema de ciencia, por lo que hay que ser muy precavido en estos asuntos de evaluación. Mi impresión es que, si se valoran las contribuciones por su verdadera aportación al conocimiento o por su calidad intrínseca, y no en función de dónde se han publicado, además de aumentar el coste y tiempo de evaluación, así como la predictibilidad del resultado, se incrementarían notablemente las tasas de denegación (también los litigios), con lo cual no sé si es muy buen negocio para los investigadores ni para el sistema de evaluación. En todo caso es un asunto central que se está debatiendo en la actualidad en todo el mundo, por lo que hay que estar muy atento a las iniciativas que se desarrollen al respecto.