Nuevos proyectos, nuevos horizontes: renovarse o morir

Diría que no tenemos más remedio, que habría que cambiar la actitud, pero no, no generalizo, porque habrá gente que no crea en ello; en lo de renovarse, en parirse de nuevo, en lo de aplicar cambios profundos y desligarse por completo de lo que se estaba haciendo hasta entonces, pues siente vértigo al creer estar cerca del vértice que le conduciría al suicidio; el miedo al fracaso, a la reticencia de  lo que desconocemos y a la inseguridad de lo que no controlamos. Por ello, conservamos lo que tenemos, aunque sea anclarse en una rutina que nos canse, nos empobrezca, o no nos satisfaga del todo. No es cuestión tampoco de ser cobarde o valiente, es cuestión de actitud, como todo en esta vida.

El RotoLa actitud conservadora y arraigada en los puestos de trabajo de este país durante años e incluso décadas ha causado un grave trauma en estos tiempos de vacas anoréxicas a los españolitos (y a mucha gente también española, que no españolita) que adoptaban el rol de perpetuarse durante toda una vida en el mismo puesto laboral, pues si no fuera de tal modo, el dedazo o enchufazo, se volvería una sombra alargada sobre ellos. Si cambian no están preparados; si cambian, no sirven. (se les acaba el chupe).

Posiblemente no sea cuestión de mentalidad funcionarial, de que aún llevamos en nuestros adentros el gen de oligarca terrateniente, tan propio de los localismos decimonónicos de este país y de mi ciudad, que también podría ser. Quizá, nos hayamos acostumbrado a ello, o haya predominado durante mucho tiempo una tendencia basada  n el asentamiento laboral fruto de la comodidad social,  frente al cambio, a la ambición laboral, ¡algo tan diferente a la cultura laboral anglosajona!. ¿Es hora de cambiar de rumbo? ¿Estamos condenados a adaptarnos a nuevos roles? Convencido estoy de que sí, no hay mejor momento para emprender que ante esta catastrófica decadencia en la que se encuentra sometida nuestra querida España. Es hora de sacar ingenio, de estar preparado para la lucha y de mentalizarse en una palabra: superación, ante todo.

En especial, la de los profesionales de la información y documentación, o a los futuros (o mejor dicho lejanos) profesionales, a los que salen de las aulas y se deprimen al ver el pésimo futuro que les espera por varias circunstancias:

  •   Se dan cuenta de que la Universidad ha sido la panacea durante 3, 4 o 5 años y son conscientes de que existen ofertas laborales no remuneradas o mal pagadas en las cuales les explotan y, en algunas, el carro lo tiene que coger el becario; osea tú, pues el que te contrata no sabe lo que quiere. No sabe lo que necesita en concreto para su empresa Sí, así es. Él es el reyezuelo y tú su válido vasallesco.
  •  Ante este tipo de oferta, uno es consciente de que la Universidad va por un lado y que la sociedad va por otro. ¿Es imposible que haya un equilibrio? ¿Y un ajuste? Adaptativo, me refiero.  Conclusión: autodidactismo frente los conocimientos “adquiridos” durante la carrera.
  • Y añadiéndose, por si fuera poco, a las circunstancias anteriores, el vacío tan trillado y explayado por muchos sobre nuestra imagen social y laboral, lo que nos asola más pues irremediablemente esto desmorona nuestra idea de utilidad en la sociedad como verdaderos profesionales.

¿Qué hacemos? ¿Qué podemos hacer?

Una cosa esta clara, o debería estarlo, hay que asimilar la idea de que tendremos que dar más aun no recibiendo lo que es justo, es decir, trabajar más por menos, por ello nuestro campo de miras, ha de ser si no un abanico, un paipái  para tomar desde la diversidad, perspectiva,y emprender…pero ¿los profesionales de la información y documentación están preparados para emprender? ¿Son emprendedores? ¿Cómo podemos emprender?

Emprender, puede ser asociarse, trabajar en equipo, llevar a cabo proyectos o actividades que por muy insignificantes que parezcan y no aporten en el momento una remuneración económica y proyección laboral puede consolidarnos experiencia y actitud como profesionales. Y por qué no, también, montar nuestra propia empresa relacionada con este mundo, el mundo de la Información y Documentación. ¿Por qué no?

O por qué no, también, realizar una serie de actividades por las aulas de colegios e institutos donde presentemos el trabajo que lleva a cabo un profesional de la información y documentación; p.ej.: cuál es su día a día, realizar una entrevista amena donde nos expliquen qué hace realmente en su puesto de trabajo o cuáles son las salidas profesionales que tiene actualmente el Grado en Información y Documentación, etc.

Emprender no tiene que ser  el verbo del miedo y de la utopía, sino un verbo complejo que debemos conjugarlo bien, adecuadamente, porque significa una apuesta real, difícil  y puede que angustiosa, pero una solución gratificante en un futuro si conseguimos aunar fuerzas, saber vender nuestro proyecto y aparentar tener el don de las relaciones públicas.

Cristian Serrano

Responsable Social Media en JDA/SFAI. Coordinador de sección Entrevistas en Biblogtecarios.

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