La Biblioteca Clásica de la RAE es el nombre que se le ha dado a la difusión digital de las grandes obras de la literatura española e hispanoamericana, diseñada y dirigida por el académico don Francisco Rico y en los últimos años publicada por el Círculo de lectores y Galaxia Gutenberg con la ayuda de la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Como bien se dice en el texto Por qué la Biblioteca Clásica de la Real Academia Española, “es la respuesta a una vieja aspiración académica […] contiene las obras que pueden considerarse el núcleo esencial de la tradición literaria española e hispanoamericana hasta finales del siglo XIX […] «.
Enunciaré a continuación, bajo mi criterio, las características fundamentales de la obra como también lo son de la Biblioteca Clásica de la Real Academia de la Lengua Española en conjunto.
- Cuidado meticuloso de la obra para no distraer al lector: se da una entrada a la obra sin ambages circunloquios, ausencia de una larga introducción de la obra, materiales de carácter especializado al final del volumen (p. e: Aparato Crítico, Estudios y Anexos, etc.) Además el estudio de la obra se adhiere a anotaciones: notas a pie de página y al final del tomo (notas complementarias).
- No se trata de un proyecto con un criterio de exhaustividad puesto que no pretende ser una bibliografía que recopile toda la literatura española hasta el siglo XX. Por tanto, la Biblioteca Clásica de la Real Academia de la Lengua Española no se caracteriza por una profunda exhaustividad, sino por un trabajo parcial, incompleto, aunque no por ello se tiene que evitar la consideración de ser un proyecto y trabajo de fondo.
- Se opta por difundir las obras en volúmenes para promocionar mejor la obra, ampliar perspectiva de tiempo y distribución de trabajos.
Las pretensiones que mantiene la Biblioteca Clásica de la RAE para el cumplimiento de sus objetivos son:
- Alcanzar 111 volúmenes, a un ritmo de 8 por año (20-24 € cada uno).
- La Biblioteca Clásica se proyecta, claramente, en el horizonte del mercado electrónico, desligándose así, en cierta forma, de los medios tradicionales de difusión.
- Además de la serie básica, habrá en el futuro otras dos modalidades: la Biblioteca Clásica del Estudiante y la Biblioteca Clásica de Bolsillo.
- Facilitar el acceso a la cultura a todos los públicos, con el fin de conocer y difundir la literatura clásica española así como la lectura, puesto que así lo recoge los estatutos de la RAE. Asimismo, ya desde su fundación en 1713 se ha ido publicando ediciones de obras maestras de la literatura cumpliendo especialmente el quinto estatuto en el que se dice que se ocupará de “publicar las obras cuya difusión considere importante para el conocimiento general de nuestra lengua y de nuestras letras”.
En cuanto a la publicación de contenidos web, la Web de BCRAE ofrece los siguientes servicios:
- Web clásica: breve introducción del sitio Web.
- Volúmenes publicados: lista de títulos que se han publicado, cada uno con tres opciones de acceso al material.
- Hojear: consulta de la obra mediante un documento pdf
- Comprar: para acceder a la compra de la obra mediante la web casa del libro
- Socio de círculo de lectores: opción útil si eres socio y quieres comprar la obra.
- Títulos en preparación: una lista de las futuras ediciones clásicas.
- Catálogo general: lista de los 111 volúmenes de la colección
- Archivos de la Biblioteca Clásica: sección donde se expone la lista de materiales complementarios a los volúmenes publicados hasta la fecha. Con la posibilidad de descargar el material facsímil.
- Versión beta: sección de consulta y descarga de los textos clásicos disponibles, que se incrementarán progresivamente.
- Textos para dispositivos: descarga de obras en formato “ePub” aplicable a a la mayoría de dispositivos electrónicos móviles.
No es novedad, ni en el futuro será noticia, de que la Real Academia Española ha tenido y tiene que estar adaptándose continuamente a los nuevos tiempos. Ha sido, y está siendo, pues, tentada por el poder de convocatoria y difusión de las redes sociales, ha tenido que involucrarse en el circuito de lo social media, pues ya figura en Facebook o ha aterrizado en Youtube, a través del canal Quijote 2.0, por ejemplo.
Ha tenido que dejar atrás la conciencia cavernícola, esa misma intransigente al cambio, de dejar de poner en práctica el sentido conservacionista de su controvertido lema “limpia, fija y da esplendor” y mirar a otros horizontes, aquellos de suponen las TICS, puesto que sin éstos tal institución no será visible para la sociedad, y si no es visible no sirve, y si no sirve es como si no existiera.
Por tanto, y resumiendo, qué duda cabe que la Biblioteca Clásica de la RAE supone el mejor ejemplo referente cultural para la sociedad al ser un método útil de acceso al conocimiento de nuestra mejor tradición, la literaria.