¿Quién no ha tenido un primer día en un nuevo trabajo? O mejor os reformulo la pregunta: en estos tiempos que corren ¿cuántos nuevos días habéis tenido últimamente en diferentes trabajos? ¿Os acordáis de ellos? Mi intención en este post es hacer una oda a ese primer día en el trabajo para compartir vuestras experiencias y la mía a este respecto.
La temporalidad laboral se ha vuelto tendencia en esta realidad y prueba de ello queda bien reflejado en las ofertas laborales que cada día podemos ver en diferentes medios y que como bien digo, son fiel reflejo de lo que está sucediendo. Pero tengo que hacer hincapié o, mejor dicho, daros mi opinión de que está temporalidad en la que nos estamos viendo envueltos todos, y en concreto, los profesionales de la información que si antes estábamos relegados a un segundo plano, ahora ni se nos encuentra en ningún plano, por lo visto.
Como os decía, el cambio constante en el ámbito laboral, tiene desventajas, por supuesto, pero a veces estamos tan obstinados en algo que nos impide mirar más allá, ver otras posibilidades. De todo nuevo cambio y de todo nuevo ambiente laboral se aprende algo, aunque a veces no nos resulte de lo más enriquecedor.
Siempre hay algo que aprender, eso lo sabemos casi todos, una técnica de trabajo, un nuevo programa, una nueva organización, nuevos responsables y nuevos compañeros de batalla, entre otras muchas cosas. ¿Quién no se ha llevado alguna experiencia de este tipo por corta que haya sido? Yo la primera. En los últimos meses, por no decir casi todo el año pasado he estado en un continuo “vaivén laboral” pero no he dejado de aprender en ningún momento, de hecho he crecido un poco más como profesional y como persona porque al fin y al cabo las experiencias son las que nos van formando poco a poco.
Amanda Marín nos explicaba en su claro post “Hasta los cojones de la excusa de la crisis” que debemos hacer algo y no quedarnos parados. Si algo muy bueno tenemos los profesionales de la información es que estamos en continuo cambio y formación, acostumbrados (no todos) a movernos en entornos tan dispares como diferentes y eso debemos explotarlo.
Así que no desesperéis como bien nos cuenta Jordi Cornet en su blog y en clave de humor “Las ofertas de empleo y sus mensajes ocultos” realiza un desglose muy divertido de los diferentes anuncios de ofertas de trabajo que nos encontramos los que hemos estado y los que estáis en ello, pero bueno si al final consigues el trabajo que querías y te sientes bien él, os aseguro que no os acordaréis de las malas entrevistas ni los anecdóticos primeros días de trabajo. Y muy al hilo de esto, os recomiendo también la lectura del post, si no lo habéis hecho aún, de Beatriz Ovejero “Si lo sé no vengo a esta entrevista de trabajo”.
Espero que no os encontréis como Marian en su primer día en la biblioteca y con los usuarios incontrolables bailando hasta en las estanterías
Lo mejor que podemos hacer el primer día de trabajo es vestirnos con la mejor de nuestras sonrisas y dar lo mejor de nosotros mismos y lo demás irá fluyendo con el tiempo.
La dificultad de la pendiente te hace olvidar que no paras de progresar y subir. (Albert Espinosa)