Cuando los proyectos se acaban…

En esta nuestra profesión, la mayoría de los trabajos, en empresa privada, se realizan a través de proyectos. Proyectos nuevos, proyectos ya empezados, proyectos casi terminados, proyectos que suelen tener una fecha de inicio clara pero no tienen por qué tener una fecha de fin definida…

Detrás de cada proyecto se encuentra un equipo de profesionales, entre los que nos encontramos los documentalistas, compartiendo trabajo con otros sectores como, por ejemplo, informáticos, ya que, por mucho que queramos ser autónomos en el tema, ¿qué haríamos sin ellos? Cada uno tiene su cometido y no entiendo la lucha entre estos sectores.

DespedidoLa cuestión que yo os planteo en este post es la siguiente: cuando se invierte tanto (y no me refiero sólo a la parte económica) en llevar un proyecto adelante, ¿por qué un día se decide que no se puede continuar en esa situación y se echa “el cerrojazo” por medio sin importar todo lo que hay detrás? Todo ello, por no mencionar el servicio que se está prestando a una comunidad de usuarios o de instituciones.

Al hilo de esta cuestión se estuvo hablando en IWETEL hace unos días lo relativo a la polémica sobre lo público y lo privado. Cada uno tiene su versión de los hechos dependiendo del cristal con que se mire y yo opiné desde mi perspectiva, que en este caso tiene que ver con el ámbito privado resaltando que, en las administraciones públicas, cuando necesitan cubrir una serie de necesidades algo más costosas de lo habitual, recurren a privatizar ese servicio, pero a la hora de recortar gastos se dan la misma prisa para quitarlo de en medio.

No voy a entrar en detalles de las condiciones en las que se contratan a esos trabajadores, lo que sí sé es el nivel de trabajo que se lleva a cabo para: uno, sacar el proyecto adelante lo mejor y más eficiente posible y dos, intentar permanecer en el puesto de trabajo.

En los tiempos en los que nos encontramos actualmente y como bien reseña Víctor Villapalos en la entrada que hace referencia en cómo afecta esta crisis a la biblioteconomía y cómo nos ayuda el desarrollo de las TIC y la web 2.0. Pero aún así seguimos bloqueados por no decir que a la hora de decidir quién se queda y quién se va en una empresa, la mayoría de las veces los documentalistas salimos perdiendo la batalla. Ya sabéis eso de que cuando la crisis entra por la ventana, un documentalista sale por la puerta.

Pensemos en una universidad: si suprimimos de golpe las bibliotecas, ¿qué ocurriría con todo el colectivo de la comunidad universitaria? ¿y con los propios trabajadores? ¿y con todo el trabajo de tantos años? Pues lo mismo ocurre con proyectos más pequeños, que quizá por eso se le da menos importancia, pero las consecuencias, en definitiva, son las mismas.

Porque parece ser que a día de hoy no se nos encuentra más ubicación que entre libros perdidos en las estanterías o entre los legajos perdidos de un archivo, y todavía nos queda mucho polvo por sacudirnos con esta cuestión.

El debate está abierto, ¿qué pensáis sobre este tema? Os invito a que reflexionemos juntos con vuestros comentarios y ejemplos que conozcáis para determinar cómo nos está afectando especialmente el tema crisis.

Belen Benito

Documentalista especializada en marketing. Apasionada de los álbumes ilustrados. Me gusta escribir un poco de todo. Belén fue responsable de redes y Codirectora de BiblogTecarios.

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