Todos conocemos la existencia de fondos fotográficos de toda índole: personales, institucionales, etc., pero ¿sabemos en qué consiste la conservación de los fondos? Erróneamente puede haber quien aún piense que la conservación consiste simplemente en guardar o almacenar los fondos, pensamiento completamente erróneo. La conservación de los fondos fotográficos es un proceso global y complejo que debe ser llevado a cabo por profesionales que conozcan qué se debe conservar, cómo se debe proceder y qué recursos son necesarios para ello.
Ángel María Fuentes de Cía nos ofrece en este documento de trabajo una completa definición que puede servirnos de punto de partida en el proceso de conservación:
«la conservación de los bienes culturales realizados sobre soporte fotográfico es el conjunto de acciones multidisciplinares que tienen por objeto extender la esperanza de vida de los fondos patrimoniales así como el de articular los mecanismos que permitan su correcta descripción, acceso y recuperación.»
Es a partir de esa definición, cuando nos encontramos un completo documento con consideraciones generales sobre la fotografía y la conservación, los criterios a tener en cuenta, las técnicas de ingreso, los protocolos (de identificación de originales y de diagnóstico), así como las medidas de control técnico (almacenamiento, sistemas de ubicación, etc.).
El documento de trabajo consta de 8 capítulos que nos guiarán paso a paso y que serán útiles tanto para aquellos que disponen de conocimientos muy limitados en este campo, como para aquellas personas más experimentadas.
Las consideraciones generales, tanto de la fotografía como de la conservación, que facilitan la construcción de una base de conocimiento sobre el proceso, y los criterios a tener en cuenta se tratan en los dos primeros capítulos. En el capítulo 3 se analizan las técnicas de ingreso, puesto que la política de conservación se inicia antes de que los fondos formen parte de nuestros repertorios.
En cuanto a los protocolos, estos son contemplados en los dos capítulos siguientes, dedicando el capítulo 4 a los protocolos de identificación de originales y el capítulo 5 a los de diagnóstico, cubriendo aspectos como las pautas de deterioro en los distintos soportes. Ya en el capitulo 6 se abarcan las medidas de control técnico: almacenamiento, sistemas de ubicación, condiciones medioambientales que afectan a los fondos (humedad relativa, temperatura, polución del aire o luz). Por último el autor nos proporciona un completo glosario de alteraciones, además de la correspondiente bibliografía.
Se trata de un documento que necesita más de una lectura, constituyendo un manual o guía muy útil para aquellos que necesitan enfrentarse a un plan de conservación. Va más allá de meras definiciones, ofreciendo unas directrices claras de las técnicas, protocolos y medidas necesarios para afrontar la conservación de archivos fotográficos.
En ningún caso me ha parecido un libro de fácil lectura, bien al contrario, necesita ser consultado con mucha atención y a ser posible de forma reiterada ya que, afortunadamente ofrece todo aquello que puede esperarse de un documento de trabajo: concisión, claridad y sobre todo información pertinente.
El autor es conservador-restaurador de patrimonio cultural sobre soporte fotográfico en práctica privada. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza, cursó estudios de conservación-restauración en el International Museum of Photography and Film at the George Eastman House y en el Image Permanence Institute en el Rochester Institute of Technology. Tiene una ditalata experiencia profesional como crítico de fotografía, asesor o comisario de exposiciones.